He leído con mucho alivio la declaración de Agustina que encabezaba la última puesta al día de OL, pués desde hace unos días ya experimentaba cierto malestar encontrandome con tantas polemicas acerca de temas que no son lo propio de esta pagina web. Aclarado ya lo que interesa, y lo que no, en esta sede, y con vista a la relación entre nuestro paso en la Obra y nuestra actual pratica de fe, quiero comentar la intervención de Heraldo acerca de este tema, pués aunque sea una estimadora de muchos de sus escritos (puede ser una buena oportunidad volver a leer, entre otros escritos suyos, los buenisimos La fe después de la Obra  y La-fe-en-espera, muy relacionados con el argomento actual) esta vez no me encuentro totalmente de acuerdo con él –que no es muy importante- y al mismo tiempo creo que puede ser de algún interés explicar las razones de eso.

Con lo que no estoy de acuerdo es que, publicando estas últimas intervenciones, “alguien que tenga el deber de revisar el Opus Dei” pueda juzgar que “sus colaboradores son ateos o agnósticos (y en este caso) opuslibros perderá inmediatamente su valor testimonial”...

Si existe alguien empeñado en semejante tarea, confío que sea persona atenta, prudente y cuidadosa y que sepa colocar en su contexto estas desafortunadas intervenciones, sin dejar en el olvido centenares de otras discusiones que han llenado estas paginas, escritas por ateos y por creyentes, con argumentaciones fuertes y documentadas, y más centradas con el tema que nos interesa –eso sí- a todos los que entramos en Opuslibro. Y si esta, u estas, personas serán como yo me las imagino, saben muy bien que los que participamos en la pagina, con igualdad de derecho en hacerlo, no somos en nuestra totalidad ni “personas de fe” ni “personas sin fe”, sino que cada uno se encuentra en distintos momentos de su existencia y de su recorrido personal hacia la verdad, intentando desde la postura de mayor honradez y sinceridad posibles consigo mismo de buscar de acercarse a la verdad.

Esta es una de las diferencias fundamentales entre estar dentro o fuera del Opus Dei: dentro, “hay que tener fe” de forma institucional, sin dejar lugar a lo que la inteligencia, o el corazòn, o la experiencia , o lo que sea, intentan plantearnos, y por esta razón no llegando nunca, en la mayoría de los casos, a lograr una fe realmente acrisolada, madura, fuerte y capaz de convivir con planteamientos distintos y opuestos, capaz de enfrentarse y de salirse de sus fisiologicas crisis. Fuera, es posible asumir conscientemente la existencia de planteamientos distintos y opuestos sin dejar que estos planteamientos digan a priori algo positivo ni negativo de las personas singulares.

Yo creo, después de mi paso por el Opus Dei, ser una persona que ha guardado su fe, pero desde mi salida del Opus me he cruzado con muchisimas personas, supuestamente sin fe, que me han proporcionado lecciones de entereza, de confianza, de lealtad, de compasión,... de virtudes humanas y hasta de virtudes sobrenaturales, de las que a lo mejor ni se enteraban.

Dejando de lado los “criterios de selección”, he aprendido a mirar a cada persona en su singularidad y he aprendido a disfrutar de la gloria a Dios tributada por personas que no quieren, o no pueden, darsela conscientemente. La confianza de un testimonio acerca de las practicas y de los fundamentos teoricos de la Obra no puede fundarse en la actitud frente a la fe sobrenatural de quien testimonia, sino sobre su honradez personal, su inteligencia y su sensibilidad. En fin, sobre su capacidad global de entender y juzgar donde se encuentra actualmente y por donde ha pasado. Capacidad que los demás pueden a su vez evaluar por su forma de desenvolverse en el argumentar y escribir, en relacionarse con los demàs, en el emitir y formular sus juicios.

La Iglesia catolica está interesada por todos los hombres: a los que ya pertenecen a su grey y a los que aún se encuentran fuera. El escandalo que praxis y teoría del Opus Dei pueden causar es igual si a dar testimonio de estas praxis y teorias son creyentes o personas que actualmente no tienen fe. Y yo tengo fe, certeza, de que los mejores entre los hombres de iglesia así se lo plantean. Hay que asumir –es un dato del problema que tratamos- que el paso por el Opus Dei pueda provocar, en unos cuantos, escandalo y perdida de fe. Y no sólo por los planteamientos personales de cada uno, ya libres de desarrollarse una vez fuera de la Obra, sino en muchos casos –utilizando un argumento del mismo Heraldo en otros de sus escritos- precisamente por haber pasado dentro del Opus. Por las secuelas dejadas por las desilusiones sufridas o por una imagen deformada de la divinidad proporcionada por la “formación” recibida. Y si esto es cierto, aún a riesgo de que quienes leen Opuslibros para ahondar el conocimiento del Opus Dei desde dentro puedan escandalizarse de esto (aunque, repito, no creo que pueda ser este el caso), hay que reconocer el derecho de exponer sus circustancias personales a los ateos y a los agnosticos igual que a los creyentes, pues sus planteamientos son tanto y casi más significativos de los de quienes no perdimos esta fé y seguimos practicandola y cultivandola aunque sea en la forma que Heraldo define de fe-en-espera. Otra cosa, y totalmente distinta, es transformar esta pagina en una plataforma en la que se enfrentan partidarios de una o de otra posición. En este caso comparto totalmente la actitud de cortar radicalmente un debate que en este marco está totalmente fuera de lugar.

La última razón por la que no me encuentro conforme con ese enfoque, es que no podemos volver a justificar los medios en vista del fin: aunque sea por no escandalizar y quitar interés hacia nosotros a los que presumidamente desechan el testimonio de ateos y agnosticos, no tenemos derecho de quitar ciudadanía en esta pagina a quienes, de forma sufrida o de forma satisfactoria para ellos, han dejado de creer –definitivamente o provisionalmente, esto no lo saben ni ellos- en Dios, mientras que participen de la caracteristica que nos une: haber pasado por el Opus.

Y no obstante el tono de objeción que tienen estas lineas, creo poder concluir de la misma forma de Heraldo: “Mi sugerencia, por tanto, es que se evite en lo posible hasta la impresión de que esta web es una web contra la Iglesia, característica cuya necesidad vieron con claridad desde el principio sus creadores. O dicho en positivo: concentrémonos en el Opus Dei, y hablemos de la fe en cuanto que conectada con nuestro paso por la Obra” (el subrayado es mío).

¡Enhorabuena a RaulL por su salida tan airosa que nos cuenta! Me he alegrado mucho leyendo su testimonio y le deseo mucha suerte y mucha paz.

Elena