Anoche volvì a mi casa un poco tarde, y el telediario ya estaba a medias. El tiempo de capacitarme, y me dì cuenta de que hablaban del problema de las clases mixtas o separadas por sexo en los colegios.

Por supuesto, no logré conectarme enseguida con las argumentaciones, pero llegué a enterarme que estaban entrevistando una chica que casi enseguida identifiqué con una numeraria de mis tiempos, aunque un poco màs joven que yo en la Obra. Siguieron otras entrevistas, partidarias de una u otra opiniòn, pero -como dije- no logré entender completamente por donde iba la argumentaciòn del servicio en el par de minutos escasos en que pude escucharle. Después de comer, me fuì a buscar en internet si podìa localizar la noticia, pero no lo conseguì...

La coincidencia de que esta noticia saliera casi al mismo tiempo que las ùltimas intervenciones sobre el argumentos que salieron en OL, me desencadenò unas asociaciones de pensamientos. Se lee cada vez en la pagina de Opuslibros acerca de tantos argumentos que casi es inevitable, creo yo, desentenderse de unos cuantos, aunque sean de mucho interés, pués la cabeza -la mìa, almenos- no da para tanto. Ese fué mi caso con ese argumento, hasta cuando esta serie de coincidencias no volviò a conectarme las neuronas. Y en el largo trayecto en coche de esta mañana, mis neuronas siguieron en su actividad y estableciendo màs conexiones entre las reflexiones leìdas y las experiencias vividas, y aquì seguido os expongo hasta donde me llevaron.

Hasta hace poco, mientras no habìa tenido ocasiones de profundizar màs en el argumento, daba por sentado que la opciòn en los colegios del Opus de guardar separados los colegios masculinos de los femeninos respondìa exclusivamente al estilo de vida interno de la Obra. Como creo que otros han señalado hace poco tiempo en esta pagina, mezclar los sexos en los colegios provocarìa dos problemas gordos para la obra: el primero es que con muchas màs dificultad chicos y chicas, encontrandose juntos a lo largo de mucho tiempo cada dìa -y por esta circustancia teniendo ocasiòn de vivir sin obstaculos el desarrollo fisico y emocional propio de su edad- accederìan a meterse el problema de su vocaciòn a la Obra. El segundo -creo que màs gordo aùn- es el de la promiscuidad entre numerarios, numerarias, agregados y agregadas (por supuesto, la promiscuidad entre supernumerarios y supernumerarias no serìa problematica). En este caso, gente que ya vive habitualmente en un ambiente de segregaciòn sexual y por esta razòn con el muy posible problema de una sexualidad reprimida màs o menos a flor de piel, se encontrarìa diariamente en ocasiòn de trato con personas que, de alguna forma, puede presentar cierto encanto especial: por conpartir una visiòn parecida de la existencia, un ideal espiritual que puede cautivar la simpatìa y la idealizaciòn del otro, y -no ùltimo- por el hecho que para esas mismas personas cada uno no tiene el riesgo de ser juzgado por la persona rara que, normalmente, es un numerario o un agregado fuera de su acuario. Evidentemente (por los que sabemos de que hablamos) los directores de la Obra no podrìan permitir una situaciòn por el estilo. Y de hecho no la permiten, apelandose a estudios y opiniones de otros grupos, pero yo tengo la certeza moral, aunque por supuesto no las pruebas materiales, de que irìan por su camino aunque estos estudios y estas opiniones no existieran o fueran en contra de sus principios.

No obstante estas premisas, he apreciado muchisimo las intervenciones de munruhig  (que nick complicado!) y de Ottokar, pués nosotros también, como todos, corremos el riesgo del “pensamiento ùnico”, y es bueno que alguien intervenga para recordarnos que, realmente, hay la posibilidad que una actuaciòn defendida por el Opus Dei por sus razones particulares que no compartimos, por otros aspectos pueda ser cierta, o al menos, defendible. Yo sigo pensando y queriendo por mi hija una escuela mixta, pero mis razones para defender esto no son argumentos de esta web y por esto me ahorro de expresarlas.

Pero esta mañana mi cabeza seguìa, milagrosamente, funcionando y se me ocurrìa esta pregunta:  dentro de la Prelatura, supuestamente, hay sitio para pluralidad de opiniones (también en lo pedagogico, evidentemente). Como se explica entonces que EN TODOS los colegios  en todas las partes del mundo -la mayorìa ni son obra corporativa- que tienen como mìnimo denominador comùn haber confiado la direcciòn espiritual al Opus Dei, todos los padres compartan esta opiniòn que, por cierto, no es mayoritaria en resto del mundo? A la luz de estas consideraciones, tiene sentido afirmar que son razones pegagogicas las que presiden a estas opciones? Afirmar que el Opus sòlo interviene en la direcciòn espiritual y no en las opciones tecnicas y teoricas de los planteamientos de los colegios que tendrìan que ser responsabilidad del grupo directivo de padres y profesores? Es posible que todas estas personas se encuentren de acuerdo acerca de estos principios pedagogicos sin que intervengan desde lo alto de una organizaciòn piramidal directivas y disposiciones en el merito?

Quizàs sea esta la pregunta que es necesario ponernos en esta pagina para ilustrar la doble vida, la doble verdad del Opus Dei, puesto que por cierto, unos cuantos e incluso muchos pueden opinar que lo mejor para sus hijos sea criarlo en una escuela monosexual, pero no se entiende como una realidad que, por su misma propaganda, està difundida en el mundo mundial y se adapta a una multeplicidad de culturas, mentalidades y situaciones, haya por casualidad topado siempre con padres que comparten esta opiniòn tan minoritaria. Y còmo otras veces, hay que apuntar que, aunque pueda ser discutible, no hay nada que prohiba a la Obra asumir estas posturas: es su derecho decidir promover sòlo colegios divididos por sexo. Lo que no se entiende es porque se obstinan en quererlo contrabandar como una opiniòn personal de cada instituciòn educativa concreta, sin intervenciones de la direcciòn central, mundial, de la prelatura.

A no ser que, efectivamente, existen cosas (indicaciones, criterios, etc.) que por fuera no se pueden explicitar.

Pido perdòn por los acentos incorrectos, pero desde donde escribo en este momento me resulta muy complicado poner estos caracteres.

Maripaz, las aportaciones en esta pagina tienen a menudo un valor historico y testimonial. La ùltima tuya, esta vez, me pareciò ademàs de una gran poesia: gracias!

Isabel, gracias por compartir y ampliar, en tu ùltima intervenciòn,  lo que quise decir yo en la mìa anterior.

Una saludo cariñoso para todos,

Elena