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 Tus escritos: ¿El cargamento Opuslibros y el alivio del Opus Dei?.- Daniel_M

020. Irse de la Obra
Daniel_M :

 ¿El cargamento Opuslibros y el alivio del Opus Dei?

Daniel_M, 13 de diciembre de 2010

 

 

Leí la correspondencia de Opuslibros este viernes, 10 de diciembre, y encontré algunas cartas de réplicas a la remitida por Calandria, asidua de esta web. No entro en los términos de su acusación a Janabenito. Creo que a Calandria le es aplicable una reflexión de la Madre Angélica, fundadora de la EWTN, respecto a uno de los dones del Espíritu Santo:

“El don de consejo me dice qué debo y qué no debo juzgar. Y hemos de juzgar por los frutos: “Por sus frutos los conoceréis” (Mt 7, 20). “Conocer” es experimentar (…) No juzgamos a la persona, pero sí tenemos la experiencia del mal en su vida: los frutos. (…)

El don de consejo nos facilita también el conocimiento de nosotros mismos: nos concede la luz que nos permite vernos como somos. Ponte una noche a escribir en un papel todos los defectos que ese día le has encontrado a alguien, y en ese mismo papel te darás de frente con tu propia descripción. Si no hay algo en ti, no puedes verlo en los demás. Pensamos que todo el mundo miente porque somos mentirosos….[1]

Partiendo del criterio expuesto por la Madre Angélica, voy a reflexionar sobre un párrafo de la carta de Calandria que me sorprende, por el desconocimiento que revela sobre la institución a la que presuntamente pertenece. El párrafo es el siguiente:



“Qué puedo hacer con el cargamento Opuslibros, porque yo lo veo así: una pesada carga para el Opus Dei. Una carga que hay que ir aliviando, poco a poco, pero no soy yo a título personal quien deba efectuar ese trabajo. Para eso están los directores quienes si lo creen oportuno lo harán según su propio criterio o no lo harán. Es así como funciona el Opus Dei”

En primer lugar, como muchos ex-miembros han testimoniado en esta web, cuando uno deja –o le hacen dejar- el Opus Dei, y no se queda como cooperador porque no quiere o, más bien, porque queda claro que no le interesa al Opus Dei, ese ex-miembro “muere” para la institución. Por tanto, si deja de “existir” para el Opus Dei, parece difícil afirmar que un ex-miembro sea “una pesada carga” para esta entidad.

En cuanto uno deja la Obra, es como si nunca hubieras estado. Yo mismo, siendo miembro, pude ver como se retiraba de un centro la tesis doctoral de un ex-numerario, que se guardaba en un lugar privilegiado de una vitrina. No se tardó mucho en hacerlo, desde su salida. Ni siquiera se le volvió a mencionar despúes.

Lo único que queda del ex-miembro son sus datos personales guardados en un fichero, lo que han reconocido y consta en sentencia de la Audiencia Nacional de España (aportada por mí en otra ocasión en esta web).

Veamos ese “ir aliviando, poco a poco” la supuesta “carga” que afirma Calandria. ¿Cómo “alivia la carga” los directores de la Obra? Como decía, la Obra jamás se acuerda de los ex-miembros que no son cooperadores, han “muerto” para ella. Entonces, ¿cuándo tiene en cuenta la Obra a un ex-miembro no cooperador?

Pues no le queda más remedio de tenerlo en cuenta cuando ese ex-miembro puede perjudicar los intereses de la Obra. Por ejemplo, si presenta una reclamación administrativa o judicial.

Si un ex-numerario/a solicita la devolución de las donaciones que hizo al Opus Dei, se quedará con las ganas, pues el Opus Dei pleiteará con él para que no reciba nada. De esto ya se han dictado sentencias, no sólo en España sino también en otros países. Fue el caso del Dr. Roche a principios de los 80 en Inglaterra.

Para que el ex-miembro no consiga nada, los directivos del Opus Dei acuden al uso de sus peones para dificultar las reclamaciones contrarias a la institución. El Opus los tiene situados en la administración española, los cuales se encargan, desde el “error” en la tramitación hasta la “peculiar” interpretación del Derecho, de boicotear los procedimientos iniciados por esos ex-miembros.

Existe, además, otra forma de proceder cuando un ex- presenta una reclamación, sea ante la Administración como ante la Iglesia. El Diccionario de la RAE dice de difamar que es “desacreditar a alguien, de palabra o por escrito, publicando algo contra su buena opinión y fama”. Este parece ser el “criterio que siguen los directores del Opus Dei” que nos afirma Calandria, aunque ella ni lo conoce. Pongo algunos casos, antiguos y recientes, que corroboran su aplicación continua:

·        Recientemente en Opuslibros se ha contado como en los años 60 el propio Escrivá pidió audiencia al papa Pablo VI para intentar conseguir que Panikker fuera reducido al estado laical, y como aquel papa no vio nada censurable en lo que Escrivá le contaba de Panikker.

·        Mª Angustias Moreno contó su experiencia tras salir del Opus Dei. Mª Angustias afirmó en el capítulo “con los que se van” de su libro “Opus Dei. Anexo a una historia” de mediados de los años 70:

“Si no lo veo, no lo creo; si no lo hubiera vivido en mi propia carne, me resistiría a creerlo. Se puede faltar a la caridad, a la justicia, a la verdad, por muchos y variados motivos, pero ¿se puede llegar a hacerlo so pretexto de fidelidad a una acción apostólica y a modo de holocausto, de entrega, de acatamiento absoluto a una espiritualidad? Sí, en la Obra eso es posible. No se pueden calificar de otro modo muchas de sus actuaciones.

Por supuesto, no se busca directamente el mal de las personas; no se las arrolla por el placer que ello puede producir. Para usar un término clásico de los moralistas, yo diría que se trata, más bien, de un "voluntario indirecto". Una vez más lo que se busca directamente es el encumbramiento de una personalidad -la del Padre- que no tolera intromisiones. Si la consecuencia de esta sumisión filial es el desprestigio de terceros, eso carece de importancia, es algo inevitable. Bien se lo han buscado, dirán algunos”.

·        Otro caso fue el del inglés John Roche, que en un artículo publicado en un periódico inglés en 1982, afirmaba:

“Los que salen son a veces sometidos a una difamación sistemática, lo que también explica por qué muchos antiguos socios tienen miedo a hablar.  Se habla mucho del diablo en el Opus Dei; y [a los] críticos de la prelatura, ya sea en el episcopado o entre los laicos, se les acusa de hacer el trabajo del diablo o de ser marxistas. Con frecuencia se ridiculiza a la gente, táctica recomendada por el fundador. Por otra parte, no se utiliza violencia física en contra de los detractores, algo de lo que tenemos que estar agradecidos en una época de violencia.”

·        Lo que le sucedió a Miguel Fisac tras su salida del Opus Dei, y como a principios de los años 90 del siglo pasado no pudo testimoniar en el proceso de beatificación de Escrivá; el actual prelado, en una declaración el proceso diocesano se encargó de dar una imagen distorsionada de él, para invalidarlo como testigo. En esta web se han publicado tanto las palabras de Echevarría, como la opinión de Fisac respecto a dichas palabras.

·        También Maria del Carmen Tapia, autora de “Tras el Umbral” (año 1992) explicaba lo que le había pasado en los meses anteriores a su salida de la Obra. En las últimas páginas del libro “Opus Dei” de John Allen (2006, Editorial Planeta), mencionó las ocasiones que, según ella, diversos miembros del Opus Dei, hablaron mal de ella, llegando a indicar las fechas concretas en que fue difamada.

·        En el reportaje “Opus Dei una cruzada silenciosa” (del año 2006) una ex-numeraria afirmaba en una entrevista: “tengo que llevar el rostro cubierto, porque el Opus Dei es una institución poderosa, tiene mucho poder político, económico. Muchas relaciones empresariales. Los métodos que utiliza cuando hay gente que no está de acuerdo, cuando hay gente que habla en contra de ellos, es de difamarlos. Y yo la verdad es que no me quiero arriesgar a eso”. Se puede encontrar en youtube

·        En Opuslibros  se ha narrado lo que pasó con el sacerdote Antonio Petit, fallecido el 12 de febrero de 2007. Había pedido la excardinación de la Prelatura en el año 2006 y en esta web se publicó el interesante decreto del actual Prelado, que claramente nos mostraba su talante condenatorio del comportamiento de Petit.

·          En relación con el caso anterior, hace pocas semanas que en Opuslibros se explicó cómo fue difamada la ex-supernumeraria que le atendió en sus últimas semanas de vida (cuando la Obra ya se había desatendido totalmente de él).

·        Recientemente he conocido el caso de un ex-miembro que ha instado unos procedimientos sobre Protección de datos personales contra el Opus Dei. Sólo quería el acceso a su expediente, tener la información de que había sido del mismo; lo cual le fue denegado por el Opus Dei.

He podido ver las cartas de un vicario delegado, del vicario regional y de un abogado del Opus Dei en el que le difaman ante el Organismo competente para resolver, afirmando de él que hacía un uso abusivo de la norma, que faltaba a la verdad, tratándolo de presentar como alguien que no se atenía a la Ley….

El lector tiene que valorar si debe dar crédito a las palabras de Calandria  o a la cronología de testimonios que he expuesto, que va desde los años 60 del siglo pasado hasta este mismo año 2010.

Por mi parte, Calandria, creo que estás en la más profunda inopia. Afirmas cosas que ni siquiera sabes sin son verdad, y las das por supuesto. Confundes una presunción –fabricada por un prejuicio- con un hecho, y eso hace que no estés en la verdad objetiva.

Yo no dudo de tu sinceridad respecto a tus sentimientos sobre tu vocación y la Obra. Pero no es la cuestión tu sensibilidad, sino la verdad objetiva de los hechos. Tus sentimientos son un prejuicio que te ciega.

A mí me parece que la vocación cristiana, sea personal de laico, sea personal de laico cuasi-consagrado del Opus Dei, no puede ser nunca incompatible con la verdad objetiva. Pero en tu caso, sí lo es.

Lo que tú dices es lo mismo que decía una miembro célibe del Regnum Christi o un Legionario de Cristo sobre su organización… hasta que se ha descubierto lo delincuente que era su fundador. Hoy, el mismo Papa ha considerado a Maciel un falso profeta de vida disipada. Así que los críticos de Maciel, quienes denunciaban sus delitos desde hacía 50 años, no eran “una pesada carga” para los Legionarios, ¡decían la verdad sobre un sinvergüenza!

Si reflexionas sobre el caso Maciel, podrías quizás quitarte esas “anteojeras” mentales que tienes sobre el “cargamento Opuslibros” y la profunda ignorancia que manifiestas sobre la propia organización a la que dices pertenecer, pero que jamás podrás demostrar que pertenezcas (porque esa misma organización nunca reconocerá que tú seas miembro de ella). Deseo que algún día alcances esa objetividad, tan necesaria para conocer la verdad… pues conocer la verdad, te hará libre.

Atentamente, Daniel.

Nota: Todo lo antes expuesto no quiere decir que el Opus no tenga cosas buenas, que las tiene. Los sacramentos, la doctrina de Cristo, el apostolado… son cosas buenas. Muy buenas. Y está muy bien dedicarse a ellas, por amor a Cristo. El Opus ya se encarga adecuadamente de difundirlas a través de su web, y de sus miembros y afines. Incluso financian –encubiertamente- una futura película que se relaciona con la vida de su fundador.

Todo esto me parece bien. Y que tú sientas que es tu vocación y que quieras entregar tu vida a Dios a través del Opus Dei, también es bueno, si es tu elección libre, informada, sin manipulación y eres respetada en tus derechos por esta institución.

Pero el que haya cosas buenas en una organización, no impide que haya otras que no lo son. El problema es que nadie corrige las malas, las que he citado son auténticas faltas de caridad. Y éstas afectan a muchos cristianos que se apartan del Opus Dei –y algunos, de Cristo- por haberlas experimentado en carne propia. También hace que quienes conocen, por amigos o familiares, como actúa realmente el Opus Dei con los ex-miembros, ni quieran acercarse a esta institución.

Como desgraciadamente, los responsables de esas cosas malas son quienes dirigen el Opus Dei, y lo llevan haciendo así desde hace décadas… tendrá que ser un superior –el Papa- quien las haga cambiar… si es que algún día se entera de algo, lo que dudo mucho por la labor de los peones del Opus Dei en el Vaticano (de los cuales tengo conocimiento que desde sus cargos, han paralizado sine die la mayor parte de las reclamaciones que se habían conseguido presentar)



[1]“Experiencias y consejos de la Madre Angélica”, Cuadernos Palabra, pág. 132-133.




Publicado el Monday, 13 December 2010



 
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