Discrepo totalmente de los argumentos que aparecen en el escrito de la supuesta Numeraria María_M. Y digo supuesta porque ése no es el modo de razonar de alguien real, y menos de una joven:

1)      Esa apología -burocrática, sin alma, inhumana- de la institución es más propia del oficial de turno de la Oficina de aop (responsable de la intoxicación mediática que en la Obra llamamos Apostolado de la Opinión Pública).

2)      Ninguna joven normal habla de sí misma diciendo que desde que está en la Prelatura es muy buena, ni tiene un sentido de distancia respecto de su propia biografía como para decir que va evolucionando satisfactoriamente.

3)      Una joven de hoy se mosquearía ante el sufrimiento que aflora cada dos días en esta Web y nunca diría «en cierto modo me duele», ni un impersonal «no podemos acostumbrarnos a que la gente sufra innecesariamente».

4)      Y me gustaría saber cuál es el centro de esta supuesta Numeraria, en que hay tanta alegría, vienen tantas chicas, les inculcan tanto que estudien y no las apartan de sus familias. Porque la realidad que yo veo es que los Centros de san Rafael están muy vacíos, son cada vez más luto, y a las Numerarias jóvenes les van quitando ladinamente la ilusión profesional y sus vínculos familiares, porque ven que a las que tenemos trabajo independiente y no estamos emocionalmente aisladas, no consiguen someternos.

            Sea de ello lo que fuere, de lo que no me cabe la menor duda es de que los perjuicios padecidos por los damnificados del Opus Dei, no se deben a fallos de personas que no han sabido  poner en práctica lo que la Prelatura exige, sino justo lo contrario, a que esas Directoras y Directores han antepuesto lo que la organización les indicaba, desoyendo su más elemental sentido de humanidad. Si fueran fallos de las personas, serían muy variados. Pero no, aquí los perjuicios siempre son los mismos y, además, se producen de una forma tan implacable que ningún ser de buena voluntad se atrevería jamás a perpetrar en nombre propio, sin la justificación de una misión institucional.

            ¿Qué persona de mínima humanidad mantendría sin Seguridad Social a tant@s que gastan sus vidas en tareas internas, y permitiría que luego se fueran de la Obra sin nada  para sostenerse? No, María_M, las faenas que sistemáticamente se perpetran en la Obra son de tal gravedad e inhumanidad que nadie sería capaz de responsabilizarse en solitario. Se llevan a cabo porque así lo mandan l@s Director@s, siguiendo las directrices divinas  establecidas por Escrivá y sus sucesores. Léete el Vademécum para el gobierno local y verás que todo eso es lo previsto institucionalmente.

Trinity