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105. Psiquiatría: problemas y praxis
safety :

Querido Novaliolapena 

Por favor podrías explicarnos un poco más, ya que nos cuentas que sabías los procedimientos de salida, ¿les daban clases especiales para directores de región en este aspecto o solo se aprendía en la ejecución? 

Ya se ve que los procedimientos frente a las crisis es la misma en todos los niveles, te ponen en espera y se evita tocar el tema, igual me lo hicieron a mí e incluso una recién llegadita de Roma con la que hablé, me llegó a decir que TODO era mi culpa y se invento una sarta de faltas de espíritu. Quedé muy, muy confundida, quise irme pero llegué a resignarme como las esposas que se quedan con un esposo maltratador. El enpastillamiento no tardó en llegar y me resistí todo lo que pude, menos mal que en la región donde vivía no había psiquiatras de la obra. Iniciaron los terribles insomnios, los días de trabajos agotadores por el poco dormir, llegaba al centro al final del día y a escondidas tomaba café concentrado para poder iniciar a hacer la oración, lectura, etc., las normas que quedaban del día, pues sabía que si no rezaba, no resistiría, eran mis momentos de abandono, poco a poco el cuerpo fue cediendo al cansancio y mi angustia a crecer pues ya no podía ni rezar, caía rendida frente al Sagrario, así hasta que en un curso anual llego una psiquiatra de otro país y me convenció que debía tomar las pastillas pues habría mayor daño cerebral si no las tomaba.

 

Inicio del empastillamiento riguroso, tratamientos de sueño y demás y... cuando recaía en las crisis, es decir hablaba con las directoras de aquello que vi y que eran flagrantes incoherencias, me daban nuevos antidepresivos y anticonvulsivos y somníferos, nuevas consultas. Era un zombie andante, ya casi no tenía vida en familia, pues debía ir temprano a dormir para estar en la Misa del Centro, ir al medio día a a la calle y estar más despejada, pero el cuadriculamiento directoril no me dejaba. Literalmente me quedaba dormida parada tirando el Misal muchas veces, optaba por sentarme, así pasaron los años, sí años, yo convencida defendiendo mi vocación divina aguantando lo que sea, hasta que el cuerpo no pudo mas. El psiquíatra que no era de la obra me dijo que debía cambiar de vida y yo decía que claro él no entendía mi vocación, y recomendó reposo, ningún encargo; entonces me dijeron que saldría a descansar a otra ciudad, pero me quedé esperando 3 meses, mientras tanto debía seguir trabajando en régimen normal y con encargos del consejo local al que había renunciado meses atrás, pero seguía ejerciendo todas las funciones. Así es el cariño de familia donde te dicen que los enfermos son un tesoro.

 

Una nax también se resistía al empastillamiento y me mandaron a a hablar con ella para convencerla de que "no pasaba nada". Al poco desapareció y no volvimos a saber de ella.

 

Una numeraria mayor que lloraba angustiada por las faltas de caridad también la sacaron del centro. Cuando la volví a ver por casualidad luego de 6 meses, la mujer activa que hacía su trabajo normal, la vi encorvada y andando con bastón. La escena me rompió el corazón.

 

Como mi esperada partida al descanso no llegan, en una luminosa noche decidí dejarlo todo, me presté dinero, me apoyé en mi verdadera familia y me ayudaron, tomé un bus y volví a la VIDA. El transito fue difícil, más aún con la persecución y hostigamiento. Como tú dices lo mejor es NO DIALOGAR. Me llamaron para rehacer la carta de dispensa y yo ingenua fui, así hubieron varias otras estrategias que te hacen todo más difícil.

 

Faltaba la cereza de la torta, la calumnia que se inventaron con mi salida, doloroso después de casi 2 décadas dentro.

 

Gracias a Dios me ha bendecido con una familia maravillosa y mis chiquitines son mi mayor alegría.

 

Saludos.

 

Safety




Publicado el Monday, 18 July 2011



 
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