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 Tus escritos: La espera de la dispensa.- Chano

010. Testimonios
chano :

He esperado hasta el final el desenlace de la historia de NVLP. Me interesaba el cómo realmente se fue, porque quieras o no, uno siempre se compara. Desde que escribí yo mi carta hasta que se me comunicó eso de la dispensa pasaron algo más de tres meses. Por eso leo con verdadera envidia que NVLP la consiguió en dos (y envidio mucho más a los que se fueron sin zarandajas de dispensas, pero en aquella época mi conciencia me dictaba que había que esperar). Es comprensible: él sabía lo que había que hacer porque había pertenecido a la jerarquía. Yo en cambio ni había pertenecido a un consejo local ni había tenido ningún cargo...



Lo de la dispensa de la vida de familia se me concedió sin que yo la pidiera, pero eso ocurrió un mes y medio después de entregar la carta. Yo esperaba que esa dispensa de los compromisos de la fidelidad sería cosa rápida. Pero no, primero me dispensaron de la vida en el centro (cuando lo piensas con perspectiva de años dices: pero qué estupidez, dispensarte de vivir de un lugar para irte a donde quieras como si hubieses hecho voto de residencia). En ese momento me pareció un buen detalle por parte del opusdei porque me permitían vivir un tiempo de transición, bastante condicionada, eso sí, por el hecho de seguir perteneciendo a la institución opusina; pero lo que entonces no sabía es que me iban a tener en vilo unos dos meses más. Yo vivo en un país que no es el mío y en ese momento enfrentaba al reto de vivir solo.

 

Entre mi carta y mi definitiva salida tuve que escribir otra carta para confirmarme en lo que había escrito en la primera. Se me dijo: es que la Prelatura tiene derecho para hacerte reconsiderar tu decisión. Yo también hablé con un delegado de Roma, de nombre famoso en las historias de las obras de los edificios centrales, que falleció a los pocos años de mi salida. Hombre bueno, a quien guardo afecto, pero qué pena que fuera instrumento para alargar mi suplicio en espera de que se “me redujera” al estado de lo normal. Tardaban tanto que hasta mi hermana numeraria (con la que mantenía una correspondencia muy fluida, diaria) se impacientaba, porque ella me apoyó desde que empecé a participarle mis preocupaciones.

 

Yendo muy atrás en el tiempo, siempre se me quedó grabada una intervención de Fisac en el famoso debate de La Clave antes de la beatificación del fundador. Yo entonces ya estaba bastante descontento y cuando le oí decir cómo se había visto metido en aquel montaje de Escrivá, que se sentía incómodo y cómo tardó tanto en marcharse -porque al ser buena persona y no conflictiva le presionaban para que no se fuera-, automáticamente me sentí identificado con él. Fuera de mí compararme con ese gran arquitecto, pero su historia se me hizo muy próxima. Y mucho tiempo después de aquel programa experimenté el duro proceso de la salida. Como yo nunca he sido persona conflictiva, nunca he dado, al menos públicamente, guerra al opusdei, como siempre me he llevado muy bien con todos y en el fondo siempre he querido a toda la gente con la que he vivido, creo hacían lo posible para que me quedara. No sé si era eso o, “putantes se obsequium prestare Deo”, lo que hacía era precisamente eso, putearme, con perdón, para que me fastidiada bien antes de marcharme.

 

Me siento cercano también a NVLP porque siendo celtibéricos hemos tenido que vivir solos en otro país, sintiendo en la distancia el apoyo de la familia, y sobre todo porque esperó pacientemente a que le dijeran (como me comunicó a mí el vicario) que ya no pertenecía al opusdei. Con el tiempo y con la lectura de Opuslibros te das cuenta de que ese dictado de la conciencia es una malformación que ha obrado en uno el adoctrinamiento institucional del opusdei, pero en ese momento uno no puede obrar contra su conciencia.

 

NVLP, enhorabuena: has armado una buena en esta web. Lo has contado muy bien y has dado a conocer datos muy interesantes. Yo no he experimentado el empastillamiento. Tal vez si hubiera vuelto a mi país, estando todavía dentro, y hubiera hablado con psiquiatras, como me sugerían hacer, tal vez me hubieran empastillado. Pero siempre he estado libre de semejantes fármacos. Por eso tu testimonio es para mí muy esclarecedor.

 

Ahora que has terminado permíteme un reproche: ya podías haber enviado capítulos más largos, macho. Parecía una novela por entregas. Y espero que con el tiempo saques también a la luz esas prácticas viciadas dentro del opusdei, que aunque conocidas por ti en el ejercicio de tu cargo, merecen ser reveladas.

 

Un fuerte abrazo para ti y para todos

 

Chano Copreto, chano.copreto@gmail.com




Publicado el Monday, 18 July 2011



 
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