Algunos pescadores y cazadores suelen abultar mucho sus datos a la hora de decir cómo les ha ido en su práctica deportiva. Por ejemplo, si un pescador dice que ha conseguido un pez de 200 gramos, luego dicen que pesó medio kilo y que costó mucho atraparlo. Si es un cazador, señala que lo obtenido es un ejemplar de trofeo, fuera de serie. Pues bien, al Opus Del le está sucediendo lo mismo. Véase la reseña que nos hace Trinity el lunes pasado.

Trinity decía que el diario "La República" había conseguido una entrevista con el actual obispo prelado del Opus Dei, monseñor Javier Echevarría, en la que éste decía que eran 83.000 los miembros de la prelatura en todo el mundo. Esta cifra se contradecía claramente con las anteriores que difundían su oficinas de información, bien sea en Roma o en otros países, que algunas veces llegaron a decir que eran 87.000. Como dicen en el argot castizo de Madrid, es que te cagas.

Como periodista sé que no les gustaba el diario "La República" por su carácter laicista. No hace mucho la entrevista fue en "El País", que tampoco gustaba. Los dos estaban prohibidos que estuvieran en las salas de estar de los centros opusianos u opusinos. ¿Tan mal están en el Opus Dei o es que pretenden engañar a los demás sobre su supuesto aperturismo? Espero que la entrevista de ahora no sea con cuestionario previo y cambiando las preguntas que se hacen a monseñor Javier Echevarría y Rodríguez.

No me extraña que en la Obra de Dios se cante tanto la canción "La pesca submarina". Claro, son como los pescadores que dicen que han pescado un ejemplar de gran tamaño y luego es la mitad de la mitad de la mitad. Habían llegado a un extremo de cifras de fieles que se hacía difícil sostenerlas. Por lo menos lo dicen muy discretamente.

Seguiría ahondando en las cifras reales del Opus Dei. Pienso que las que aportan sobre número de miembros (es una palabra que tampoco les gusta) sigue siendo falsas. ¿Serán 60.000?  Por los últimos datos que tengo cada día son menos los jóvenes que se acercan a los clubs de la prelatura. De ahí que necesiten maniobras a la descarada como la que protagonizó el director del Colegio Retamar de Madrid, que decía a los padres de los alumnos que sus hijos debían frecuentar los clubes de bachilleres y hacerse del Opus Dei. Vuelvo a decirlo, es que te cagas... No sólo se lanzan a la obra faraónica del nuevo oratorio del colegio, con un desembolso de cinco millones de euros, sino que a la vez quieren que todos los alumnos se conviertan en vocaciones a la Obra de Dios. Luego dirán que Dios quiere que esto se cumpla. Aun así, veremos si consiguen los quinientos.

NACHO FERNÁNDEZ