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 Tus escritos: Los traidores alegres. Preguntas para Constanza Varas.- atomito

020. Irse de la Obra
atomito :

Alegría (Foto por Atomito)

La mayoría de los que escribimos en esta página, pertenecemos a la categoría de los “traidores resentidos”. Somos personas llamadas por Dios desde toda la eternidad a formar parte de la santa prelatura, pero nos hemos rebelado contra los directores puestos por el mismo Dios para guiar nuestras almas, nos apartamos del camino que tan claramente marcó el santo marqués elegido por Dios, y ahora nos dedicamos a criticar a la madre guapa que tantos dones nos trajo y tanta felicidad nos dió en algún momento. Como claramente profetizó el santo fundador, los traidores resentidos somos unos desgraciados y no podemos disfrutar ni de las cosas que a la gente le dan una relativa felicidad. Por ejemplo, yo cuando me como ahora un helado de chocolate con nueces y pasas, le siento gusto a rejalgar con vinagre y ácido nítrico.

Hace poco tuvimos el honor de recibir una contribución de Constanza Vara, que es un típico ejemplo de los “traidores alegres”. Es decir, aquellos que traicionaron a Dios igual que los traidores resentidos, pero que el Opus Dei les abrió las puertas para que se fueran, les puso la alfombra roja, los apoyó y los ayudó, y ahora viven felices y en paz con la santa obra de Dios. No es fácil encontrarse un traidor alegre, por eso quiero aprovechar esta oportunidad para hacerle unas preguntas a Constanza, porque hay cosas que nunca entendí, que seguramente ella me las pueda explicar...



Constanza, vos estuviste 15 años en el Opus Dei. Cómo es la historia, Dios te llamó para ser numeraria y vos lo traicionaste, o es que en realidad no tenías vocación y te llevó 15 años darte cuenta? La posibilidad de que Dios te llamó para numeraria sólo por 15 años está descartada, porque como claramente lo indicó el santo marqués, la vocación es para siempre.

Si traicionaste a Dios, poco importa si el Opus te abrió la puerta o te la cerró como nos pasó a la mayoría de los traidores resentidos. Lo importante es que traicionaste a Dios, y eso es muy malo. En lugar de estar feliz y disfrutando de la vida, deberías estar llena de remordimientos y pidiendo clemencia de que Dios no te mande al infierno, junto con Judas y todos los demás traidores. El hecho de que el prelado te haya dado la dispensa no debería tranquilizarte la consciencia. Pues si bien Jesucristo le dió el poder a los apóstoles de perdonar los pecados, la confesión sólo es válida si hay arrepentimiento y propósito de enmienda. Es decir, solo Dios perdona, cuando un ser humano te dice “Ego te absolvo...” no significa que Dios te haya perdonado. Si no estás sinceramente arrepentida y decidida a enmendar tu falta, las palabras mágicas “Ego te absolvo” son como Superman con criptonita verde. Y si estás arrepentida de haber traicionado a Dios, en lugar de “adaptarte al cambio” como hiciste, deberías “deshacer el cambio” y volver a cumplir todas tus obligaciones de numeraria, que es lo que Dios espera de vos.

Pero si en realidad no tenías vocación, y por lo tanto no traicionaste a Dios, la situación es mucho más complicada todavía. Es parecida al tema del divorcio y la nulidad del matrimonio. El divorcio es una cosa muy mala, y la iglesia no lo acepta, pero la nulidad del matrimonio es otra cosa totalmente distinta, que es perfectamente válida. Una pareja que recibió el sacramento del matrimonio, (lo que Dios ha unido... no lo separe el hombre) si la iglesia después decide que el matrimonio fue nulo, resulta que en realidad la pareja nunca recibió el sacramento del matrimonio. La iglesia tiene el poder de hacer que algo sea, y después puede deshacerlo con retroactividad, de forma que lo que en cierto momento fue, en realidad nunca fue. De la misma forma, un numerario que pide la admisión, que hace la oblación, y hasta la fidelidad, resulta que después de 15 años, puede darse cuenta que en realidad nunca fue numerario, Dios nunca lo llamó para que fuera numerario.

Pero lo más interesante de este “deshacer con retroactividad”, es que los directores del Opus Dei, que tienen gracia de estado, como bien dijo el santo fundador, y a los cuales se debe obedecer siempre porque son los que nos comunican la voluntad de Dios, quizás no tengan vocación. Si vos fuiste numeraria 15 años, habrás ocupado varios cargos internos. Habrás decidido (luego de verlo con Dios en la oracíón, claro)  si X tenía vocación de numeraria o no, si habría que plantearle la crisis vocacional a Y, si a Z se la debería dejar hacer la admisión o mejor la hacemos esperar un poco, etc. Resulta ahora que una persona sin vocación puede estar en el Opus Dei tomando decisiones, formando a las nuevas vocaciones,  comunicando el espíritu del Opus Dei, pero no siendo ella misma Opus Dei??

Si en 15 años nunca fuiste ni secretaria de un centro, bueno, no hace falta que expliques nada, está claro que el Opus se deshizo de vos, porque más vale tener una cooperadora que pone plata, hace número en los retiros, habla bien de la obra y trae amigas, que una numeraria que en lugar de sacar trabajo, crea más trabajo para los demás miembros.

En fin Constanza, espero que así como Agustina tuvo la atención de publicar tu aviso, tu tengas la paciencia de explicarme la historia de los traidores alegres porque, sinceramente, no la entiendo.

atomito




Publicado el Monday, 07 September 2009



 
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