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CORRESPONDENCIA

 

Miércoles, 07 de Octubre de 2015



Sexualidad, abusos e Iglesia, opus.- Class

Primero de todo solidarizarme con la presunta víctima y su familia. Pongo “presunta víctima”, pues creo que los hechos aún no están probados. Y mi más total condena y que le caiga todo el peso de la ley y una tonelada más, si el presunto pederasta, es culpable.

Mi pregunta es ¿sólo uno en el opus dei? O ¿esto es la punta del iceberg? Todos sabemos que el opus dei cuida muchísimo el tema de de sexualidad y no vamos a culpar al opus dei de promocionar o no tomar las medidas oportunas, ante temas de este tipo. Ahora bien, la sexualidad es como un rio, se le puede encauzar, pero nunca frenar, porque el agua salta todas las barreras, tardará más o tardará menos, pero se las saltará.

En los triángulos amorosos siempre hay alguien que acaba perdiendo: en el caso del celibato, el amor y el sexo, se puede llegar a un cóctel explosivo.

1.       Si el Amor y el celibato van de la mano, la sexualidad cojea.

2.       Si el amor y el sexo van de la mano, el celibato muchas veces va como puede.

3.       Si el sexo y el celibato van de la mano, el Amor brilla por su ausencia.*

4.       Cuando cada uno de los tres va por su lado, explota todo, es una bomba atómica.

*Aquí no quiero entrar en el juego de la sexualidad del amor casto matrimonial.

Como ya he comentado en otras ocasiones, el celibato es una forma no natural de vivir, o al menos, es una forma de vida “forzada”.

Que el celibato es un medio para conseguir un bien mayor, vale. Pero no olvidemos, que una sexualidad bien encauzada, célibe o no, se evitarían muchos males.

Antaño en la Iglesia, cuando había un caso de pederasteria, se daba a los hechos la menor publicidad posible, se trasladaba al presunto culpable a un lugar distante y se persuadía a los padres y allegados de la víctima de que guardasen silencio, tal como afirma, muy acertadamente Gervasio. Pero ahora estas cosas son inaceptables y la Iglesia se ha visto obligada de modificar la postura, tan cómoda para ella.

Una vez más reitero que la Iglesia debe mirar de cara a cara la sexualidad humana, sin miedos, y canalizar los problemas hacia soluciones reales. Los católicos no podemos ser ingenuos institucionales, la Iglesia tiene muchos problemas atrasados y debe de hacer los deberes.

Aquí el opus dei es uno más, y debe de tener la humidad.

Y si Gaztelueta, no está bajo jurisdicción eclesiástica, que saquen todos los curas de dentro y los manden a misiones. No se puede poner una vela a Dios y otra al diablo, excepto si eres el mismísimo diablo.

Class




 

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