«Dios te está probando». No recuerdo en estos momentos otra frase más nefasta usada en la Opus Dei, por sus directores, en los peores momentos de una crisis personal. No para resolver nada sino para retener. Seguir reteniendo. Atar con más nudos si se puede, a las amarras de la triste institución creada por Escrivá.

Casi me atrevería a decir que en el momento en que uno escucha esas palabras, es el momento de salir despavorido del Opus Dei, sin pensarlo más. Es el momento de elegir a favor de la propia salud mental.

Porque la otra opción es tremendamente destructiva: quedarse en la Opus Dei por razones morales aún más difíciles de desatar y saltear. «Ahora Dios te está llamando más en serio que nunca». Es el momento de escapar o ceder a la demencia de los directores y de la Opus Dei en su totalidad, incluido su creador.

Es un ejemplo más de cómo sabidurías espirituales sublimes, practicadas por almas excepcionales y en casos excepcionales, el Opus Dei las manipula -con la excusa de su "democratización"- para sus propios fines mezquinos y fraudulentos. Hace de la Noche Oscura del alma de San Juan de la Cruz, una herramienta de manipulación y coacción.

Sí. Dios me está probando. Para ver si de una buena vez me escapo de allí sin dudarlo.

Saludos,
E.B.E.