Nunca conseguí saber mucho sobre la vida de los agregados. El poco tiempo que viví en un centro en el que asistían agregados los veía como unos entes estraños, superhistéricos de la labor y, sin ofender a nadie, bastante catetos en su mayoría. Me gustaría saber algo más sobre ellos e intentar quitarme la imagen que allí adquirí.

En cuanto a los super que traté, eran casi todos profesores de colegios. Llevaban una doble vida impresionante. Querían transmitir una imagen de superconvencidos, pero en la intimidad... Se iban a escondidas a playas "familiares", bebían bastante, no iban a Misa diariamente, si la mujer no era opus la ponían como excusa para asistir a convivencias y retiros, pero su trabajo dependía de ellos y no se podían largar.

Había otro tipo de super: los ricos. A esos se les permitía todo. Sus hijos eran peloteados y siempre tenían los mejores sitios en las celebraciones y en las convivencias que, dicho sea de paso, nunca hacían completas.

Feliz verano

Ancasti