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 Tus escritos: Hasta qué punto se controla en el Opus Dei.- Guillaume

060. Libertad, coacción, control
Guillaume :

Hasta qué punto se controla en el Opus Dei

Guillaume, 12 de febrero de 2010

 

Mucho se viene comentando en Opuslibros sobre si el Prelado aceptará o no las correcciones que le está marcando la Santa Sede sobre los abusos que estableció el fundador de la Obra en materia de dirección espiritual, y de gobernar con unos reglamentos no aprobados por la Sede Apostólica.

 

En mi opinión, no es nada fácil que rectifique, pues nos encontramos con una organización cuya fuerza estriba en el control exhaustivo que ejerce en materias prohibidas por la ley eclesiástica y en materias no aprobadas por la Jerarquía. Siempre ha sido así. En los tiempos de Escrivá, la regulación de ese control aparecía en Avisos. Luego, don Álvaro los recopiló en las Praxis. Después vinieron los Vademecum, que luego sustituyeron por las Experiencias.

 

Pero siempre ha sido igual; con más o menos maquillaje, pero con idéntico control de lo interno y lo externo. Y, como muestra, mando unas Instrucciones para el envío de diversas comunicaciones y propuestas sobre numerarios y agregados, de marzo de 1994, que me he encontrado en el armario del Consejo local, aunque en su momento mandaron destruirlas, y que evidencian lo que acabo de decir. ¿Una organización así, marcada por la obsesión totalitaria de su narcisista fundador, va a ser capaz de rectificar? Me gustaría. Pero preveo que volverán a hacer lo de siempre: lo maquillarán, para contentar a la Santa Sede, y seguirán en sus trece. Y si no, lo veremos, con ocasión del Congreso General que se celebrará dentro de unos meses.

 

Y antes de pasar a las Instrucciones que voy a copiar, no me resisto a hacer algunas observaciones, que sirvan de presentación...



  1. Ante todo, aunque son muy conocidas,  advierto del significado se las siguientes abreviaturas internas: pa = petición de admisión, ad = Admisión, 0 = Oblación, fl= Fidelidad, cl = Consejo local, dl = Delegación, n = Numerari@, agd = Agregad@, s = Supernumerari@, cel = Celador/a, ap = Aspirante; av = Aviso, ctr = Centro, d = Director/a, sd = Subdirector/a, cp = Cooperador/a, ctm = Catecismo de la Obra, eap = Encargo apostólico, ca = Curso anual, cv = Convivencia, crt = Curso de retiro, r = Región (país).

 

  1. Me llama la atención que prolongaran de tres a seis meses el tiempo permitido para que un aspirante retrasara pedir la admisión al cumplir la edad requerida. Por dos motivos:

-ante todo, porque este formalismo pone en evidencia que la figura de los aspirantes es un subterfugio para mantener el modo de hacer proselitismo sin atenerse a la prohibición vaticana de que entrasen antes de la mayoría de edad: si ser aspirante no es ninguna pertenencia a la Prelatura, ¿por qué hay que pedir permiso para permitir que un aspirante no pida la Admisión al cumplir los 16 años y medio?

-por otra parte, porque se ve que el tema iba siendo cada vez más frecuente, y necesitaban más tiempo para intentar recuperar al aspirante que no quería consolidar su pertenencia al Opus Dei.

 

  1. La referencia a los bienes patrimoniales y a la obligación de hacer testamento al hacer la Fidelidad, son llamativas. Primero, porque en los Estatutos de la Prelatura no se mencionan éstos, como tampoco que los n y agd tengan que entregar el fruto de su trabajo, ni que tengan que ceder la administración de sus patrimoniales, ni determinar a favor de otro su uso y usufructo. Y, después, porque esta mención pone en evidencia la avidez recaudatoria que tiene la institución, deseando estar informada de las propiedades de sus miembros.

 

  1. En relación al modo de redactar los informes personales, es llamativa la técnica empleada para cubrirse las espaldas frente a una posible denuncia de tal práctica: “No ha de figurar nombre alguno” (B.2); las referencias a los pecados de lujuria y a la confesión sacramental han de consignarse en clave: cfr. B 10, III.28 y III.37, respectivamente, y dejando claro que no se está violando el sigilo sacramental (cfr. B. 5 y 6); estas referencias secretas han de redactarse “de modo que no causen extrañeza ni una falsa impresión de secretismo” (B. 5); se han de destruir las copias de esos informes, así como las respuestas que mande la Delegación (B.10).

 

  1. La frase “Como siempre se ha hecho” (B.3) pone de manifiesto que tienen que insistir a los que redacten los informes en que pongan cosas positivas, para acallar sus conciencias, ante la necesidad de verse obligados a denunciar lo negativo.

 

  1. Respecto de los informes sobre n y agd que causan baja, me parece llamativo que diga que la comunicación al interesado de que ya no pertenece a la Obra, se haga siempre de palabra y no se deje constancia escrita (cfr. C.1.3). Y otro tanto se hace en D.2.3, al señalar que no se le ha de dejar leer, al que va a ser nombrado Celador, unos textos del fundador y sobre el silencio de oficio, sino transmitírselos de palabra.

 

  1. Como puede leerse en D.3.2, estos informes de conciencia no se leen y destruyen, sino que quedan archivados, y se envían cada vez que el interesado se traslada, “para facilitar su atención desde el primer momento”. Quien recibe la Charla no es que haya recibido una inspiración especial para conocer a la persona que atiende -como algunos han pensado cuando llegaban a otro sitio, al percibir que se le conocía demasiado-, sino que ha sido informado hasta de lo más íntimo del interesado.

 

  1. Resulta chocante que se atribuyan facultades para autorizar o denegar viajes de n y agd a otros países, o que exijan que pidan consejo antes de decidir destino profesional (cfr. D.4.1 y 2), cuando nada de eso aparece en los Estatutos aprobados por la Santa Sede. La vida en la Obra está repleta de abusos de este estilo, que por tanto vician de raíz la validez del contrato por el que los fieles se vinculan a la institución: no puede vincular un contrato fraudulento.

 

Un abrazo,

 

Guillaume

 

Leer Instrucciones para el envío de diversas comunicaciones y propuestas sobre numerarios y agregados




Publicado el Friday, 12 February 2010



 
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