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010. Testimonios
Al chile :

El Correo de Daniel M del 4 de enero pasado y Josef Knecht del 11 de enero me trajeron recuerdos de mi estancia en Roma que pueden ser útiles sobre los temas que podemos reclamar al opus. Me vienen a la mente vivencias aparentemente sin importancia pero ahora me hacen sentido.

 

Un alumno del Colegio Romano, ahora sacerdote, que en los veranos tuvo como encargo el fichero fotográfico de la casa central de la obra de dios llamada Villa Tevere, platicaba durante las comidas lo visto en esas fotografías. Junto con otros se dedicaba a escribir en las cartulinas el nombre de las personas que aparecen en cada impresión. Esas fotografías ahora las han digitalizado pero en ellas aparece documentado gráficamente desde los primeros tiempos la vida en Roma de quienes han estado cerca del fundador y sucesores. A muchos de los que escuchaban esas pláticas aparentemente intrascendentes les molestaba enterarse que esas fotografías se guardan con los nombres de todos y el suceso que recoge la foto. Seguramente cada uno de quienes pasamos por ahí estamos en ese archivo. Nos decía el alumno que el fichero tiene refrigeración para conservar los negativos y está o se encontraba en la oficina sin ventanas cerca del oratorio de San Nicolás de Bari en Villa Tevere con entrada por el pasillo que comunica los números 73 y 75 de Bruno Buozzi...



En comisiones, asesorías regionales, asesoría central y consejo general tienen archivos con los datos de todos los que han hecho la admisión al opus. De hecho desde Roma piden que cada 10 años se actualicen las fotos de cada uno. Este archivo junto con el que comento de Villa Tevere tienen los nombres sin excepción de todos los que hicimos la admisión en la prelatura sin que estemos al tanto. Va contra el derecho a la privacidad y es un punto concreto en el que se puede actuar de acuerdo a lo que menciona Daniel M en su escrito.

 

Esos archivos tienen informes ascéticos, nuestra fecha de admisión, fidelidad, fecha de baja y la razón por la que se salió del opus. Los fallecidos de la obra tienen la fecha de su muerte y conservan de algunos difuntos objetos personales como el reloj o escapulario. En ocasiones el consejo general pide que se destruyan avisos que dejan mal parado al difunto. Pero todos los que pasamos por la prelatura tenemos algo en esos archivos, lo tienen. No lo duden.

 

Ese archivo fotográfico también muestra involuntariamente los trozos con los que se ha creado el mito opus-fundador. Un día ese muchacho comentó que había encontrado una fotografía del Cristo que el fundador decía le había sido casi revelado por inspiración divina. Aquel que él diseñó por designio de Dios junto con el artista Sciancalepore y del que luego destruyeron el modelo después de hacer dos copias. Ese Cristo vivo y sereno, con los ojos abiertos, viendo de frente a quién lo contempla.

 

 

Pues resulta que en ese archivo existe una fotografía del Cristo, igual al que le fue inspirado al santo en dónde lo único que cambia es la inclinación de la cabeza. Por detrás en la cartulina se apunta que el Cristo retratado adorna una tumba en el panteón Cimitero Monumentale del Verano. Cuando dicho alumno comentó eso durante la comida, a Don Valentín Gómez Iglesias, la chuleta se le fue chueca y los ojos se le salieron de órbita. Luego pidió que el próximo día libre lo llevaran a verlo. Al día siguiente mejor nos dijo que ya no lo lleváramos. Lo pensó y seguramente no quiso perder una de las pocas ilusiones que le quedaban de la supuesta piedad de origen divino del fundador y su obra.

 

Además de los archivos, en las tertulias en Roma se escucha la verdadera historia del opus, sin mitos ridículos y exageraciones. Como el relato que dice que cuando se pretendía dividir a la prelatura el fundador “presentía algo”. Contaba un mayor que ese "sentir algo inclina a pensar en algo sobrenatural”. Pues en una tertulia contaba ese numerario por qué el fundador sentía que "algo no iba bien", básicamente era que la gente que lo conocía en el Vaticano lo desconoció, le negaron audiencias. Por ejemplo, el fundador se enteró que un cardenal había dicho que no tenía nada que ver con él, cuando habían comido juntos varias veces, y así... De modo que lo sobrenatural de "sentir que algo no va bien", se reduce a no ser estúpido y entender que los amigos saltaban del barco como ratas porque se estaba hundiendo. En realidad no había nada sobrenatural que sentir y menos un sexto sentido divino supuestamente confirmado después por el cardenal Schuster de Milán, según cuentan las biografías del santo.

 

Otra anécdota que escuché de un mayor fue la siguiente: resulta que san fundador sospechaba que en algún momento los comunistas tomarían el poder en Italia y le preocupaba qué haría la obra de dios en ese caso. Los comunistas podrían entrar a saco a Villa Tevere y apoderarse de sus riquezas y los archivos, entonces abrió sus labios y dijo que se debía construir un edificio de las proporciones de Villa Tevere, pero en Suiza, por ser el país neutral por excelencia. Como la palabra del santo era inspirada, pues a juntar fondos y buscar el lugar, conseguir permisos, etc. Pero eso en Suiza no era fácil y carísimo. Nunca se hizo y no se habló del tema porque decir que el fundador había dicho que se debía construir y no hacerlo es traicionar la voluntad de Dios. Los mayores que vivieron en Villa Tevere con él sabían de Il doppione (el doble). Ese mayor, que era el numerario pintor Boro o “Boromir” como algunos le llamaban por el personaje del Señor de los anillos, comentó: "Ahora que está el edificio en Manhattan, se ha cumplido la voluntad de nuestro padre de tener un doppione". Pero del Portillo y Echevarría como que hicieron ojo de hormiga (se desentendieron de la voluntad del fundador) como decimos en México porque el edificio en Manhattan era otra voluntad expresa del santo pero ya muerto le dieron dos por uno.

 

Como comento en mi anterior artículo del 4 de enero, las publicaciones internas del opus y sus páginas de internet se hicieron con la idea de construir un mito y levantar un dique que contenga los deslices que los mayores que aún quedan y que vivieron con el fundador platican constantemente sobre la realidad de los hechos que la opus intenta presentar como de origen divino. Esas publicaciones y portales electrónicos no están pensados para ser un medio de expresión de los miembros de la prelatura y sus afines donde puedan decir lo felices que son y los rebotados que estamos quienes aquí escribimos. Sirven para crear una imagen no necesariamente real de la prelatura, sus labores, fundador y autoridades. El opus debe agradecer a OpusLibros la ayuda que le presta para que sus miembros-fieles se puedan expresar como ellos deseen y no enloquezcan por no tener un foro que les sirva de catarsis donde expresar la alegría desbordada que sienten por pertenecer a la opus y sus deseos por defenderla hasta de sí misma. Cada vez que un miembro-fiel o uno de sus apologetas escribe en OpusLibros siente un gozo extremo, casi orgásmico, por poder expresar su verdadero sentir y defender al opus sin tener que seguir una indicación de sus directores. Por eso pido que ejercitemos la paciencia con ellos y no les dediquemos un espacio en los escritos que ni nos piden ni se merecen.

 

Gracias a Daniel M por su escrito donde además de orientarnos sobre cómo proteger los datos personales de los archivos del opus, podremos encontrar también los trozos con los que armaron un rompecabezas sobre el opus, la persona del fundador y su supuesta espiritualidad, piedad y santidad.

 

Lo dijo Al Chile

alchilemexico@gmail.com

 

Nota Aclaratoria a mi escrito dirigido a Russell:

En los tres centros de estudio para hombres que hay en México viven: 6 en el de la ciudad de México que tiene capacidad para 48 personas.

Dos es Monterrey donde lo abren y lo cierran según cuenten con alumnos. Ese centro de estudios se terminó a mediados de los años ochenta del siglo pasado. Un edificio enerome pensado para más de 100 alumnos y la delegación. Como les quedó muy grande para la realidad que ahora vive la obra en esa ciudad, han puesto ahí también la delegación de mujeres, centro de estudios de auxiliares para unas pocas alumnas y un centro de numerarios. Aún así el edificio se ve desolado pues es enorme y con muy pocos habitantes.

En la ciudad de Guadalajara tienen 12 alumnos.




Publicado el Friday, 15 January 2010



 
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