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 Tus escritos: Escaso valor de la renovación.- Marisa

020. Irse de la Obra
marisa :

Queridos amigos,

 

en relación con la pregunta de Cloti puedo aportar mi propia experiencia personal de hace 40 años que, a lo mejor, resulta esclarecedora y prueba una vez más, la tremenda mentira en la que se mueven siempre l@s director@s de la organización de la que hablamos. Entonces vivía el fundador, era el año 1970 del siglo pasado, era, formalmente, un instituto secular, cosa de la que casi no se hablaba porque no les gustaba nada y andaban intrigando por el Vaticano para conseguir una aprobación de algo distinto, cuestión de la que sabíamos bien poco quienes no nos moviamos en “las alturas”...



En fin, a lo que iba, yo era numeraria, había terminado el c.e. el año anterior, durante el curso 69/70, era de la primera promoción del C.M. Zurbarán de Madrid y me habían mandado, directamente a Bilbao a un consejo local de un centro de agregadas. Allí se me abrieron los ojos por múltiples razones y, como muchos de nosotros, entendí que tenía que irme, la verdad es que no sabía cómo, por lo que esperé al 19 de marzo convencida de que lo que me habían dicho, y lo que yo misma decía a otras, era verdad.

 

Ese día, al terminar la Misa, le dije a la directora de la casa que no había renovado y no pensaba hacerlo, después de horas y horas de presiones y de verdadera angustia, a las nueve de la noche me dicen que me está esperando el sacerdote en el confesonario, debieron avisarle en vista de que no me convencían, vuelta otra vez a machacarme: la traición a mi vocación, el no al mismo Dios que me había elegido desde la eternidad, mi alma perdida, la infelicidad para siempre... en fin qué os voy a decir que no sepais....

 

Como yo seguía en mis trece y él no parecía dispuesto a seguir hablando, me dijo directamente que, daba igual, que yo iba a seguir siendo numeraria renovase, o no, y no había más que hablar, que no iba a ser ni la primera, ni la última en esa situación y que la renovación era sólo una práctica piadosa sin mas trascendencia.

 

Esta fue mi propia experiencia, no sé si fue legal o no pero lo que si sé es que aguanté otros 5 años y, aunque mas de una vez volví a plantearme mi salida, no sabía cómo hacerlo, parece increible, pero así fue. En el año 75, decidida a irme fuese como fuese, me planté en la delegación, pedí hablar con la vocal de san miguel en aquella época, Carme  Mateu, y le pregunté qué había que hacer para marcharse, fue entonces cuando me enteré que bastaba con escribir una carta, eso fue lo que ella me dijo.

 

Vivía en Madrid en Moratalaz, trabajaba en Senara y, una mañana, escribí la carta famosa, la dejé en la mesa de la directora de la casa y me fui a buscarla para comunicarle que me marchaba y que tenía la carta en su mesa. Cogí una maleta y me proponía recoger “mis cosas” y salir por la puerta sin más, pero.... ella me siguió y me dijo que de ninguna manera me iba a marchar así, tenía que esperar que llegase la dispensa, como no podía ser de otra manera discutimos, yo ya no estaba dispuesta a seguir ni un día más y terminé saliendo de la casa sin nada... eso sí, le advertí que volvería dos días mas tarde a recoger, al menos, mi ropa. Así lo hice, cuando volví como había avisado, me presenté con uno de mis hermanos y ese día ya no tuve problemas para recoger y marcharme.

 

Aunque a cualquier persona ajena, esto le resulte sorprendente no es lo más sorprendente que me pasó. Yo me sentía formalmente fuera pero al cabo de un par de meses me llamó la vocal de san miguel a la que me referí antes, Carme Mateu, para decirme que había llegado la dispensa de Roma pero que si estaba arrepentida del paso que había dado podía volver, la dispensa se anularía y todo volvería a ser como antes, seguía siendo numeraria. Os podeis imaginar el calambre que me recorrió todo el cuerpo, naturalmente, le dijo que se olvidaran de mi para siempre y terminamos la conversación.

 

Resumiendo, hacen lo que les da la gana, ni renovaciones, ni cartas, ni dispensas, ni nada.... Lo que está escrito, escrito está y, si conviene, se cumple y si no, pues nada, no se hace ni caso. Así funciona la cosa y esa es mi propia experiencia.

 

Un abrazo para todos

 

Marisa Vidal




Publicado el Wednesday, 04 May 2011



 
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