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 Tus escritos: La Pasión y la negación de uno mismo.- Coplasuelta

010. Testimonios
coplasuelta :

Calandria, ¿por qué supones esas interpretaciones de la cosa como buenas? ¿quién te ha hecho creer que la Iglesia se acaba de fundar y que la cosa es la verdadera Iglesia? El Evangelio conocido lleva más de 20 siglos en el mundo y la Iglesia ha discernido todo tipo de carismas. Las páginas que relatas han sido la inspiración para la entrega de cientos de miles de santos, católicos sin reconocimiento oficial de santidad y el quicio de la Teología más elevada.

La cosa ha recogido ese mensaje en la parte y en la manera que conviene a su carácter sectario. Ha recogido y expresado la parte el mensaje revelado en el que conviene a su moral de clase media mal discernida. Nada en la Iglesia, ni en su Tradición se atreve a decir que el listón puesto en la Pasión de Cristo sea una justificación para lo que dices. Es evidente que ha habido grandes desviaciones. La cosa no es nada original en eso. La visión de ser elegidos para vengar la muerte de Cristo es algo que hemos reconocido en la ingente tarea de las iglesias reformadas y han tenido el coraje y la decencia de separarse. Algunas de ellas gozan de un poder y de un número de miembros que, según las categorías en las que las sectas miden el favor divino del que gozan, superan a cualquier organización de la Iglesia Católica...



La capacidad de entrega de Cristo, en nuestra Tradición, se mide en algo que permite hacer de tus palabras y opiniones una sarta de consuelos que, al final, sólo sera origen de profundas enfermedades de la personalidad.

Cristo, en nuestra Tradición, se encuentra en su Pasión, en el sentido más literal, con algo que San Ignacio, relata con toda claridad y sincronía. Te lo nombro al él por ser, además, algo cercano a nuestra cultura española.

Los juicios a los que fue sometido fueron varios. Entre ellos hay dos que tienen que llamarte la atención. Los verdaderos creyentes, los que detentaban el poder religioso, los hombres que dirimían las normas para la santidad, por un lado, y las interpretaciones para acomodarse a la cultura romana del momento, por el otro. Cristo pasó por lo que pasó porque “convenía” a las visiones sectarias y al mantenimiento en el poder de esas dos sectas que esperaban, con el tiempo y adecuándose al poder romano, el advenimiento del verdadero Mesías o la adecuación definitiva del pueblo judío al orden mundial impuesto por Roma.

La posibilidad de imitar a Cristo en esas circunstancias buscadas de forma artificial e institucionalmente, suena a la pretensión presente en nuestra Historia común no pocas veces. El uso y el abuso de la autoridad no es algo nuevo.

Fijate lo artificial que puede llegar a ser, como otras organizaciones dentro de la Iglesia – Templarios, Ordenes de Caballería, etc. - que en su mismo corazón del carisma rechina hasta el infinito y más allá. Un católico sin una llamada especial tiene en la cosa una llamada a la santificación por medio de trabajo. Explicame cómo es posible estar casado y que la referencia directa a mi santificación no sea mi esposo o esposa, sino el medio de vida que sirve para sobrevivir. Explicame cómo es posible que se de una especial relevancia al estado seglar y que la única diferencia con el resto de consagraciones sea el trabajo cuando todas las fundaciones dedican una especial mención al trabajo pero sometido al corazón de su carisma. La pretensión de un fundador es elevar a estado de normalidad la santidad de los católicos sin pasar por una vida consagrada - lo que ellos denominan, sin cambiar de estado- y se encuentran, al pasar por la puerta de esa “normalidad” que son instrumentos fofos y sin personalidad de un estado de vida artificial y vacío sólo orientado a la mayor gloria de la organización.

¿Cómo es posible que una organización de católicos normales pasen a vivir esa experiencia única de ser católicos normales, dentro de pisos y edificios donde cada elemento físico y cada palabra esta medida por cientos de normas, reglamentaciones y consejos?

¿Cómo es posible que la Dirección espiritual se encomiende a personas normales y corrientes, sin más formación que un puñado de resúmenes del tomismo del siglo XVII.y que carecen de toda experiencia de vida y, por supuesto, cualquier madurez espiritual y que se convierten, por que no pueden hacer otra cosa, en espías, delegados del partido, correveidiles, cotillas, delatores, difamadores juzgando vidas, conciencias de personas concretas y todas aquellas personas que se relacionan directamente con ellas de forma oral y escrita, dejando rastros de esa miserable actitud en la burocracia interna?

No sé si ves la desproporción entre ser una cristiano o un miembro más de la comunidad, de la sociedad, y el trasiego de normas, recomendaciones, reglamentaciones, consejos, juicios, decisiones y papeleo. Algo ha perdido el sentido hace tiempo. En el camino de la fundación, para diferenciarse de los demás, en el descubrimiento de la vida normal de cristiano, se han ido sumando normas, acumulando actividades piadosas, promovido iniciativas, huyendo hacia adelante contra todas las objeciones y opiniones de hombres y mujeres con sentido común y sobrenatural que sirven a la Iglesia con toda entrega? ¿Cómo es posible que no hayas caído en la cuenta de que quien te pide pasar por la Pasión de Cristo te está diciendo que no tiene nada mejor que decirte para explicar su fracaso? ¿No entiendes que tras la Cruz, lleno de heridas, llega la Resurrección? ¿No entiendes que quienes imitan la vida de Cristo hasta el heroísmo no han imitado la Pasión sino el sentido de la entrega por AMOR, AMOR, AMOR, a los demás, no para satisfacer las necesidades de venganza de un Padre cruel y frío, distante, enojado y insaciable en su enojo hasta no sólo poner en peligro la vida de su Hijo, sino en hacerle pasar por una muerte humillante y rastrera, de un pobre desgraciado preso y juzgado por los tribunales romanos?

Fijate bien. Un hombre dominado por el pecado, abusando de la inocencia y la confianza sobre los que tenía poder y autoridad, consagra de por vida a cientos de religiosos, los ordena sacerdotes si hace falta, llena el mundo de colegios, universidades e iniciativas variadas y llenas de fruto.

Esta tirado fundar una secta, un grupo de adeptos que hagan todas las mañanas o las cosas más insensatas o las más nobles.

Fijate bien. Un hombre dominado por una visión absolutamente normal, sin nada nuevo que aportar, se lanza a fundar una institución que tiene como cometido buscar y encontrar justificación a esa visión y, para ello, ha de reformular todos los aspectos de la moral, la teología y todas las ciencias humanas y divinas, para que pueda encontrarse algún atisbo de carisma especial.

Una persona que, por hacer caso a los que le conocieron y que no le deben nada, no dejaba de ser la imagen, repetida en su generación por las cuatro esquinas del orbe, en el que por una idea mal traída embarca a inocentes en acciones delirantes para lograr una utopía a unos años vista.

Las formas más entregadas o los carismas más duros en sus exigencias no acaban con sus miembros de la forma que lo hace la cosa esta. No hay engaños y comeduras de tarro sistemáticas y dirigidas por normas y consejos. No tienen como objetivo hacer desaparecer a las personas para que aparezca una entelequia superior. Lo más vergonzoso, duro y terrible es ver a un grupo de la Iglesia bajando al nivel de una secta, de un partido de masas, a un grupo ideológico, a una pandilla de mafiosos, en medio de la cultura preñada de la Revelación que ha alcanzado las cotas más altas de progreso humano y material jamás conocido. Me da vergüenza que en mi biografía aparezca mi relación con el grupo de personas a las que desprecio como desprecio a cualquier grupo que se organiza para someter a los demás por medio de totalitarismos. Al igual que ha habido cientos de fundaciones en la Iglesia para todo tipo de necesidades, y muchas de ellas por la vanidad y soberbia de prelados de toda ralea, creo que, como esas organizaciones, la cosa desaparecerá como un ejemplo más de lo fácil que es empezar y que poco duran los atajos para llegar al poder aprovechándose de la Iglesia. En definitiva, utilizando la Caridad, ten mucho cuidado con la gentuza que parecen pastores y son lobos. Los lobos jamás cazan solos.


Insisto en un punto esencial. ¿Te puedes llegar a creer que el trabajo sea algo desde donde un casado pueda edificar su destino divino? Puede llegar a ser un carisma propio de una forma de vida dentro de la Iglesia. ¿Seguro? Lo central de una vocación matrimonial, sacramento, jamás puede ser sustituido por un carisma especial y reservado, por definición, a quienes son llamados fuera de los cauces comunes de lo que consideramos católicos.

Existe otro dato. Cuándo uno vive algún carisma especial no puede embarcar en ello a terceros. ¿Tú crees que está en los planes de Dios un derecho omnipotente sobre los hijos para dejar Caceres e ir a Siberia con 8 hijos para fundar una comunidad de lo que sea? ¿Estás segura de que los hijos, como Jesucristo, tienen que sacrificarse completamente por algo a lo que no han sido llamados y no es su carisma sino, en el mejor de los casos, de sus padres? ¿Tu crees que para servir a un carisma hay un 90% de las personas llamadas que tendrán que ser sacrificadas, como Jesucristo en la Pasión para que un 20% realice un carisma que, lo siento mucho, mis abuelos vivían sin necesidad de esa parafernalia, siendo, ellos sí, católicos normales? ¿No te das cuenta de que si un carisma necesita ese nivel de fracaso para hacer algo no hay tal carisma? Sino hay Resurrección no hay Cruz porque se convierte directamente en un sistema de ajusticiar. Si nos quedamos sólo en la Cruz no hay nada cristiano. Y san Pablo te dará lecciones de como superar a los fariseos por creer en la Resurrección.

Lo más crudo, estimada, es que esa forma de vida se conoce, se ha estudiado, y genera enfermedades psicologías y, siendo la santificación del trabajo su meta, ¿qué profesionales son capaces de ocultar esos avances en el conocimiento de las taras que provoca la vida sin sentido y lamentable a la que se exponen esas personas?

Sólo un deseo imperioso por dominar, por manipular, por el poder y el dinero es capaz de mantener a algunas personas, al 10% que esta soportando el tirón. Y ya sabemos que esas personas, sino cursan depresiones y neurosis es que son psicópatas puros y duros, que subliman con la supuesta santificación el parasitismo institucional.

Así pues, este grupete de santones del trabajo reunidos en no se sabe que prelatura, podrán llegar a ser el siguiente ejemplo de como no se hacen las cosas y que parece que es una enfermedad crónica en nuestra Iglesia. Si lo que te preocupa es la entrega de un mismo hasta la desaparición de uno mismo, no le des más vueltas. Eso se llama muerte. Aquí, al otro lado, se llama sectario.

No sé cuando se perdió el camino. No sé cuando entro a jugar la soberbia y el orgullo, cuando entro en barrena la consideración de que no había nada de nada. Las demás ideologías o sectas pueden vivir décadas en medio de una visión desviada y dejar un rastro de maldad como toda herencia. En esta página se han denunciado partes claras de ese rastro. No hay otro misterio en estas páginas, ni otra pretensión. Muchas de las personas han vivido situaciones propias de las peores épocas del comunismo soviético o maoísta y se repite sin piedad en nuestros días.

Y llego a lo más asombroso. El pasar por la Pasión de Cristo por culpa de los que se consideran sus amigos es el mayor grado de sufrimiento de la misma Pasión. La creación de un sistema que eleva a organización la presencia de Judas en la vida de Cristo, tiene que llamarte la atención. Pero no te quedes en ese momento. Sigue, lee la parte de relativa a la Iglesia y a San Pablo. Deja el Antiguo Testamento y a sus escribas. Pasate a la Iglesia de los santos no a la de la traición por unas monedas de un puesto aquí y otro allá, de una prelatura más o menos, de las normas y la burocracia de clase media podrida de prejuicios.


La segunda argumentación que te vendrá a la mente será el momento crítico de la Iglesia. Toda la inconsistencia, toda la retorcida y podrida forma de manipular se debe, según esa secta, en que estamos en un momento crítico de la Iglesia. Por arte diabólico, se ha colado en todas las formas de vida católicas un denominador común. Se ha cedido a la cultura de la rebelión del hombre contra Dios en sistemas que, asentados en ideologías ateas, no sólo han sometidos a pueblos enteros sino que gobiernan la Iglesia. Aldabonazo, campanario o como lo llamará Escriba, para decir que no hay nada que hacer. Cerrarse en banda hasta que pase la tormenta. Cuando escampe la Iglesia será lo que tiene que ser y la cosa será la joya más preciada. Si que muchos de los españoles que vivieron los peores momentos de la aplicación sesgada del Vaticano II encontraron en la cosa un refugio. Ahora bien, con el paso del tiempo, esas personas no han sido reorientados hacía una interpretación honesta y seria del Vaticano II. Como la cosa misma, esas personas habían perdido poder y sólo eran un sindicato de afectados. En eso quedo la broma. En cuanto fracasaron todos los intentos de golpe de Estado, reorientaron sus días hacía el PP y así nos va.

Cuando un carisma recién llegado depende tanto de la pasta y el poder temporal, es lo que pasa. Pierde el sentido objetivo y claro de la Salvación y se dedica a la conspiración paranoica. Y aquí te quiero ver Calandria. La negación de la personalidad por una causa se llama fanático. Si se organiza institucionalmente se llama miembro de partido o secta. Y en esas estamos. Es el tiempo de los fanáticos religiosos, los únicos que nos quedan del siglo pasado por domesticar. Ya me dirás en que se parece un fundador que lanza a los demás al fanatismo con Jesucristo. No conozco ningún fundador que no diera ejemplo viviendo su carisma el primero. Ya me dirás que tengo que imitar yo la vida de una persona que se ha dedicado a decir como la tienen que vivir los demás. No te fíes de quien te pide semejante entrega sino lo ha hecho el primero. No te fíes de quien tiene que poner en estado de excepción su fundación cada cinco años, no te fíes porque te están pidiendo que te adaptes a lo que ellos digan según lo que les convenga y nada de eso es de Dios. Hay un palacio en Salzburgo que un cardenal dedico a su amante. Una obra imperecedera, una joya arquitectónica, que sobrevive ¿Será de Dios su construcción? No se cae, nadie le envía un rayo. Ya ves. Hasta los peores tienen sitio en el Mundo. Si quieres nos vamos con dinamita a violarlo, como los talibanes y las obras del budismo. No sabes cuanta gentuza actúa y actuará en nombre de Dios. Pero no tenemos excusa. La Iglesia tiene muchos santos donde recoger nuestras almas en el discernimiento de la pregunta esencial ¿por qué Dios vio qué era buena mi existencia? Si no ves esa bondad en tu miseria no podrás tener la limpieza de corazón suficiente para entregar tu vida a esa razón fundamental. Lo que ha oscurecido ese padre ensotanado es al Padre. Pero ese oscurecimiento, que la cosa considerá virtud de un ser superior, se debe a un desvarió teológico que nos llega hasta hoy. Gracias a Dios la vida de los santos antes de Escriba salvaron ese abismo y mostraron la paternidad divina por encima de la razón herida de metafísica heladora.

Te queda la argumentación final. ¿A dónde vas a ir fuera de la cosa? Verás entre las fotos de está web que se puede ser todo lo que desees. Con los cinco minutos de Evangelio al día, la misa a toda prisa y con las lecturas cerradas a cuatro libracos de un iluminado ¿cómo vas a pasar de una lectura de la Pasión tan simple? ¿No ves que es la experiencia de un fundador que estaba más frustrado y amargado que otra cosa?

Un consejo personal. Huye de los cenizos y negativos. No te digo que te acerques a los superficiales y fiesteros. Digo que te acerques a los que van, alguna vez, de fiesta, de alegre y sano pasar el rato con buenos amigos, que te estás calentando mucho la olla con teología de mesa camilla.

Coplasuelta




Publicado el Monday, 28 September 2009



 
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