Bienvenido a Opuslibros
Inicio - Buscar - Envíos - Temas - Enlaces - Tu cuenta - Libros silenciados - Documentos Internos

     Opuslibros
¡Gracias a Dios, nos fuimos
Ir a la web 'clásica'

· FAQ
· Quienes somos
· La trampa de la vocación
· Contacta con nosotros si...
· Si quieres ayudar económicamente...
· Política de cookies

     Ayuda a Opuslibros

Si quieres colaborar económicamente para el mantenimiento de Opuslibros, puedes hacerlo

desde aquí


     Cookies
Utilizamos cookies propias y de terceros para obtener datos estadísticos de la navegación de nuestros usuarios y mejorar nuestros servicios. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información aquí

     Principal
· Home
· Archivo por fecha
· Buscar
· Enlaces Web
· Envíos (para publicar)
· Login/Logout
· Ver por Temas

     Login
Nickname

Password

Registrate aquí. De forma anónima puedes leerlo todo. Para enviar escritos o correos para publicar, debes registrarte con un apodo, con tus iniciales o con tu nombre.

     Webs amigas

Opus-Info

NOPUS DEI (USA)

ODAN (USA)

Blog de Ana Azanza

Blog de Maripaz

OpusLibre-Français

OpusFrei-Deutsch


 Tus escritos: Para Los Que Quedan Dentro.- Salypimienta

020. Irse de la Obra
Salypimienta :

Hola a Tod@s:

Cada actualización de correos, me quedo más preocupada. Platico con personas que siguen dentro o cerca, y se me parte el corazón de conocer la enorme infelicidad que se vive dentro. Antes no me daba tanta cuenta, ahora lo veo con toda su claridad.

Me he puesto a pensar en mis antiguas "charlas fraternas", no se por qué siempre terminaban con la numeraria directora de turno aclarándome que ella era inmensamente feliz en la Obra. Esa frase me la dijeron una a una las muchas directoras que tuve, y muchas amigas de dentro. Pienso que la felicidad, al igual que la salud, sólo las recordamos y las sacamos al tema cuando nos faltan. Nunca he oido a una persona sana decir: ¡pero que sana soy!. Esto me lleva a pensar en lo que tod@s sabemos: la infelicidad en la que viven l@s fieles del opus dei. Eso ya tod@s lo sabemos demasiado bién. No hace mucho hablé aquí mismo de que uno nunca se da cuenta de lo pesadas que son las cadenas opusinas, hasta que te las quitas de encima. Y cuando insistes en aclarar lo feliz que eres, lo que debes hacer es reflexionar sobre ello...



Nuestro nuevo amigo Alejandro (portavoz), nos ha dicho en su escrito que dentro se dan cuenta de lo malo. Habla de que l@s" l@s directores/as y el Prelado actúan de buena fe. Me atrevo a decir que no dudo que así lo hagan, pero actúan con una buena fe muy subjetiva. El mismo Javier Echevarría entró en el opus dei siendo un niño. Absorbió el espíritu de la institución en el momento en que las cosas quedan más grabadas en la mente y en el alma de las personas, y así mismo ha sido en la mayoría de los casos. Personalmente creo que el Prelado y @s dires., actúan así, de manera tan arbitraria, injusta y cruel, no por que sean malas personas, sino por que se les enseñó a actuar así desde temprano, y como "No hay peor ciego que el que no quiere ver", ni cuenta se dan de las tremendas metidas de pata que dan.

Alejandro también nos aclara que la santificación del trabajo ordinario es un mensaje importante. Yo creo que es importantísimo, porque los católicos vivimos durante muchos siglos creyendo que al cielo sólo tenían derecho reservado los frailes y las monjas. El mensaje es maravilloso, lo malo es que él o los mensajeros salieron un poco 'troncos' para comunicarlo. ¿Alguien en su sano juicio cree que el trabajo ordinario del cristiano es rezar una interminable cantidad de normas, usar cilicio y disciplinas, abandonar de todo a todo a tu familia, la de verdad- la que da todo por ti y no te quita-, no quedarte con un céntimo de tu salario y ser controlad@ en tus salidas y entradas, en el mínimo gasto, en tu correspondencia y llamadas telefónicas?.

Los cristianos que vivimos en medio del mundo tratamos nuestros problemas espirituales con un sacerdote de nuestra confianza, elegido por nosotros mismos. Si queremos charlar nos vamos con el amigo o con la amiga a tomar el café o la copa, y el amigo o la amiga no anotan minuciosamente el contenido de nuestra plática para ir a 'chismorrearle' nada a nadie. Un cristiano en medio del mundo gasta su salario en lo que se le da la gana, incluso las verdaderas familias numerosas y pobres, apartan un poco para algún gustillo superfluo. Los que vivimos en el mundo vamos al cine, al teatro, a los conciertos, a las exposiciones, a los museos. En la casa de un cristiano que vive en medio del mundo no se censuran las pelis ni se recorta el periódico, ni se prohíbe la lectura de ciertos libros. Los cristianos de en medio del mundo volteamos a ver con gran curiosidad a un hombre o a una mujer guapísimos -según las inclinaciones de cada cual-, sin por ello pensar que nos vamos a condenar eternamente por la concupiscencia. Ser cristiano en medio del mundo, que se santifica con el cumplimiento de las obligaciones ordinarias, es lo más antagónico que existe con respecto a un fiel de la prelatura. Yo en conciencia no tengo nada en contra de cada persona que esté en el opus dei, al contrario, siento preocupación sincera por tod@s, pero nunca voy a estar de acuerdo con que actúan tod@s como hij@s de Dios, porque la mayoría de las veces, actúan -y actuabamos-, como hij@s de la fregada.

Probablemente en un día de buen humor, y que estuviése yo de buena gente, podría aceptar que el opus dei fue una revelación de Dios, lo dudo, pero no lo niego. A lo largo de 80 años, a cada momento se ha ido convirtiéndo en obra del diablo, y además a todos nos enseñaron dentro que "El diablo se vale de todos los medios para alejarnos de Dios". Si el opus dei fuera tan de Dios:

1. Nadie sufriría como desgraciad@ 2. No habría depresiones y 3. No habría casi salidas.

Que conste que no estoy en contra de ningún/a fiel de la institución. Simplemente es que lo que yo ví durante muchos años dentro, fue la cara de la desolación, de la soledad, de la amargura, de la insatisfacción.

Se que hablar y hablar y hablar resuelve los problemas interiores, pero no los materiales, y muchas personas no se atreven a marcharse por que como sea, se sienten de alguna manera protegidos por la obra. Salir al mundo real puede ser aterrador, lo nuevo a todos nos da miedo. Pero hay que pensar que siempre va a haber una mano dispuesta a tomar la tuya; que siempre encontrarás un hombro para llorar; que siempre alguien te brindará ayuda. Dios nunca nos abandona. Yo misma estoy dispuesta a darle la mano a quien lo pida, hasta al mismísimo prelado si fuese necesario. Yo no soporto ver sufrir a alguien, y si en mi mano está ayudar a aliviar el sufrimiento, pongo las dos.

Si eres  sacerdote,numerari@, agregad@ o supernumerari@ y ya no puedes más, el aire no te llega a los pulmones, necesitas afecto real desesperadamente y no se te ocurre de dónde vas a sacar los medios materiales para vivir la  vida que sueñas, piensa que ¡siempre! hay alguien en el lugar exacto, en el momento preciso que te puede ayudar.

Dios quiere que le amemos, más que le sirvamos (R.Pannikar) y los dones que nos da es para hacernos felices, no desgraciados.

Besos y abrazos con cariño.

Salypimienta-

P.D.

OFREZCO HOMBRO PARA LLORAR

salypimienta_opus@hotmail.com

 




Publicado el Friday, 24 October 2008



 
     Enlaces Relacionados
· Más Acerca de 020. Irse de la Obra


Noticia más leída sobre 020. Irse de la Obra:
En homenaje a Antonio Petit.- Libero


     Opciones

 Versión imprimible  Versión imprimible

 Respuestas y referencias a este artículo






Web site powered by PHP-Nuke

All logos and trademarks in this site are property of their respective owner. The comments are property of their posters, all the rest by me

Web site engine code is Copyright © 2003 by PHP-Nuke. All Rights Reserved. PHP-Nuke is Free Software released under the GNU/GPL license.
Página Generada en: 0.129 Segundos