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 Tus escritos: Cuiden lo más preciado que tienen: su personalidad.- Nicanor

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Nicanor :

CUIDEN LO MÁS PRECIADO QUE TIENEN: SU PERSONALIDAD

 

 

"Pónganse estas máscaras para que nadie les quite lo más preciado que tienen, su personalidad".

 

Estas palabras, dirigidas por la "Mujer Elástico" a sus hijos en la fantástica película de PIXAR: "Los Increíbles" me mueven a dejar algunas notas que ordenaré del siguiente modo:

 

1. Personalidad, desprecio y hastío

2. Conductismo y resignación

3. Rescate

 

PERSONALIDAD, DESPRECIO Y HASTÍO

 

No cabe duda alguna que, el Opus, se muestra atrayente para cualquier cristiano con deseos de servir a Dios. Bastará para "pitar" o "solicitar ser fiel de la Prelatura" en la que se adoctrinará al seleccionado - porque hay toda una labor de seguimiento detrás - en el desprecio de su propio identidad y amoldamiento del mismo a la "espiritualidad" dictada por Escrivá. Bastará que el lector eche una ojeada al "best seller" de Escrivá "Camino", capítulo "Carácter" para que dé cuenta de mi afirmación...



Este desprecio, poco a poco, de la propia personalidad se inyectará también a través de las charlas y conversaciones personales del reciente fiel para con sus Directores o a quien se les asigne. Es de gran interés los foros alrededor del perfil de las personalidades de los fieles, por ejemplo en páginas como www.opusdeialdia.org y, que encontrarán, un vacío de información de experiencias por parte del fiel que dirige la conversación. Vale decir, aquello que un amigo de infancia me espetó mientras le cuestionaba. Me increpó: "Ahora te toca a ti que me cuentes cómo va tu vida espiritual y yo te aconsejo". Asunto que me dejó helado porque conforme uno se va haciendo a la Prelatura - como una "piña" dicen - pasa a ser parte de un pensar colectivo que será distinto al hacer. Un perfecto charlatán sin necesidad de justificar ante la sociedad por su conducta personal sino sólo a sus Directores. No hay memoria, no hay recuerdo, no hay experiencia sino sólo obediencia y abandono.

 

Este vacío, fruto de la concepción del desprecio a uno mismo - como parte de la humildad que Dios solicita para ser santos en medio del mundo - provoca el hastío para el ser humano que está llamado a colmar su ser. Por ello, una persona aguda - fiel o no de la Prelatura - podrá darse cuenta que todos los fieles célibes buscan un escape, como un Caldero que purga la presión del vapor porque de lo contrario estalla. Tenga en cuenta el lector que no me refiero a lo que la Iglesia concibe como pecado sino a la gran carga de escrúpulos que provienen de las indicaciones de Escrivá y sus sucesores. Estos "escapes" se presentan de modos distintos, para el caso de los célibes (agregados, numerarios); vivir un romance fantasioso es lo usual. Vale decir, mantener una relación sentimental de desahogo que, durante las conversaciones con su Director y Sacerdote asignado, pase por la coladera al tocar las preguntas correspondientes a la "Santa Pureza". No faltarán casos en los que este hastío, fruto del vacío interior - que dicen debe llenarse del amor a la vocación recibida por Dios o sea a vaciarse - derrame en aventuras amorosas, recurrencia a la familia de sangre, hobbies caros. Pero, como todos deben "cuidar" de todos, no faltará el llamado a la corrección para evitar ser "crueles" con los demás presentándose como una persona que pueda dar esperanzas de ser o: un buen esposo o un hijo cariñoso y pendiente. Del último no guardo indicación alguna salvo que se busque, a través de esos hobbies, buenos contactos para "la labor".

 

CONDUCTISMO Y RESIGNACIÓN

 

El modo de la Prelatura para mantener retenidos a sus fieles será puramente conductista. Dar cuentas a una persona extraña, misteriosamente seleccionada por el mismo Dios aunque te pida lo absurdo - y así lo deja por escrito Escrivá - y en quien debes confiar plenamente toda tu intimidad para recibir luego las indicaciones del modo cómo debes proceder a vivir. De hecho, la tónica es: ¿Te cuesta entenderlo? Llévalo a tu oración personal y haz, aquella decisión que yo he tomado por ti, como tuya. El fiel se ve sometido a la resignarse cuando encuentra pugna entre lo que quiere y lo que le es negado, aunque sea lícito, aunque no sea pecaminoso. Se nos narraba era un síntoma normal dentro de la práctica cristiana, que ya San Pablo lo predicaba con aquel: "quiero lo que no debo, ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?" Será entonces que, otra virtud suplirá la práctica conductista: la "Santa Obediencia" y, se empleará, la figura sufriente de Job y, cómo no, de Cristo. He acá el sofisma de la espiritualidad del Opus Dei, la tergiversación en la interpretación de las virtudes cristianas de tal modo que la fidelidad de los miembros, quede asegurada por el "Santo Temor" a Dios ¡Cuántas cartas y conversaciones de personas que me dicen: quiero marcharme, pero no quiero faltar a mi compromiso con Dios!

 

Recordaba mis investigaciones sobre sectas, específicamente la franc masonería, donde el iniciado había de recitar una confesión de abandono total a la fraternidad, secreto - o prudencia - en todo lo relacionado a las conversaciones internas, obediencia ciega a sus superiores y permiso total para que otro hermano lo mate por la espalda si es que por algún motivo faltara a sus compromisos. La pregunta que les hago a quienes me escriben siempre es la misma: Y ¿A qué te comprometiste?, ¿Sabías claramente aquello cuando te hiciste del Opus Dei?, Ahora que más o menos sabes de qué va ¿te harías nuevamente del Opus? Porque en el reinado de Escrivá, la voluntad (compromiso) precede al conocimiento.

 

RESCATE

 

Como diría Escrivá, "tu alegría no ha de ser la de animal sano sino la que procede de tu amor a Dios", frase atrayente pero de interpretación interna distinta, tal alegría de vivir pasa a ser una mueca - "la sonrisa es la mejor mortificación" - de perseverar. Mientras más tiempo el numerario o agregado esté dentro de las filas de la Prelatura, el proceso de rescate será más difícil. Esto no significa que el fiel de la Prelatura no desee escapar del Opus Dei, sino que le vence el "Santo Temor", el ser otro Judas - como deja anotado Escrivá -, traidor, cobarde, que destroza todo un Plan Divino premeditado - predestinado - en la que el fiel se asegura el Cielo y que, al romperlo, no solamente siente el pánico de arder durante toda la eternidad en el Infierno sino también faltar a un compromiso - sólo sabe que se ha comprometido a algo para toda la vida sin saber a ciencia cierta a qué - y que está dentro de ese Plan Divino (como le llama Escrivá) ¡Romper un Plan Divino! Sería ocasionarle a Dios una catástrofe cósmica. Recuerdo que, durante una tertulia con el Vicario Regional, nos narraba lo trágico que era renunciar a la vocación al Opus y nos puso el siguiente ejemplo: “imaginen que les acaece la locura de abandonar el Opus Dei y se casan con una chica que estaba llamada por Dios a ser esposa de otro chico ¿Se imaginan todo el caos que provocarían?” Obviamente para una mente juvenil aquella lógica parecía razonable y, ahora, carente de peso.

 

El rescate de un agregado o numerario hastiado tiene que provenir del mismo interesado. No cabe otra alternativa. Inclusive se han dado casos en que la familia rapta al hijo o hija sin mayores resultados. Tanto para un fanático como para un adicto, el paso decisivo es un ¡Basta! Tengo que pensar, que remeditar, que poner el corazón y la mente en foja cero - lo cual no significa abandonar la fe. Es por ello que, para mis amigos lectores, padres de familia o fieles que se encuentren hastiados, lo más recomendable será que intercambien opiniones con personas cercanas, que les quieran, no vinculadas al Opus - cristianos o no -, con la mente abierta, sin los escudos en alto. Que se dejen ayudar, querer y recobren su auto estima. Arrastrar el "bulto" de la perseverancia - porque se convierte en un bulto pesado, dejar pasar más años sólo provoca continuar por ese túnel de infelicidad que tu Director y Sacerdote dirán "es parte de tu purificación en la Tierra para que vayas directo al Cielo" cuando debería aplicarse el otro refrán "cuando se ama a Dios de verdad la felicidad del Cielo ya se vive en esta Tierra". Te hundes en una dolorosa y escrupulosa resignación haciendo que tu rescate de los que te quieren de verdad sea más difícil aún.

 

Nicanor

nicanor.wong@gmail.com




Publicado el Monday, 18 April 2011



 
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