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 Libros silenciados: Las riquezas del opus.- Dionisio

120. Aspectos económicos
Dionisio :

Querido Juan:

 

El 28 de diciembre del año pasado te dirigiste a mí con un escrito en esta web y yo no te he contestado hasta ahora. Soy consciente de que he sido desconsiderado hacia ti que siempre te diriges a todos con cortesía. Espero que eso no cambie, tu cortesía, como ya ha pasado con otros. Pido disculpas por mi comportamiento, pero comprenderás que ya me da una pereza atroz volver a discutir con los del lado oscuro temas tan evidentes. Especialmente cuando con constancia admirable aparecen por este vecindario defensores de “vuestro padre” y de su obra. Sin embargo, percibo en ti algo que me desconcierta, una especie de candor, que me anima a escribirte. De todas formas, no espero cambiar tu forma de pensar. Ni siquiera espero que realmente aceptes lo que digo. Mi mayor motivación es escribir para los que no saben bien de qué va la cosa, no vayan a pensar que tienes razón porque lo escribes tan candorosamente.

 

Comencemos por el principio. Me decías que estudiaste derecho y preguntabas si yo había estudiado medicina. Saber eso me ha abierto un poco los ojos sobre ciertas expresiones tuyas. Yo estudié ingeniería. Me vas dejar que cuente un chiste viejo y lo cambie un poco adaptándolo a derecho e ingeniería. En un supermercado, en la fila rápida, señalada con un cartel que decía solo 10 artículos, estaba un joven con toda la pinta de ser universitario empujando un carrito que rebosaba de artículos, por lo menos 50. La cajera burlona le interpeló a gritos diciendo “O tú eres de derecho y no sabes contar o eres de ingeniería y no sabes leer, pero esta fila no es para ti.”  Pues eso, creo que como yo no sé leer y tú no sabes contar, va a ser difícil que nos entendamos.

 

Tenemos exactamente la misma edad. Lo cual no significa nada, porque conozco a gente de mi edad de quienes cuanto más lejos esté mejor; bueno, pensándolo bien, a lo mejor significa que compartimos una posición generacional, que no es poco, y podemos utilizar un vocabulario similar y compartir experiencias sobre el Ginkgo biloba y cosas por el estilo. No sobre el Viagra, que de momento no me es necesario. No sé tú… Ni me lo cuentes.

 

Tú eres cooperador, yo no, gracias. A propósito, ¿sabes que cuando uno de los jefazos del opus me quiso proponer ser cooperador, luego de que les mandé con viento fresco, el tío me invitó a comer? Pa que tú veas lo importante que soy o que era. Esos tíos no te dan ni la hora y a mi me invitaron a comer… Todavía no salgo de mi asombro. Es la única vez que el opus me ha regalado algo desde que les conocí. Impresionante, pero yo impasible el ademán: nones. No quiero ser cooperador. Sería el colmo...



Bueno, entrando en tema. Tu me dijiste que quien quiera saber lo que pensaban “vuestro padre” y don Álvaro pueden leer “Amar a la Iglesia”, “Conversaciones”, etc. Eso de verdad que te retrata como abogado. Lo que no está escrito, no existe, más o menos viene a ser el lema de tu especie. Lo que está escrito es una prueba inapelable o casi. Pues mira, lo que escribieron esos dos señores, en lo que a mí respecta tiene la misma validez que la publicidad comercial, ya que con ese fin fueron escritos esos y otros documentos de la obra para uso público. Propaganda. Para saber lo que pensaban basta ver lo que hicieron, no lo que escribieron. Recuerda que Jesús, el Maestro, no escribió nada, ni siquiera mandó escribir, pero hizo cosas de las que todavía se habla. Eso.

 

Tu dices que “vuestro padre” es santo porque lo ha canonizado la Iglesia. Te atienes a los hechos. Otra vez salió el abogado. Oye, Juan, ¿tú sabes que la Iglesia, o mejor dicho, la curia, ya ha metido las patitas en otras ocasiones en el tema de canonizaciones? Supongo que eso te deja completamente indiferente, porque hasta que no lo descanonicen, tiene el título de santo y punto. Pues por eso no me hice abogado y en general los abogados no son gente de mi agrado. Para vosotros, las cosas no son lo que son, sino lo que los papeles dicen que son.

 

Intermedio guasón, para quitar tensiones. Déjame que te diga que hay profesiones como la de abogado que existen por culpa del pecado original, si Adán y Eva no hubieran embarrado la cosa tan malamente ahora no habrían abogados, no serían necesarios, porque nadie tendría tendencia al mal y por lo tanto buscarían el bien con toda su inteligencia intacta. Para qué leyes, contratos, negociaciones, juicios y sentencias. Para nada. En cambio los ingenieros siempre habríamos sido necesarios, para construir barcos, aviones, autos, puentes, caminos, casas, túneles, generar energía, telecomunicaciones, etcétera. Eso no habría cambiado con el pecado original. Cerrado el intermedio guasón.

 

La curia canonizó a vuestro padre para retribuir la gansada de millones que el lado oscuro volcó en las perforadas arcas vaticanas. Esa canonización fue un escándalo, no solo para Dionisio, que no cuenta, sino para muchas personas en la Iglesia y fuera de ella.  Todo lo demás, es música celestial. Pero eso en el lado oscuro importa un rábano. Me acuerdo de la frase esa de “servir a la Iglesia como ella quiere ser servida” o “servir a la Iglesia sin servirse de ella” y me da una risa… pero supongo que tú no te ríes, porque eso es muy serio. Pasemos a otra cosa.

 

Dices que en Vila Tevere no hay riquezas (a lo mejor es verdad que los abogados no saben contar) y por alguna frase tuya creo entender que tú has estado viviendo allí. No estoy de acuerdo contigo, pero como yo no he vivido allí no lo voy a discutir. Te veo capaz de sugerir que Vila Tevere debe ser más o menos como era el hogar de José y María en Nazaret, y que el Mercedes del Prelado no es mucho en comparación que el burro con el que entró Jesús en Jerusalén. Al fin y al cabo, el Mercedes creo que es regalado, igual que muchos, o todos,  los frescos y pinturas que adornan la sede central del opus, que dices fueron hechos por miembros de la obra. Los autos Mercedes son autos de lujo, regalados o comprados, digo yo. Los miembros de la obra no habrán cobrado por pintar y hacer muchas otras cosas a favor de ella, como lo hice yo en su día, pero eso no significa que no sean riquezas o que sean gratis. En mi casa no tengo estatuas que apenas cuestan 6000 euritos. Digo yo, pero no me quiero perder en minucias.

 

Candoroso (oye lo de candoroso lo digo sin guasa, de verdad, no te ofendas por eso) Juan, estoy seguro de que como cooperador que eres das cada mes una aportación económica, que puede ser en dinero o en especie. Será mucho o poco, pero ese no es mi problema. Es el tuyo. Yo no se cuántos cooperadores hay. A lo mejor tú lo sabes. Quizá lo diga la web del opus, pero yo no la leo porque mienten más que el almanaque zaragozano, como decía mi abuela. Pero digamos una cifra, incluso una modesta. Digamos que los cooperadores son 20.000. Si son más mejor para mis cálculos. Ahora piensa en tu aportación y multiplícala por 20.000 cada mes. La cifra que sale no es fea. Pero espera, faltan los supernumerarios. Estos dan también una aportación mensual y muchas extraordinarias. Pero quedémonos solo con la mensual. No se si estás enterado de que la aportación de los supernumerarios es libre, pero objeto de presión. Parece que he escrito una cantinflada, pero no, ahora me expreso mejor. Los supernumerarios teóricamente aportan lo que les parece bien, pero en realidad el director les llama y les dice, “oye, parece que no estás siendo muy generoso con el Señor,” luego el cura en la meditación les mete una buena con el óvolo de la viuda, luego el otro se entera de que el super llevó a sus hijos a Disneylandia y entonces le extorsionan otro poco más. Total que a los supernumerarios los ordeñan que da gusto verlo. Para esta labor hay auténticos especialistas. De eso, en general, los cooperadores os libráis. Hagamos una estimación de cuántos supernumerarios hay. Digamos 60.000, y si hay más mejor para mis cuentas. Pues entonces la cifra de tu aportación la aumentas un poquito, un 20% (por el efecto ordeño) y la multiplicas por 60.000 todos los meses del año. ¿Van saliendo cifras interesantes? Pero espera, aún faltan los numerarios y los agregados. Sus sueldos íntegros, para dentro. Y si pueden hacer alguna trampilla a Hacienda para que entreguen más dinero en casa, mejor. Y si el auto te lo compran tus padres, mejor. Y si le puedes sacar unas joyas a tu madre o a tu abuela, mejor. Y si tus padres y tus hermanos se van a un crucero les pides el dinero que habría costado tu crucero y para dentro, a caja. Y si heredas de tu abuelo, mejor todavía. Si tienes derechos de autor, viva tu madre. Etc. Esa es una cifra mucho mayor que la aportación promedio de un supernumerario. Multiplícala por la cantidad de numerarios (cifra esotérica) que tú quieras y a ver qué sale. Suma las tres anteriores y eso va directito a las arcas del opus, Sin decir ni pío, sin pagar impuestos, sin responsabilidad ninguna, sin dar cuentas a nadie. A lo mejor, Juan, como lo tuyo quizá no sean los números, te puedo facilitar las cosas. Durante los últimos años de mi vida en el lado oscuro, yo era el responsable de las finanzas en el centro donde vivía. Era lo que se llamaba un centro de mayores. Allí vivíamos unos 7 numerarios. Atendíamos a unos 100 supernumerarios, y contábamos con otros cien cooperadores. Deducidos los gastos, cada mes enviábamos una gansada de dinero a la comisión regional. El presupuesto anual de envíos a la comisión era algo alrededor de doscientos mil euros. Limpiecitos y netos. Y en esa cifra no cuento los sablazos que se les pegaba aparte a algunos supernumerarios y cooperadores ricos. Eso no entraba en mi contabilidad. Eran aportaciones extraordinarias.  Esto era solo un centro, de un país pobre donde la obra no está tan desarrollada como en México o España. ¿Cuántos centros como este habrá en el mundo? ¿Ves la danza de los millones?

 

Juan, quizá pienses que todo eso son solo las entradas, pero me callo las salidas. Porque “tu padre,” no el que te engendró, el otro, dice que las finanzas del opus son como la economía estrecha de las amas de casa que tienen que hacer milagros para llegar a fin de mes. Bueno. Ahora vamos a hablar de las salidas, pero si tú le crees al santo marqués no va a ver números que te abran los ojos.

 

¿En qué se le va el dinero al opus? Tú podrías pensar que en mantener a los numerarios y agregados enfermos, ancianos, en mantener a las necesitadas familias carnales de estos miembros, suena lógico. Pues no. Todo eso sale de la caja de los centros, antes de enviar a la comisión regional. El dinero en el opus sólo fluye en un sentido, de abajo para arriba. Jamás he visto que vaya de arriba para abajo. Teóricamente existe la posibilidad, pero eso no lo he visto jamás, pero aún en eso caso ese dinero va a título de préstamo que hay que devolver a las instancias superiores. Puedes argumentar que se va en las construcciones de nuevos edificios. Ya no se construyen tantos como antes, pero algo se hace y la construcción siempre es cara. Pues estás equivocado. Cuando los del opus quieren construir algo van a buscar quién lo pague, porque desde Roma no sueltan prenda. Más bien al contrario, hay que enviar a la comisión regional el 10 por ciento de los donativos que se reciban. Es decir que si una obra va costar cien millones tienen que recaudar 111.111.111 porque el 10%, 11.111.111 se van para las alturas, así, por la cara, sin mover un músculo. También podrías pensar que el dinero se les va en el mantenimiento de sus sedes e instalaciones. Falso otra vez. Cada sede se automantiene. Si hay que hacer alguna obra de mayor envergadura se les pide una aportación especial a los cooperadores y supernumerarios. Las casas de retiros y convivencias han salido todas del riñón de los cooperadores y supernumerarios. Se mantienen con la fortuna que pagas cada vez que vas a un retiro o convivencia. Pensarás, tal vez, que se lo gastan en la formación de su gente, suena convincente. Tampoco gastan en eso. Los estudiantes en el seminario de la prelatura los paga cada comisión regional a un precio no despreciable. Sin que esto sea freno para pedir becas para estos pobrecitos seminaristas, becas que irán a las arcas del opus en lugar de ir a pagar a seminaristas de Bolivia o de Angola. Es una pena. Veamos más posibilidades. Puede que se lo gasten en publicidad. Los folletos y hojas informativas que reparten a millones por todo el mundo no son gratis. Tampoco es eso. Todo eso lo finanzan los supernumerarios y cooperadores con las aportaciones que hagan falta. Ya sé, me dirá alguien, lo gastan en pagar a las personas que trabajan para ellos. Falso. El jardinero, el guardián, el obrero, el fontanero, el electricista que trabaja para ellos recibe el mínimo que establece la ley. Ni un euro más. No saben lo que es la justicia, mucho menos la generosidad. Además de que esos rubros no van a las cuentas del opus, sino al gasto de mantenimiento, mencionado más arriba. ¿Será acaso que se gastan el dinero en sus ampliamente publicitadas y escasas labores sociales? Montefalco, Tajamar, Elis, Yauyos y otras cuyo nombre no recuerdo. Yo he trabajo en varias de ellas y he sido testigo de las penurias que pasan para cubrir sus presupuestos. Jamás vino un céntimo desde arriba. Todo lo contrario. Las pocas labores sociales que tienen, para que no se diga que no hacen nada para los pobres, se mantienen con un patronato y sablazos a diestro y siniestro, incluyendo ayudas estatales, internacionales, o lo que sea. Pues tampoco es eso. Solo me queda pensar que se lo están gastando en ayudar a las misiones, a los refugiados, a los más pobres del mundo. En este caso, la verdad es que no tengo experiencia directa, porque nunca he tenido relación con instituciones de ayuda a los pobres. Con lo cual no puedo asegurar categóricamente que el opus no ayuda ahí. Sin embargo, debo decir que me extrañaría muchísimo, ya que no les dan dinero ni a los suyos que lo necesitan, sería raro de que les dieran a los que no conocen. Además que si les dieran algo puedes estar seguro de que lo sabría todo lo el mundo, ya se encargarían ellos de comunicarlo. Menudos son para eso. Si presumen de lo que no hacen, no dejarían de presumir de lo que sí hacen. Con lo cual, pienso que tampoco se les va el dinero por ahí. Las manos no las tienen agujereadas en esos temas.

 

Te voy a decir en qué se le va el dinero al lado oscuro y perdona por herir tu sensibilidad, candoroso Juan. Se le va fundamentalmente en ayudar a cubrir el déficit crónico del Vaticano, digo ayudar porque creo que el agujero es tan gordo que no lo cubre nadie. Y también se le va en engrasar la curia, la vaticana especialmente. ¿O tú como crees que se logra una canonización expres? Luego una parte nada despreciable debe estar en el capítulo de reservas convenientemente depositadas en Suiza, o Andorra, Luxemburgo o Islas Caimán. En Dubai no creo, porque son infieles.

 

Tú me dirás, “Dionisio, ayudar a la Iglesia no es malo, es virtuoso. Y tener reservas tampoco es pecado, es prudencia.” A lo cual yo te responderé que estamos completamente de acuerdo, siempre y cuando eso sea transparente. Si yo llamo al lado oscuro de esa forma es por dos razones. La primera porque me encanta la saga de la Guerra de las Galaxias; la segunda, porque en el lado oscuro está todo muy oscuro. Hasta las meditaciones son a oscuras. Jesús predicaba a plena luz, en la orilla de un lago, o en una montaña, en el templo o en los caminos, pero nunca a oscuras. ¡Qué afán por la oscuridad tienen en el lado oscuro, Señor! ¡Ilumínalos! Hasta las empresas comerciales que cotizan en bolsa publican sus finanzas. Y eso que las pueden leer sus competidores. Y no pasa nada. Las finanzas del opus son todavía más oscuras que los oratorios cuando apagan la luz para la meditación, porque en el oratorio al menos hay dos velas en el altar, pero sobre el flujo de dinero en el lado oscuro no hay ni el menor rastro. Aún así me dirás, que el que no haya información no significa que estén actuando mal. Pues si el opus no tiene nada que ocultar, que publique sus finanzas, que diga cuánto recauda cada año, que nos diga cuánto y cuándo ha dado al Vaticano, cuánto y cuándo a la curia para sus gastos varios, y cuánto tienen en sus reservas. No hay nada malo en eso. Pero no lo hacen, porque saben que algunos, más listos que Dionisio, empezarían a hacer comparaciones, y deducciones, de las cuales podrían resultar acciones no deseadas por el lado oscuro o por la curia. Por ejemplo, cuando un numerario fuera a extorsionar (espiritualmente) al supernumerario que las pasa canutas para pagar la hipoteca, probablemente el supernumerario le podría responder anda a pedirle al prelado, que tiene mucho más que yo. Efecto realmente indeseable.

 

Durante mi larga y divertida vida he trabado contacto, no diría amistad con varios obispos. Así como si nada. Recuerdo haberles sugerido que publicaran sus finanzas. Sería algo muy saludable para el pueblo cristiano, pues de lo contrario siempre estará flotando la sospecha de riquezas sobre la Iglesia. Pero no quieren, les asusta, prefieren tapar, esconder, camuflar. Es una pena. No me puedo imaginar a Jesús diciéndole a Judas, “esconde la bolsa que no sepan que llevas dinero.” Eso no es cristiano, pero son modos corruptos de hacer las cosas entre el clero.  Posiblemente, el opus, como organización clerical que es (lo laical es otro engaño) habrá heredado esa reticencia. Peor para ellos y que con su pan se lo coman. Yo no les voy a dar nada. Y si tú les das, tú sabrás lo que haces.

 

Esa historia de la monjas y las imágenes que le contabas a Ana, me ha dejado un poco en shock. ¿Eso es cristiano? ¿Jesús habría hecho eso? No me lo imagino dejando desfallecer de hambre y enfermar al fortachón de Pedro o al joven Juan, por no vender unas estatuas. Creo recordar que el Evangelio (no voy a buscar la cita) cuenta del escándalo de unos elementos (que podrían perfectamente haber sido del opus) porque los discípulos estaban desgranando espigas y comiéndoselas en día de sábado. Y me parece que Jesús les dijo algo que no les debió gustar. Como no me gustó nunca que “tu padre” mandara a sus hijos a otros países solo con su bendición y un crucifijo. Yo conocí a los dos que mandó a Austria. Parece que lo pasaron bastante mal. Hablaban poco de esos tiempos, pero de lo poco que decían sabías que pasaron hambre de verdad. Uno de ellos, cura, tuvo que ponerse a jugar como futbolista profesional (no ganaba lo que Messi en la Austria de postguerra) para poder sobrevivir miserablemente. No fue un paseo, y mientras, el santo marqués construyéndose su palacio (palazzini) romano, que según tú no tiene riquezas, pero costó solo Dios sabe cuánto. ¿De verdad crees que Jesús habría hecho eso? Yo tengo la impresión que nada de eso es cristiano, aunque lo haya hecho un santo canonizado. Pero esa es mi creencia, no la tuya.

 

Créeme tú también que explicar esto a un alma cándida es algo sumamente doloroso. Entre cristianos debería ser obvio que el lado oscuro apesta de mala manera. No debería ser necesario explicarlo, como lo hemos hecho con multitud de testimonios y ejemplos en esta web. Un cristiano candoroso como tú debería poder descubrirlo. ¿Por qué no lo puedes descubrir? Pregúntatelo, por favor, y no necesitas decírmelo. Yo al lado oscuro se lo perdono todo. Perdonar es cristiano y es humano. No perdonar te asfixia el alma. Unas cosas cuesta más perdonarlas que otras. De lo que más me ha costado perdonar al opus y a “vuestro padre” es que ellos mataron mi ingenuidad. Tiempo atrás yo era quizá como tú. Cándido, confiado. Yo les creí y me engañaron. No fue uno, o dos, me engañó el sistema que inventó “tu padre”; eso me hizo más daño que entregarles mi juventud. La culpa no la tuvieron algunos pecadores. Dinero y poder, poder y dinero, eso es todo el juego. El lado oscuro es una estructura de pecado. Supongo que te suena de algo esa expresión. Si el opus es parte de la Iglesia, será porque es parte de esa otra estructura de pecado que se esconde detrás de la bella, bellísima esposa de Cristo, sin mancha ni arruga, eternamente inmaculada y victoriosa, humana y celestial a la que me siento unido con todas mis fuerzas.

 

Dicho todo esto, que conste que ya se que no te he convencido ni te voy a convencer. Tú has optado por creer a “vuestro padre.” Si quieres te puedes preguntar porqué, no me respondas a mí, no me interesa, de verdad, respóndete a ti mismo. Y a la respuesta aplícale otro porqué. Y si lo haces una tercera vez, hay muchas probabilidades de que empieces a pensar cosas muy diferentes. Las horas que he dedicado a escribir esto, durante el fin de semana, las he empleado con gusto, porque yo creí a “vuestro padre” y su doctrina, y puse mi vida en esa creencia. Hasta que descubrí el engaño. Ahora, repito, escribo esto fundamentalmente, por si algún otro ingenuo te lee y dice, “fíjate, nadie le replica a Juan, será que tiene razón.”  Eso es lo que de verdad me motiva, que por mi negligencia otro Dionisio caiga en el lado oscuro, o siquiera les dé diez céntimos. Los que estáis dentro habéis tomado una decisión, vosotros sabréis la causa, a mí no me importa. Que el Espíritu Santo os ilumine y Dios os proteja. Yo no pararé de decir lo que he visto y lo que sé. Nadie me lo ha contado.

 

Un abrazo.

 

Dionisio. El invierno en el Areópago es sencillamente precioso.

 

Escrito de Dionisio el 16 de mayo de 2011 sobre este tema




Publicado el Monday, 25 January 2010



 
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