MAYER, Arno J.: The Persistence of the Old Regime. Europe to the Great War
(La persistencia del Antiguo RŽgimen. Europa hasta la Gran Guerra, Alianza Universidad, Madrid 1984, 326 pp.)
1. En la introducci—n, el autor expone las principales tesis que pretende demostrar: la I Guerra Mundial se produjo por la persistencia del Antiguo RŽgimen en los pa’ses que no hab’an evolucionado hacia las nuevas formas del capitalismo industrial; Europa, hasta 1914, se hallaba inmersa en un sistema econ—mico preindustrial y socialmente preburguŽs; en el tr‡nsito del siglo XIX al XX, la idea de progreso se enfrentaba dialŽcticamente a la de conservadurismo porque "los elementos premodernos no eran restos decadentes y fr‡giles de un pasado pr‡cticamente desaparecido, sino la esencia misma de las sociedades civiles y pol’ticas presentes en Europa" (p. 16); el Antiguo RŽgimen es un fen—meno paneuropeo entre 1848 y 1914, cuya "columna vital" ser’a la Iglesia que, vinculada a la nobleza y a la Corona, y considerada como "una gran instituci—n empresarial", ejercer’a el "cuasimonopolio de la ense–anza y control exclusivo de los ritos sagrados del nacimiento, el matrimonio y la muerte" (pp. 17-18).
2. Situada dentro del gŽnero de los ensayos hist—ricos, la obra de Meyer, sin embargo, se aparta del modelo t’pico de Žstos debido a su enorme extensi—n. Escrita con un estilo cuidado, presenta un esquema general simple; a la tesis que plantea al inicio de cada cap’tulo, le sigue, para demostrarla, una avalancha de datos y cifras sobre cada una de las cinco potencias paneuropeas que participaron en la I Guerra Mundial, si bien el mismo autor reconoce que su obra "es una interpretaci—n basada casi exclusivamente en fuentes secundarias" (p. 11).
Algunas conclusiones de este trabajo son parcialmente v‡lidas, pero el estudio adolece de omisiones importantes, pues se limita a analizar algunas coordenadas hist—ricas (sociedad-econom’a) descuidando otros factores importantes: el nacionalismo, la rivalidad entre imperios coloniales, los movimientos obreros, la ideolog’a liberal y marxista, la paz armada, etc.
3. El autor concibe "este libro como una historia marxista vista desde arriba (...) centrada m‡s bien en las clases altas que en las bajas" (p. 12), donde el enfrentamiento dialŽctico entre progreso-conservadurismo, sociedad industrializada-sociedad agr’cola, clases dirigentes-burgues’a pujante, etc., es m‡s patente.
Esta visi—n parcial y deformada de la historia lleva al autor a realizar una cr’tica total del Antiguo RŽgimen, al que considera culpable de las dos Guerras Mundiales; y responsabiliza a las clases conservadoras y dirigentes del estancamiento socioecon—mico de Europa hasta principios del siglo XX, y de lo que Žl llama la "Guerra de los 30 a–os de nuestro siglo".
La Iglesia es considerada como una sociedad humana conservadora, asoci‡ndola a una de las fuerzas que apoyar‡ la reacci—n de la aristocracia decadente. Es tambiŽn equiparada a una secta religiosa. Las referencias a los pontificados de Le—n XIII y San P’o X son poco objetivos (cfr. p. 4).
B.C.
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