Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

Correspondencia
Inicio
Quiénes somos
Correspondencia
Libros silenciados
Documentos internos del Opus Dei
Tus escritos
Recursos para seguir adelante
La trampa de la vocación
Recortes de prensa
Sobre esta web (FAQs)
Contacta con nosotros si...
Homenaje
Links
Si quieres ayudar económicamente...

Google

en opuslibros

Si quieres ayudar económicamente al sostenimiento de Opuslibros puedes hacerlo desde aquí.


CORRESPONDENCIA

 

Miércoles, 10 de Septiembre de 2014



La formación de los adolescentes en la Obra.- Lucas

Se publica esta editorial de la revista “interna” Crónica –de la sección de varones del Opus Dei– correspondiente al mes de junio de 2014. Lucas hace algunos comentarios –texto en color azul–.

 Agustina L. de los Mozos

  



(Leer artículo completo...)




El opus dei vive en una locura.- Paiquito

Hola.

 

Quisiera comentar el escrito de Josef Knetch que señala la estrategia del opus dei de mantener oculta sus prácticas al interior, y dar una idea exterior de humanidad y civilidad.

 

El opus dei vive en una locura, y eso es algo que su fundador aceptaba con orgullo.

 

Pero el problema no es que existan las personas a las que por alguna causa se les cae algún tornillo o alguna tuerca, y terminan (terminamos) con serios desajustes. El problema es cuando la directiva del hospital le dice que goza de perfecta salud y lo pone de ejemplo universal, dándole su posición y prestigio, y en lugar de curarlo le da vida a su malestar.

 

Saludos cordiales.

 

Paiquito.





Y yo que no iba a escribir más.- Lizzy Babieca

Se me había secado el cerebelo y ya no tenía mas temas, de modo que le comenté al Venerable Anciano –acá cualquier día fundamos una asociación para promover los saludables beneficios para el alma de las conversaciones con caminata y pucho-, que posiblemente dejaría de escribir en Opuslibros, que se me acababan los temas. Mi natural inclinación me haría empezar a tratar los temas de autoayuda, expresé, ¿y quién quiere escuchar los consejos de otro, luego de haber salido de Opus Dei? Pues nadie pos. Los que salen parados en sus dos pies, enteros, no necesitan esta página sino después de algunos años, cuando la nostalgia les suscita el recordar lo bueno y lo malo. Entonces se van a las páginas oficiales del Opus Dei, y luego a la de la inefable Agus, Opuslibros. Estos no necesitan consejos, sino que entender y dar a entender algunas cosas. Algunos, felicitan y se van. Otros se quedan a ayudar, o se ponen a escribir auténticos tratados filosóficos, históricos o psicológicos...



(Leer artículo completo...)




Comentario a la respuesta de Rafael Larreina a Carmen Charo.- Josef Knecht

Deseo continuar mis reflexiones sobre la respuesta que el diputado por Guipúzcoa y numerario del Opus, Rafael Larreina, dio el 30 de agosto de 2014 a la pregunta planteada por Carmen Charo en la página de Internet osoigo.com. Ya advertí en mi escrito del 8.09.2014 que «dicho sea de paso, tampoco es una mera labor de voluntariado vivir la entrega como numerario de la Obra de Escrivá (admisión, oblación y fidelidad) ni como, por poner otro ejemplo, la vocación de religioso (postulantado, noviciado y juniorado), pero este es otro tema del que habría que hablar aparte». Y hoy voy a hablar de ese tema.

 

De las declaraciones de Larreina parece deducirse que él vive su vocación de numerario de la Obra de Escrivá como si ejerciera una labor de voluntariado: «Lo que conozco es mi realidad y es que ser socio o formar parte de organizaciones religiosas, culturales o deportivas, no significa tener una relacion laboral ya que colaborar en el desarrollo de sus fines se realiza en régimen de voluntariado. Yo así lo he hecho siempre en todas de las que he formado parte o formo parte en la actualidad», escribe Larreina.

 

Esta aseveración es de lo más desconcertante. Me extraña que un numerario de su talla intelectual no distinga entre “labor de voluntariado” y “vida consagrada”. Es cierto que de la vida consagrada de un numerario o de un jesuita, por poner dos ejemplos, no se deriva una relación laboral con sus superiores, y en este punto se da una coincidencia, meramente superficial, entre una persona voluntaria y una persona consagrada. Pero equiparar esos dos modos tan distintos de vivir es un confuso desenfoque que olvida algo esencial: un voluntario no se incorpora a una ONG mediante las ceremonias de admisión, oblación y fidelidad, como sucede con un numerario del Opus, el cual asume unas obligaciones espirituales y personales que superan con creces las de un mero voluntariado y configuran un exigente modo de vida propio de personas consagradas.

 

Por otra parte, como bien sabe el señor Larreina a partir de su experiencia personal, los laicos consagrados de la Iglesia Católica y algunos religiosos pueden ejercer en la sociedad civil un trabajo profesional acorde y compatible con su consagración, y en este caso sí surge, lógicamente, una relación laboral. Por ejemplo, un laico consagrado puede ser diputado en el Parlamento, y una numeraria auxiliar puede trabajar como empleada del hogar en un Centro de numerarios donde ese diputado resida y ponga en práctica los compromisos contraídos por su consagración, esto es, por la admisión, oblación y fidelidad; en ambos casos (diputado y empleada del hogar), se ejerce un trabajo profesional, que, por un lado, es compatible con la consagración que cada cual ha contraído ante la Iglesia y, por otro lado, lleva consigo sus respectivas obligaciones laborales y fiscales ante el Estado.

 

Sólo quería hacer este breve comentario porque no salgo de mi asombro al constatar que un numerario de la Obra de Escrivá presente su vocación como si se tratara de un voluntariado. Es un tremendo disparate que me deja atónito. Vivir para ver.

 

Josef Knecht

 

<<Anterior>>





El debate sobre la paternidad responsable.- Josef Knecht

Me ha interesado leer el amable diálogo que Unonuevo y Dionisio acaban de mantener sobre la tan discutida encíclica Humanae Vitae. Deseo entrometerme en ese debate sólo para hacer una aclaración conceptual.

Si he entendido bien, Dionisio no está en contra de aquellos matrimonios que opten por una familia numerosa, sino tan sólo de la intromisión de algunos directores espirituales que, cuando incitan a uno de los cónyuges a tener más hijos, pueden causar un conflicto en la convivencia conyugal. Las familias numerosas, fundadas en una consensuada paternidad y maternidad responsable, no suelen causar problemas. Estos surgen cuando los así llamados consejeros matrimoniales, si están inficionados de cierto fanatismo religioso, presionan a los esposos para que tengan más hijos. Dicho con otras palabras, el problema no está en la fecundidad matrimonial, sino en la “santa coacción”, tan practicada en las actuales “guarderías de adultos” de la Iglesia Católica...



(Leer artículo completo...)




Tienes razón.- NikitaSoy

Querido Apolo:

 

Tu escrito “el Opus ha ahogado la convivencia en nuestro matrimonio” me ha dejado sin habla. Me has hecho reflexionar mucho.

 

Ahora sé que tú y mi esposo son unos buenazos que nos quieren mucho. Por favor, se paciente con tu mujer. Pienso que es como yo, combativa, y no sé porqué pero así nos hacemos en el Opus Dei, el adoctrinamiento es intensivo. Son las cuestiones de opinión pública y el evidente mal moral en el mundo, el deseo de hacer algo… Pero tienes razón. Tú tienes razón.

 

¿Ya intentaste decírselo? Tú la quieres y ella te quiere. Voy a rezar por ti, Apolo y por ella. Un abrazo

 

NikitaSoy





Para Unonuevo respecto de las ideas de Desnudo.- NikitaSoy

Hola unonuevo:

 

Cuando leí el artículo de desnudo con sus propuestas en su colaboración tres consejos para curarse sin psicólogo”, pensé que lo peor que puede pasarnos a los exmiembros es seguir esos derroteros “curativos”. La verdad, no me animé a responderle porque tenía mucho trabajo atrasado; después vi que algunos foristas opinan que si tienes una actitud “conservadora” por vía de necesidad eres un“ infiltrado” en Opuslibros. Pero como tú sí te diste el tiempo para hacerlo, sólo quiero decir que suscribo todo lo que le has escrito a desnudo; ya me animé a decir alguna otra idea.

 

Lo de la sectas no me pareció tan mal, porque el comportamiento de la Obra sí es sectario. Pero como no conozco el libro que recomienda desnudo, mejor no opino más.

 

Lo del nudismo del amigo desnudo me hizo reír bastante, al igual que el enlace que tan convencido recomendó, con patéticas y grotescas fotos de encuerados en playas, bicicletas, hoteles, montañas, etc.; lo más surrealista de la página son las “argumentaciones" de que el cristianismo es esencialmente nudista. No imaginé que existiera una asociación así, pero todos los días se aprende algo nuevo. Respeto la opinión de desnudo, pero evidentemente no la comparto y me parece que ser nudista en nada ayuda a un exmiembro del Opus Dei. Lo que sigue es recomendar la marihuana para olvidar.

 

Sobre el hacerse ateo como terapia de choque, pienso que el peor daño que puede hacernos el Opus Dei es dejar de creer en Dios y en la Iglesia. Es más, a pesar de que ya no pertenezco ni deseo saber nada de la Obra -¡nada!- sinceramente no creo que ésta desee que nos convirtamos en ateos para reivindicarse.  Esa perversión no se la asocio. Sería un desperdicio de vida seguir la recomendación de desnudo; por el contrario, creo que un exmiembro del Opus Dei debe hacer todo el esfuerzo para cuidar su fe. Nosotros somos bautizados y eso es lo más importante. A lo mejor no veremos en esta vida llegar el día en que la Iglesia ponga en orden al Opus Dei, pero lo hará.  De eso estoy segura.

 

Qué tengas un buen día, unonuevo.

 

Un abrazo

NikitaSoy





Crónicas reproductivas.- Manzano

Un recién autopresentado en esta web como “p. periodista” (¿qué querrá decir la “p”?) nos brinda una frase que transcribo literalmente: “los temas de pureza, para una persona normalmente constituida, habitualmente están en un quinto o sexto lugar, aunque a veces pueden pasar a un primer plano”, que él mismo suscribe plenamente y que sospecho la menciona queriendo citar a hurtadillas algún personajillo de la historia contemporánea.

En todo caso, no me queda más remedio que darle la bienvenida, pero también sugerir que quizás confunda la pureza con el sexo y su propio natural desarrollo, la sexualidad.

Ignoro en qué opus estuvo o está ahora, pero en mis tiempos mozos de numerario nos machacaban a diestro y siniestro con: Fe, Pureza y Vocación. ¡En segunda posición campeón!, antes incluso que la vocación. De eso y por ese orden había que tratar semanalmente y puntualmente (los supernumerarios cada quince días) con el controlador de tu vida, asignado sin poder rechistar, o sea, con el director que ahora dicen que no gobierna pero la realidad es que mandan más que una abadesa encabronada. (Al menos tanto como la que debiera ser la patrona de los sindicatos, la de las Huelgas).

No le veo yo muy suelto al periodista que intenta desmelenarse y liberarse con un pretendido lenguaje políticamente incorrecto; no tanto como para pontificar con mínima solvencia a través de un discurso deshilachado, cansino e inquisitivo. Pero puestos a escarbar en el mismo terreno en que se da a conocer, diré que eso del quinto o "sexo" lugar estaba bien a mediados del siglo pasado para despistar al personal. Pero amigo, que a la primera intervención nos la cuelen dando estopa y doctrina sobre el tema, pues que se me hace poquitín difícil darle credibilidad al postulador. ¿En qué quedamos?

No es de extrañar que luego se insista que hay que estar mínimamente de-formado para entender según qué materias, aunque sea ignorando las correspondientes encíclicas si es preciso.

Se sabe que los de ciencias tenemos la costumbre de querer cuadrarlo todo y ahora mismo no encuentro la fórmula para encajar esa mofa fanático-doctrinal para embarazadas, a menos que se trate de periodismo-ficción. Lo que más se le acerca, aunque sólo sea para darle un ligero respiro a las neuronas que van por libre, es esa teoría sobre la similitud de la vocación al opus dei, la que dice que es lo más parecido a un embarazo no deseado. Si no, no le veo yo por dónde se nos quiere conducir.

Lo único evidente es que, sin querer queriendo, se nos largó un sospechoso sermón de moral reproductiva que a ningún Ilustre Colegio de Médicos Toco-ginecólogos le iba a hacer gracia. A mí, desde luego, ni pizca. Ni tampoco se la haría a uno de mis muchos primos (tengo más de 5 y menos de 50), que perdió a su mujer en la tercera cesárea. Médico él, mejor que no le cuente, no sea que le den ganas de intentar practicarla -sin anestesia- a algún columnista.

Aunque vete a saber si se daría el ambiente y entorno adecuado para hacer apostolado y mejor ocasión para contarle ciertas "leyendas urbanas" mientras le interviene, nunca se sabe.

Por cierto, mi primo sí era por entonces supernumerario, su esposa no. A ella no le daría tiempo realizarse en esa etérea dimensión. A él sí le dio para regresar a la dura y cruda normalidad, dejándolo de ser al poco tiempo de tal desgracia.

Manzano

P.D.: Posibles “p” del periodista: poco,  probable,  pamplonés,  pretendido,  profesional, etc.? O todo seguido, no sé, sólo por imaginar algo de buen rollo.





Para Apolo. Para Dionisio.- Unonuevo

Queridos Apolo, Dionisio y todos (orejas e infiltrados).

 Apolo, en respuesta a tu texto (Los de la súper Obra nunca descansan) podría decir el socorrido “tú no me has entendido o yo no me he explicado bien” pero, sencillamente, creo que has leído mi artículo muy deprisa (Nunca es triste la verdad). Dices, refiriéndote a mí: ”… los de la Súper Obra nunca descansan y se infiltran en cuanto tienen oportunidad”. Digo en mi escrito que fui numerata de 1973 a 1983; o sea, de “infiltrado” nada (¡si encabezo mis escritos saludando a los infiltrados y me despido enviándoles un abrazo!); soy un humilde excombatiente, sin más. También digo que mi mujer tuvo a nuestros hijos muchos años antes de pitar de supernumerata.

En tu escrito haces referencia a otro anterior tuyo (El Opus ha ahogado la convivencia de mi matrimonio) en el que dices que este asunto de los hijos “termina como ha terminado mi matrimonio: no hablamos más que lo políticamente correcto”. No sabes cómo lamento, de verdad, que estés pasando por una situación tan dolorosa e injusta. Afirmas: “El tema de los hijos no creo que sea la cantidad ni que se deba presumir de tenerlos hasta agotar las existencias. Cada pareja es un mundo, con unas vivencias concretas y por una razón u otra al final se tienen los hijos que Dios quiere y punto”. Por eso digo que creo que has leído muy rápido mi escrito, porque, además de que queda claro que no soy un infiltrado, tú yo pensamos más o menos lo mismo, ya que escribí: “Pero volviendo a la Humanae Vitae de marras ¿la paternidad responsable es tener 2 hijos, 4, 8, 12…? Pues depende, pero eso es decisión del matrimonio, que, si es católico y quieren ser mínimamente coherentes, debe de tener un poquito de formación. Y deberían tener en cuenta las muchas circunstancias que inciden (salud de la mujer, aspectos económicos, capacidad de aguante de los dos para educar a la tribu…) y sin permitir que nadie, absolutamente nadie (a un cura diocesano ni se le ocurre; gentes de la Opus, p’a que te voy a contar) te diga que tienes que tener un número concreto de hijos. ¡Hasta ahí podíamos llegar!”. Acabas diciendo: “También quiero añadir que mi vida espiritual no ha sufrido, pero es una lucha diaria mantenerme firme en mis convicciones y no ceder a sus pretensiones”. Me alegro mucho, de verdad, pero te sugiero -¡algo se te ocurrirá!- que hables con tranquilidad con tu pareja, porque la doctrina de la Iglesia sobre moral sexual es muy clarita y es la que es (sobre eso versaba mi escrito), aunque en el Opus Dei la exageran y tergiversan de modo demencial. Por favor, ¡intenta clarificarlo con él / ella! Imagino que lo has intentado mil veces, pero ¡no tires la toalla porque te juegas mucho! Desde aquí te daremos apoyo moral… y si necesitas algo más, vuelve a escribir aquí o, si quieres, dile a Agustina que te de mi correo. ¡Haz lo que quieras!

Dionisio, me contestas con tu escrito El carrusel del Furo. Gracias por tu acogida, abrazo de bienvenida, etc. Reitero que mi escrito versaba, sin más, sobre lo que dice la Iglesia sobre moral sexual y criticaba las graves desviaciones del Opus Dei. La auto-cita que he puesto más arriba a Apolo también sirve para contestarte a ti. También dices que “respetas mis puntos de vista” y afirmas: “entiendo que no te voy a convencer, porque este es un tema de creer o no creer. Por los mismos motivos me parece que tampoco me convencerías…” Ojo, lo que tú llamas “puntos de vista” no son míos, son los de la Iglesia y, por ello, no se trata de que tú me convenzas a mí o yo a ti, ni de creer o no creer. Sencillamente, esos criterios concretos de la Iglesia (como otros sobre infinidad de temas) se aceptan o no se aceptan. Y, sí, seguro que nos vamos a llevar muy bien, aunque tus alabanzas a Peret me han dejado un poco tocao (es coña; o como hace ahora la gente joven, que es muy cómodo para cuando se está escribiendo, jajajaja).

Un fuerte abrazo para Apolo, Dionisio y todos (Orejas e infiltrados).

unonuevo





Tengo una pregunta para los expertos sobre Pérez Tenessa.- Simplicio

Antecedentes
 

Dentro del Opus Dei la historia de la propia institución se cuenta de una manera muy poco científica. Ciertamente son muchísimos los sucesos históricos que se narran, algunos con minuciosidad y gran cantidad de detalles, pero solo se hace hincapié en la supuesta dimensión sobrenatural o al menos ejemplificadora del acontecimiento y en cambio se deja un poco en la penumbra el elemento espacial y sobre todo el elemento temporal. Este criterio ha provocado que durante muchísimos años no haya existido una narración "sistemática" (y mucho menos "crítica") de la historia del Opus Dei.

 

Solo a raíz del proceso de canonización de San Josemaría se hizo inevitable elaborar una historia sistemática del santo y por consecuencia de su Obra. Sin embargo hoy sabemos que bastantes episodios fueron ocultados y otros deformados.

 

La "utilidad" de esta falta de sistemática y de datos cronológicos precisos y exhaustivos se explica por lo siguiente. Es como un puzle en el que cada pieza que viéramos, aun con mucho detalle, estuviera rodeada de otras que permanecieran ocultas; esto permite alterar y deformar cualquier pieza visible sin peligro de que se perciba la colisión o contradicción con las piezas inmediatamente contiguas, que son las que permanecen ocultas.

 

Mi pregunta

 

Recopilando diversa información me he encontrado en la necesidad de precisar la fecha (al menos aproximada, me bastaría el año) en que Antonio Pérez Tenessa dejó definitivamente la institución.

 

Tengo entendido que Antonio Pérez Tenessa fue Secretario General del Opus Dei entre 1950 (fecha que tengo pendiente de confirmación) y 1956, cuando el Congreso General de Einsiedeln designó a don Álvaro (hasta entonces Consiliario de Italia). A partir de 1956 Pérez Tenessa pasó a ser Consiliario de España; no sé hasta qué fecha. Como don Florencio Sánchez Bella fue consiliario entre 1960 y 1984 he supuesto que Pérez Tenessa lo fue hasta 1960; no sé si entre ambos hubo otro Consiliario (antes de Pérez Tenessa fue consiliario Amadeo de Fuenmayor (1952-1956).

 

Peréz Tenessa fue separado de su cargo de consiliario porque Escrivá consideraba que no "obedecía" suficientemente bien. Tengo entendido que luego fue Capellán de la Basílica Pontificia de San Miguel, en Madrid; no sé durante cuánto tiempo. A partir de ahí le pierdo la pista. Un último dato es el que proporciona Alberto Moncada en su "Historia oral del Opus Dei" citando al propio Antonio Pérez Tenessa. Según esto en 1963, fecha de la elección de Pablo VI, Antonio Pérez todavía era miembro de la Obra.

 

Agradeceré cualquier información que podáis proporcionarme al respecto.

 

Simplicio




 

Correos Anteriores

Ir a la correspondencia del día

Ir a la página principal

 

Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?