Hola Agus, si quieres publicarlo, no puedo más, muchas gracias, besos. Isabel

Llamadas de Enrique Rojas a un testigo-perito

Hola Agustina, hola a todos. Estoy en blanco y no recuerdo qué he dicho aquí últimamente ni si he dicho algo del juicio de Enrique Rojas, que empezó a celebrarse el 19 de Enero de este año. Sea como fuere, digo ahora, lo que considero debo decir hoy, como siempre, con el miedo como telón de fondo, buscando la protección que da la información.

El viernes 8 de abril terminó la 3ª sesión del juicio 575/08 que se seguía en el Juzgado nº 15 de lo Penal de Madrid, donde el imputado era Enrique Rojas Montes, el falso "catedrático Complutense". Aunque debería hablar del brillante repaso de praxis médica, psiquiatría y psicología que tanto el Dr. José Mª Poveda de Agustín, profesor titular de la U. Autónoma de Madrid - que compareció el día 8 -, como de los que comparecieron el 20 de Enero, dieron a Enrique Rojas, en un contexto de "brillantes repasos", donde han comparecido muchos profesionales - más de 10 citados por mi parte - de psiquiatría y psicología, la noticia no es el brillo, sino la oscuridad del maquiavelismo, esta vez fallido, de Rojas...

El fallido, es el único tipo de maquiavelismo que sale a la luz y hay que tener mucha suerte para que salga en un juicio y un juez puede valorarlo y comprobarlo, si quiere. Cuando el maquiavelismo no falla, sólo se sufren sus consecuencias y nadie se entera.

El Dr. Poveda dijo que Enrique Rojas lo había llamado dos veces en la semana anterior al juicio.  La última llamada fue el viernes (1 de abril) a las 9,45h. El motivo de las llamadas que Rojas hizo al Dr. Poveda, era hablar del juicio donde Poveda debía declarar sobre "la enferma querulante".

Evidentemente, Rojas, se refería a mí, Poveda no había sido citado para declarar en ningún otro juicio, sin embargo, tenía que declarar sobre el peritaje e informe que me hizo en 1998 y no, sobre "una enferma querulante" - personaje que no figura en su informe ni sugiere o da a entender, que lo encontrase ubicado en mi persona, durante las entrevistas o las pruebas que me pasó, durante el peritaje que me hizo. Claro está, que el Dr. Poveda, no es "perforador de superficies" ni "buceador", como dice ser el "consejero de almas" de la foto en el texto

que, por cierto, está escrito por Rojas en 3ª persona. El Dr. Poveda, es sólo psiquiatra y psicólogo.

A lo largo de las llamadas, el Dr. Poveda explicó a Rojas que lo que se tuvieran que decir, ya habría ocasión de decirlo en el juicio y en la 2ª llamada del viernes, ante la insistencia de Rojas para que desayunaran juntos y, si no era posible, "podían hablarlo por teléfono", contestó a Rojas que ni la conversación ni el encuentro procedían y le colgó el teléfono.

Por la tarde, cuando hablé con José Mª Poveda para darle las gracias, me dijo que había pasado un mal rato al hablar sobre estas llamadas, no era plato de gusto para ningún médico, declarar contra otro médico. Le pregunté cuando era la última vez, antes de la semana del 28 de marzo al 1 de abril, que lo había llamado Enrique Rojas y con qué frecuencia lo llamaba o se llamaban. El Dr. Poveda me contestó, "Nunca. Rojas y yo no nos hemos llamado en la vida". 

En la 1ª sesión del juicio - el 19 de enero -, declaró el Dr. Calvo Corbella, mi médico de Familia, en calidad de testigo.

Lo siguiente, creo que lo dije hace tiempo, pero para los que no leyeron la web ese día, para los nuevos y para que lo recoja mejor Google, lo repito de nuevo (estoy segura que quienes se hagan una idea del miedo que se mete en el cuerpo al comprobar que un sin escrúpulos que se cree intocable y está probado que lleva 18 años maquinando a mis espaldas - a mi me consta que al menos 19 -, sigue en ello, entenderán la molestia de mi repetición).

El Dr. Calvo dijo, que antes del 1er intento de internamiento, Enrique Rojas lo llamó para convencerlo de mi grave enfermedad mental y acto seguido le pidió que emitiese un certificado oficial médico, prescribiendo mi internamiento psiquiátrico y se lo entregase a Juan Cantero, mi entonces marido. Y también, que le dijo a Rojas que le enviase mi historia. clínica. Rojas dijo que se la enviaba vía fax en ese mismo momento, pero nunca se la envió, sin embargo, en Autos, Enrique Rojas dice que el Dr. Calvo pretendía que él violase el "secreto profesional".

Las preguntas que me hago - otro día que esté menos agotada, explicaré por qué -, son:

Desde que este sujeto empezó conmigo ¿A quién más ha llamado y cómo ha influido en otros? ¿Quién/es quedaron convencidos totalmente por la labia de Rojas y su falso prestigio? ¿Quiénes se convencieron por lo que Rojas proporciona, promete o da a entender que puede proporcionar? ¿Y por no enfrentarse a él? ¿Y por miedo a represalias?

Un saludo a todos,

Isabel Caballero (Madrid - España)