Intentaré ampliar un dato concreto de los que cita Jacinto Choza en su artículo sobre el tema Finanzas del Opus Dei.

En el año 1990 -al poco de volver de Roma- dediqué seis meses a poner orden en todos los libros de Actas  de las 84 sociedades participadas por la FGM: Fundación General Mediterránea.

Para poder rellenar semejante laguna legal, tenía carta libre para contactar, visitar y preguntar a todos los socios, directivos y administradores de cualquiera de esas 84 sociedades en los últimos 5 años.

Ese trabajo implicaba, también, explicar, documentar y justificar cualquier movimiento económico -prestamos, avales, etc, etc- que  dichas sociedades (entre sí o con terceros) hubieran realizado...

De ese trabajo, realizado en dependencia directa de Pablo B. (ya citado en varios artículos anteriores en esta web), y pudiendo consultar con asesores externos todas las dudas y puntos oscuros, pude deducir varias cosas:

- que en muy contadas ocasiones había entradas de dinero o salidas del mismo que no estuvieran justificadas (no ya documentadas; sino razonadas desde un punto de vista empresarial)

- que la propia Fundación (y otras asociadas, como la Fundación Pirineos) dedicaba la mayoría del beneficio anual consolidado a financiar Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que actuaban fuera de España. Sobre todo en Latinoamérica (Codespa, etc).

- que la Fundación había dedicado gran parte de sus beneficios en los años anteriores a 1985 a la promoción, construcción y gestión de entidades de formación de jóvenes (editoriales, clubes, casas de convivencias, etc).

- que algunos de los profesionales que habían dirigido esas empresas (desde parkings a material quirúrgico, pasando por inmobiliarias) no lo habían realizado con mentalidad profesional. Al menos en lo referente a cumplir la legalidad vigente en temas de Actas societarias y Registro Mercantil

- que una parte de los directivos de las 84 sociedades habían rotado por dichas empresas sin mayor oficio ni beneficio que sus contactos sociales, familiares y económicos. El paraguas de la FGM era su forma de vida. Es decir, en una empresa que rindiera cuentas a sus accionistas no habrían tenido cabida como directivos

- que incluso habiendo personas del Opus Dei entre todos los directivos de esas sociedades la mayoría de las cuestiones financieras eran gestionadas por persona ajena al Opus Dei (Eduardo); siguiendo instrucciones finales de Pablo B.

- que habiendo interrelaciones financieras entre las sociedades participadas, no formaban propiamente grupo (consolidación fiscal); quizá podria hablarse de consorcio, pero su forma jurídica y su forma de gestión no lo justificaban.

- Pablo B. tutelaba y dejaba hacer: más centrado en la Fundación (partícipe de las referidas sociedades) y tutelando la operativa financiera central (dar vida económica a las referidas sociedades) no entraba en el día a dia de las mismas; incluidos los nombramientos de directivos (o estaban los anteriores a su compra, o se contrataban por referencias exteriores, o rotaban por las sociedades...)

Resumen (según mi opinión):

- la FGM tenia un nucleo económico inicial de aportaciones de unas pocas personas de buena fe y con iniciativas sociales

- ese capital se invirtió en participaciones en sociedades (nuevas o no) que podrian dar beneficios económicos

- salvo excepciones, la gestion ordinaria de las mismas quedaba fuera del alcance de la Dirección de la Fundación (Pablo B.).

- el objetivo primordial de la FGM era social (en España y desde España hacia América). En ocasiones también hacia Europa a través de envíos de dinero a fondo perdido a otras fundaciones europeas (siempre gestionadas por alguna persona de confianza de Pablo B.)

- en seis meses, hablando con más de 100 directivos y ex directivos, y revisando miles de documentos, nunca me encontré ninguna indicación del Opus Dei (ni directa ni indirecta) sobre la gestión de las referidas sociedades, ni sobre la gestión de la Fundación G.M.).

Esto es lo que yo he tocado. Constatado. De otras cosas no sé, pero de lo que sé, si puedo hablar (ya que es muy serio poner por escrito datos en un sitio público, sea a favor o en contra de algo).

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Y acabo con una anécdota:

Pablo B., que podría decirse con propiedad que tenía el control de 84 sociedades (que en aquélla época facturaban lo que hoy serían unos 200 Milllones de Euros), llegaba a trabajar puntualmente a su oficina en la calle Velázquez con un Volkswagen Golf, blanco y de cuatro puertas. Y con chofer.

Y al preguntarle por qué con chofer, explicaba que así se lo había "exigido" el Consejo de Dirección del grupo FGM, porque él era la imagen pública tanto de las sociedades como de la Fundación.

Eso sí, siempre ví al chofer (durante esos seis meses) dedicado a hacer trabajos de mantenimiento en las oficinas (dos plantas) y a trabajos de ayuda a los administrativos y secretarias. Que Pablo podria ser muy muy generoso con su tiempo y dinero, pero si le obligaban a tener chofer, el sueldo se lo ganaba a pulso.

Del final (desaparición) de la FGM ya no puedo contar nada. No estaba allí.

Un saludo cordial

JALIFER