Hace unas semanas envié a Agustina un escrito acerca de las familias numerosas, alegres y pobres del opus dei. Sin lugar a duda, cada uno cuenta la feria según le fue. Pero me sorprende que la mayoría presenta similares rasgos y testimonios.

He leído el escrito de Solrac, y no puedo dejar de pensar que es un vivo reflejo de la casa de varias familias muy cercanas y poco a poco, ese testimonio está siendo también parte en mi casa.

Quisiera hacer una clasificación, si me lo permiten, de las distintas familias numerosas y alegres de la prelatura.

Familias de Supernumerarios Tipo A (Primera generación)

Estas familias han sido interceptadas a la salida de la misa de domingo por 'un supernumerario con encargo apostólico'. Son familias que por cosas de la vida han caído en la red educativa de la obra, o alguna vez escucharon del Opus Dei pero nunca pusieron mucha atención. Son familias con tradición católica, matrimonios recientes, buscando su lugar en el mundo...

Estos supernumerarios se caracterizan por ser extremadamente proselitistas, encendidos en ese celo apostólico, cargados del fuego por recristianizar la sociedad. No pierden ocasión para hablar de Camino, los colegios, la nueva iglesia dedicada al santo fundador, los milagros de Montse, Isidoro, Doctor Cofiño, etc. Están dispuestos a dejarlo todo por seguir el ideal de la prelatura. Son familias que aun no han sufrido los golpes de la esclavitud solapada de libertad ni han visto claro la manipulación secreta que la prelatura ejerce 'como hilos sutiles por detrás'.

Son las familias 'normales, alegres y encendidas' que no se lo piensan dos veces que llegue el momento de ver a uno de sus hijos convertido en numerario. No será sino al paso de los años cuando el hijo crezca y empiece a renegar de ese fundamentalismo que los sueños de vocaciones desaparecerán. No será sino al paso de los años, si 'han sido muy fieles' y Dios les regala la vocación de numerario para uno de los hijos que cuando éste regrese al hogar destrozado verán que eso de querer un hijo para la obra no es muy buena idea.

Son familias que buscan día y noche cómo poner en contacto a fulanito con sutanita, y crear nuevas parejas que puedan encenderse en ese espíritu vocacional también.

Familias de Supernumerarios Tipo A (Segunda generación)

Son de esas familias que ya mencioné en mi anterior escrito, que gozan de la posición y dignidad que la vida les ha dado en las altas esferas sociales. Con los traumas y heridas causadas por la prelatura sin tener siquiera el coraje o valor de decir que ha sido la prelatura de sanjosemariaescribadebalaguer quien afectó la familia. Lo miran con una sobrenaturalidad impresionante, ¿pero acaso se olvidan que, como familia, como humanos, siguen dependiendo de esa naturalidad que el mundo tiene? Son familias que guardan en el historial un pasado quizá como chico mal encajado de san Rafael o como numerario que no entendió el espíritu, pero siguió en buen plan con la obra.

Son familias que han tenido que ir con un manto como los hijos de Abraham a cubrir las cochinadas que la prelatura hace a nivel particular o social. Estas familias han sido reclutadas para apoyar las labores en la universidad, residencias, patronatos, colegios y terminan dando la cara por la intrincada contabilidad y organización de las obras corporativas. No es extrañar que los supernumerarios que financian (a nivel personal) la pelicula “There be Dragons” pertenezcan a este grupo generacional.

Son familias que están codeándose en el tope de las esferas sociales, gozan de los beneficios de estar muy cerca de la cima del mundo, saben que la prelatura les da esa palanca social. Son familias que la prelatura (sutilmente) ha recomendado poner en contacto con fulano y sutano para hacer tal y cual negocio o dar comienzo tal obra corporativa. Por lo general (sin que se viva eso de apoyarse en la obra como plataforma profesional) reciben en sus despachos a muchos numerarios ineptos que no consiguen trabajo 'en el mundo'.

Son familias que viven sumergidas en la tristeza, aunque la saben disimular muy bien, 'estando alegres' pero no saben lo que significa 'ser alegres'. La prelatura les ha destrozado el núcleo familiar, desligando el vínculo sanguíneo entre los hijos. Sus casas son réplicas de los centros de la obra, incluso algunos con mayor poder adquisitivo pueden darse el lujo de contratar a los mismos arquitectos para que diseñen el nuevo hogar luminoso y pobre en el mismo suburbio de la Comisión.

Familias de Supernumerarios Tipo A (Tercera generación)

Son familias pilares fundacionales de la obra en determinado país. Han donado propiedades y objetos materiales a granel a las labores de la obra. Han donado hijos como sacerdotes y numerarios que hoy viven en comisión o en Roma.

Son familias que han sabido afincarse en la prelatura, y pueden ejercer poder e influencias en cualquier esfera de la institución. Son las familias que gozan de los asientos reservados en las misas por algún aniversario que la prelatura celebra en la catedral de la ciudad o en alguna otra importante iglesia.

Son familias a las que la prelatura recurre para moverse en el ambiente que quiera o para ejercer presión en determinado campo; político, económico, educativo, etc. La prelatura los utiliza cada vez que algún escándalo está por salir. Ya sea para censurar un periódico, 'despromover' alguna película, desprestigiar algún libro, adquirir una nueva finca en determinado suburbio, obtener algún beneficio fiscal, acreditar personal docente, crear un falso prestigio en sus colegios y universidades, etc.

Son familias que poco o nada les importa los daños que la prelatura ha ocasionado, han sabido sobrevivirlos y su posición social o financiera les permite tener cierta inmunidad ante las atrocidades que la prelatura comete.

Familias de Supernumerarios Tipo B (primera y única generación)

Por lo general son familias con una piedad muy solida, con muchos hijos por tradición popular y no por mandato opusino, posiblemente tengan una hija de numeraria auxiliar, el hijo mayor trabaje de fontanero en uno de esos colegios, el menor estará en un centro de capacitación técnica, llevado por alguna iniciativa de la obra.

A la fecha no he sabido de familias más allá de la primera generación de supernumerarios. Son familias desechables, la prelatura los utiliza a su antojo y se deshace de ellos en un instante sin que esto provoque un escándalo o llame la atención de algún curioso. Quizá tengan en el historial un familiar que ha sido por muchos años cooperador. Para que un campesino o gente de pueblo pite de supernumerario ha de haber pasado mucho tiempo en el cual la obra puede asegurarse que la persona no es 'muy clerical' no participa en actividades parroquiales ni de la cofradía, ha sido un fiel cooperador de la obra por muchos años y ha dado por lo menos 1 o 2 hijas a la obra para la vocación universal de sirvientas domésticas.

Son familias que la obra utiliza como estandarte para poner como ejemplo, que sin importar clases sociales, condiciones económicas, la obra, madre guapa, abre sus puertas a todos, son invitados especiales en las tertulias del prelado en las obras corporativas para hacer (una preguntita) y contar su testimonio de vida. Son familias que no ven ni les dejan ver los secretos y enmarañados sutiles hilos de poder de la prelatura.

Son familias que como en cualquier lugar que la obra va, también terminan afectadas, en este caso cuando la prelatura ya no encuentra nada más que sacar de provecho de estas personas, se deshacen de ellos, diciéndoles que en su pueblo o parroquia pueden ayudar mejor.

Son familias que no entienden mucho eso de la depresión clínica cuando finalmente una de las hijas totalmente deshecha del trabajo en la administración de algún centro regresa al hogar. A la chica la pondrán en contacto con algún grupo católico parroquial o si le va bien podrá entrar a uno de los conventos que todavía funcionan.

Son familias que ven como el mayor logro personal en sus hijos, que puedan vivir en una de las residencias (colegios mayores) pagando matriculas muy altas, haciendo verdaderamente esfuerzos sobre humanos para pagar la 'buena y sana' educación en esos colegios y centros de capacitación técnica ofrecen.

Son familias que encuentran como el mejor y más alto orgullo que uno de sus hijos haya sido finalmente llamado a la sociedad sacerdotal de la santa cruz, o si la posición social de esta familia ha mejorado quizá uno de los hijos sea divinamente llamado a ser numerario para atender labores en algún centro (¡¡sorpresa!! numerario para labores en centro tipo B)

Los detalles de sus vidas pasan de boca en boca en las tertulias, al comentar alguna anécdota de 'un hermano nuestro' que estaba juntando para reparar el techo de su casa, pero lo dio todo para las renovaciones de la cancha de tenis del centro, y Dios los bendijo con otro hijo, (¡¡el noveno hijo!!).

Son comunes las anécdotas del esfuerzo que hicieron para poder llegar a tiempo a la tertulia con el 'padre prelaticio' cuando este señor visitó la obra corporativa, donde dirigió una tertulia a sus hijos campesinos. Son familias que la obra manipula como la mejor cantera para sacar personal domestico, desde las conocidas numerarias auxiliares, hasta el muchacho de la limpieza del centro, el fontanero, el pintor, y demás encargos caseros que los niños numerarios señoritos (hijos de supernumerarios tipo A) no deben hacer.

Son familias que la prelatura utiliza como puntal de apoyo para sus campamentos de trabajo, labores sociales, visitas a los pobres de la virgen, organizando todo ese campo para que los niños de la ciudad puedan tener contacto con la realidad del campo.

Son familias más explotadas hoy que en los tiempos de la colonia o de los movimientos independentistas.  Al final del día, todas estas familias en mayor o menor grado han sido afectadas, manipuladas, forzadas a vivir de un modo o hacer cosas que violentan su libertad y razón.

Las verdaderas familias alegres y pobres

Son familias de las más amplia variedad, algunas con otra denominación cristiana, una amplia mayoría se denominan católicos sociales, que solo para tal evento participan, otras tienen una abuela o tía abuela extremadamente devota, con altar, flores y velas a la Virgen de Guadalupe, san Antonio, san Judas Tadeo, la Medalla Milagrosa y el Niño de Atocha, Otras familias tendrán una devoción mesurable, algunas ligadas a grupos religiosos (dominicos, terciarios franciscanos, clarisas de clausura, renovación carismática, etc.)

En estas familias, con el paso de los años, vienen los hijos, los nietos, los biznietos, y el sacerdote de la iglesia es el mismo que celebró la boda de la abuela, el mismo que celebra las misas de los parientes difuntos, los bautizos y las primeras comuniones de los biznietos, se sientan en la misma banca en la iglesia, los sobrinos van de acólitos, la tía ayuda a poner las flores del altar y dos de las primas y una nieta cantan en el coro juvenil y la van los miércoles a la pastoral de la iglesia. Le llaman a la iglesia 'mi parroquia'. Tendrán sus líos como toda familia, pero para navidad no se lo piensan dos veces para asistir a la cena en familia. Si es la fiesta de los 15 años de la menor, van todos los hijos, hermanos, primos, ahijados, comadres, compadres, padrinos y madrinas.  Si es la boda de la mayor, no falta la tía que ayuda a preparar el menú, la tía abuela que ayudará con el vestido, los tíos que conseguirán la música y el carro de la novia.

Son familias que si bien cada hijo ha tomado su decisión de vida, mantienen el vinculo familiar intacto. Son familias que se 'acurrucan' como pueden en 2 habitaciones para acomodar 16 nietos, 11 primas y 5 sobrinitos. Son familias que si en algún momento tienen un hijo y este descubre su vocación al sacerdocio en el seminario, no dudará en estar presente en la boda de la hermana, bailará (¡si él! como seminarista!) bailará con sus primitas, el sacerdote que oficia la boda ya muy mayor llegara a la recepción también.

Son familias que tienen la libertad de ir y venir en el mundo, que han sufrido los problemas de la delincuencia, corrupción y desastres naturales propios de nuestros países, pero esto solo refuerza el vínculo familiar. Son familias que ante un problema saben que está la familia allí para salir adelante. Son familias que tienen un pariente o compadre en cada pueblo donde a donde poder ir en busca de apoyo en determinado momento de la vida.

Son familias que, a pesar de todas las contrariedades imaginables e inimaginables de la vida, no conocen medicamentos con nombres como Prozac, Vandral, Motivan o Lantanol. Son familias que si escuchan la palabra Roma, piensan en Julio Cesar, el Coliseo, El Roma Lazio y El Papa. La Roma de villa tevere, de san Eugenio, de cavavianca, es un mundo irreal del que nunca han escuchado. Esas familias, puedo decir que mantienen una alegría verdadera pese a los ajetreos y contrariedades de la vida.

NaranjaAgria