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 Tus escritos: Justicia para unos padres.- Daniel_M.

080. Familias del Opus Dei
Daniel_M :

Apreciado Miguel_M:

He leído tu carta del viernes pasado. Deseo que recuperes a tu hijo y que se resuelva el grave asunto que nos has contado. Te planteo una serie de observaciones e ideas sobre lo que has escrito:

1.     Tu hijo tiene 20 años. Por tanto, es mayor de edad. Si acudieras a la jurisdicción civil, te dirían que no tienes “derecho” a reclamar nada, porque él es libre para tomar sus decisiones. Es adulto. Puede, si quiere, no mantener ninguna relación con vosotros. Esto choca con los sentimientos normales que debería tener un hijo, pero, legalmente no se le puede exigir nada.

Pienso que si acudes a la Iglesia, tendrás cierto obstáculo por el hecho de su mayoría de edad. Como adulto que es, puede perfectamente ingresar en una orden religiosa, instituto secular y prelatura personal si así lo desea. Sé que pitó con 15 años, y en un mes; pero él, ahora, es adulto y se mantiene en su decisión de ser numerario del Opus Dei...



Sé que tu planteamiento es poder acceder a tu hijo, y tener una relación personal con él. Pero si reclamas esto a la Iglesia, que es algo justo, tendrás que diferenciarlo muy bien de cualquier oposición a la “vocación” de tu hijo.

Es decir, no puedes “ni en apariencia” oponerte a la decisión vocacional de tu hijo. No debe parecerlo a los ojos de la Iglesia. Me parece que dicha oposición podría ser considerada injusta. Recuerda el caso de Santo Tomás de Aquino, que siendo hijo de nobles, se escapó del castillo de la familia para seguir su vocación de fraile. Como padre creyente, no te puedes oponer a la decisión voluntaria de tu hijo de ser miembro de una entidad eclesial. Por tanto, diferencia y concreta bien en tus reclamaciones lo que deseas.

Ten en cuenta que si acudes a la Iglesia, es posible que el Opus trate, por todos los medios, de presentar la situación de manera favorable a la institución. No tienen reparos morales de alterar la situación de la manera más conveniente para ellos, aunque no sea la verdad. Podrían decir que sois unos padres que se oponen a la vocación que Dios dio a su hijo.

2.     Creo que no debes agobiarte mucho, por este asunto. A ver, te puede parecer extraño lo que te digo; sé que es tu hijo, que quieres lo mejor para él, que parece mostrar un lavado de cerebro profundo. Pero te encuentras en una situación análoga al de un soldado que comienza una guerra, y no ante una batalla. La guerra consta de varias batallas y requiere tiempo llegar a la victoria final. Vuestro asunto va para largo, necesitarás paciencia, y mucha fe en Dios. Tu problema con tu hijo no se va a resolver en poco tiempo.

Aquí va a influir varios factores. El más importante será si la vocación de tu hijo es real o no. Si la vocación que dice tener es un “postizo”, la típica “vocación” inducida por el Opus en los que quiere captar y que no responde a la verdadera vocación personal, has de saber que tu hijo acabará saliendo del Opus Dei.

Podrá llevar un tiempo, quizás unos años. Pero saldrá del Opus Dei. Si la vocación “nace” de manera falsa, si no es auténtica, nunca se mantiene. Creo que por lo que cuentas de lo que ha pasado con tu hijo, es razonable sospechar que su “vocación” sea de las falsas y que la acabará dejando. Aunque haya que esperar el momento.

3.     Convendría que acreditaras de alguna manera todos estos impedimentos del Opus Dei para que puedas hablar y acceder a tu hijo. Lo mejor con un detective privado o de forma notarial. Esto para poder justificarte ante cualquier instancia de la Iglesia.

4.     Siento que a tu mujer la haya difamado un cura del Opus. Lo que suele pasar a una madre que ha tenido que dedicarse especialmente a un hijo por problemas de salud, es que tenga muy desarrollada una percepción especial hacia la salud de sus otros hijos. Y que sea más sensible a como puedan estar.

Esa actitud noble ha sido calificada miserablemente por un pobre desgraciado de sotana. Quizás de esos que divulgan la intimidad de las charlas a los miembros del consejo local y delegación. Espero que no te afecte lo que un cura de esa calaña pueda decir. Según tu carta, su madre ha estado mucho más hábil en preocuparse por su hijo, que esa supuesta familia espiritual.

5.     Me gustaría sugeriros una serie de medidas que podéis adoptar en relación a vuestro hijo. El hecho de no pagarle los estudios en otra comunidad autónoma fue muy acertado. Diría que es aconsejable que vayáis siempre por esa línea. No se lo paguéis ni aunque se quede en Cataluña.

Te aconsejo que le desheredes. Vives en Cataluña, que tiene un derecho civil especial al respecto. Creo que puedes hacerlo, desheredarlo. Así que vete al Notario y tras relatar todo el comportamiento de vuestro hijo, y el de esa institución, y vuestras circunstancias de salud, desherédalo. Con testigos, mejor. Luego, comunícalo a tu hijo mediante requerimiento notarial.

En esa comunicación deberías explicarle que como padre tienes el deber moral de indicarle que está en situación objetiva de pecado mortal, pues falta al cuarto mandamiento de la ley de Dios, que preceptúa “honrarás a tu padre y a tu madre”. Y se refiere a padre y madre biológicos. Mandamiento que no está eximido de cumplir por ninguna disposición eclesiástica (ni siquiera de una prelatura personal) por ser una ley divina.

Le dices que como padre tienes el deber ante Dios de enseñarle que una mala acción tiene consecuencias. Que es tu responsabilidad ante el Señor y que debes cumplir con ella, también por amor a tu hijo. Y que este deber no caduca aunque ahora sea mayor de edad. Le dices que ya que no mantiene ninguna relación con su familia, la única manera que tienes de cumplir con tu deber de padre católico (pues tú si cumples con el cuarto mandamiento, en relación a los hijos) es imponerle la pena medicinal de ser desheredado. Que no es tu deseo, pero es tu deber de padre católico.

Asimismo le comunicas que, ya que ha dicho que tiene una nueva “familia”, por el mismo motivo no vas a abonarle ni un solo gasto futuro (sea de estudios, ropa, etc.). Pues al haber despreciado a la familia que Dios le dio y mandó honrar –sus padres- no se ha hecho digno de recibir nada de quienes ha despreciado. Y que cualquier gasto futuro entiendes que será abonado por quienes él dice son su “familia”.

6.     Quizás lo anterior te parezca fuerte. La verdad es que pienso que es muy aconsejable. A él no le quedará más remedio que comunicárselo a sus directores. Que no tiene dinero, ni oficio ni beneficio, que sus padres no van a pagarle nada, que le han desheredado.

Muchos conocemos como es realmente el Opus Dei. Una entidad totalmente utilitarista de las personas. Si un miembro le sirve, lo usa. Si no, prescinde en cierto tiempo de él. Si te mantienes en lo anterior. El Opus verá que este “miembro” ni le aporta dinero –sólo gastos de manutención, vestimenta y estudios- ni se lo va a aportar en muchos años. Tiene 20 años, pero para terminar una carrera y “colocarse” puede tardar otros cinco o seís. Encima no parece que tenga una “buena” salud.

Es posible que pronto algún director –o la misma delegación- descubra en relativamente poco tiempo que tu hijo “no tiene vocación” y le echen.

7.     Quiero terminar con una reflexión a unos padres creyentes. Como sabéis el sufrimiento acompaña a la vida del cristiano. La situación de vuestro hijo es sufrimiento para vosotros. Hay que ver a Dios detrás de esta situación, y responder a lo que Él espera de vosotros; que será más fe, esperanza y caridad. Creced en esas virtudes. Seguramente lo estáis haciendo ya. La caridad, el amor a Dios y a vuestro hijo, será vuestra motivación para defender vuestro derecho a tener relación y trato con vuestro hijo sin que el Opus Dei sea una barrera.

Por amor iréis a la Conferencia episcopal, y a la Santa Sede, para plantear el derecho de unos padres a relacionarse con sus hijos sin que el Opus Dei pueda impedirlo. La esperanza se debe desarrollar con el tiempo, puede ser que tardéis años, pero hay que esperar. Las vocaciones “falsas” por ser inducidas, fruto de la manipulación, nunca duran. El Señor pone límites a las injusticias y a las falsedades.

8.     En cuanto a vuestro hijo, ha comenzado la vida, y merece recibir esta lección. En su situación hay algo que Dios también le quiere mostrar. Quizá aprenda y descubra que no ama de verdad a Dios, pues se atrevió a negar a sus padres. Quien sabe.

9.     Si en el futuro tenéis ocasión de hablar con él, e insiste en la sandez de decir que tiene una nueva “familia”; sería bueno hacerle reflexionar. Podrías decirle lo siguiente:

a.     Cuando escribiste la carta al Padre pidiendo el ingreso en el Opus Dei, ¿Te contestó el Padre? ¿verdad que no? ¿Pues qué padre no responde a una carta de su hijo?

b.     Yo soy tu padre y no dudaría en reconocerlo ante cualquiera, de palabra y por escrito. El prelado del Opus Dei, ese Padre, ¿estaría dispuesto a reconocer de palabra y por escrito que tú eres miembro del Opus Dei, un hijo suyo?

c.     Por el libro de familia consta que tu madre y yo, somos tus padres. ¿Tienes algún documento oficial del Opus Dei que diga que tú eres miembro del Opus? ¿Si es ahora “tu familia” porque no tienes esa constancia documental de formar parte de ella?

d.     Si escribieras una carta al Padre, como muchos miembros hacen anualmente, ¿Te contestaría el Padre? ¿Te enviaría al menos algún acuse de recibo?

En vez de ir directamente a cuestionarle su presunta “vocación”, lo que hay que hacer que es él mismo compruebe lo que le dices. Que tu hijo le pida al Padre todo lo que le dices. Si esa “familia” lo es, seguramente le darán todo lo que pida, ¿verdad? Que descubra por si mismo si en esa “familia” su nuevo “Padre” le reconoce como “hijo”.

Te deseo lo mejor y agradezco la paciencia con que has leído mi escrito. Rezo por vosotros y deseo que ganéis esta “guerra” por recuperar a vuestro hijo.  

Daniel_M.

 

Nota: desheredar, si la relación de tu hijo con vosotros cambiara, siempre es posible. No es algo definitivo. Un testamento puede ser revocado por otro. Pero si lo haces, sé firme en esa decisión. Ese acto, gesto, da igual lo mucho o poco que tengáis, es muy claro.




Publicado el Wednesday, 18 November 2009



 
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