Dennis Gansel, el autor de "Napola: escuela de élite nazi", está de nuevo en los cines españoles con "La ola" (2008).  En la película un profesor anarco, al que sus alumnos le niegan que el nacismo pueda repetirse, lleva a cabo un experimento social que se le va de las manos para explicar a sus alumnos el funcionamiento de las autarquías.

"La Ola" me ha hecho comprender que eso que vemos que tienen en común el Opus Dei, el nazismo y los regímenes comunistas es el ser autarquías. Ya hay quien calificó aquí la Obra como un regímen totalitario de gobierno de las conciencias. Ya algunos la hemos asociado intuitivamente al nacismo y a los comunismos, asociación que Isabel de Armas fundamenta con rigor en "La voz de los que disienten". Pero es el a veces indefinible concepto autarquía el que termina por explicarme mejor la cuestión. El Opus Dei es una autarquía, como autarquías fueron el nacismo, los otros fascismos o los comunismos.

Otra cosa que me ha hecho comprender "La Ola" es de qué manera resultamos dañados quienes no nos vinculamos a las autarquías que predominan en nuestros ambientes. Quiero analizar más el asunto pero Gansel no se ha olvidado de nosotros, los daños colaterales. En la película el instituto queda tomado por el grupo autárquico que él ha fundado, y son visibles los perjuicios que reciben los que no se unen a La Ola al quedar fuera de fiestas, reconocimiento social, etc...

Los alemanes se tienen bien estudiadas estas cuestiones, en cambio mi ídolo Javier Fresser se ha olvidado de incluir en "Camino" un hermano o hermana que creciera en la familia sin pertenecer al Opus Dei, el retrato hubiera sido completo. No os perdáis su ópera prima "El milagro de P. Tinto", una inclasificable película de esas que le reconcilían a uno con la vida. Y por cierto no veo qué otra película española puede desbancar a "Camino" como la película española más taquillera del año, ya veremos como queda la cosa.

Afectos,

Xavier de Barcelona