¡FELIZ NAVIDAD!

Envío la foto del Belén que tengo enfrente del ordenador, durante estos días de Navidad. Las figuras me las regaló Elena (Aquilina). Las compró en Roma (Aquilina es italiana) a una ONG que trabaja en Perú. El angelito tumbado que está a la izquierda me lo ha regalado un numerario, tendría que estar de pie pero se cae. La casita es de mi propiedad: soy una potente hacendada porque tengo más casas del mismo material para cuando pongo un Belén más grande. Y hasta un castillo. Burros dando vueltas a la noria no tengo ninguno ni patos ni peces, ahora no me acuerdo del porqué. La cigüeña que se ve al fondo la puse porque me parecía que pegaba, ya que está por venir. No sé si es muy ortodoxo. 

Pasaré estos días con mi madre, mi hermana Mercedes (“merchelo” en la web) y familia, mi hermana Teresa (no llegó a pitar pero lo intenté) y familia. Con Mercedes y su hija Rocío (si no está castigada porque su adolescencia está siendo para nota) iremos a la Misa del Gallo donde, una vez terminada, el párroco nos invita a un vino dulce y a unas pastas (mistela y rosquillos, todo muy manchego). Guillermo, marido de Mercedes y padre de la difícil Rocío, nos mirará en silencio mientras se dirá: "¡van sólo por el vino y los dulces!".  Un encanto mi cuñado, en serio. Si en lugar de vino dulce, el párroco invitara a pisco, él se apuntaba. (Emevé:  Guillermo es peruano). Para la comida del día 25 nos reunimos todos los demás hermanos, sobrinos y ¡sobrino nieto! (no se lo digas a nadie; cómo pasa el tiempo y cómo se empeña en que parezca mayor este sobrino que ya es padre, que un día pitó de numerario con 14 años y medio...) y perros varios. Echaremos mucho de menos a mi padre y  también a "Chico".

Mucha felicidad para cada uno, para su familia, sus hijos, sus amigos y sus mascotas.

Nos vemos el próximo martes, 30 de diciembre.

Gracias por las felicitaciones navideñas que he recibido en privado.

Besos y hasta el día 30. Felices vacaciones también para quien las tenga.

Agustina