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 Tus escritos: Sesgo de confirmación.- Aquilina

010. Testimonios
aquilina :

Queridos amigos,

En este periodo, por razones totalmente fortuitas (la lectura de un libro que me llevó a otro libro, y a otro y a otro…) estoy leyendo un ensayo muy apasionante sobre lo que es posible que sucedió realmente el 11 de septiembre de 2001. No quiero entrar en el mérito de las tesis del libro, porque esto no tiene interés para el contenido de nuestra página, pero hay unos tres capitulos, 7 páginas de las 500 que forman el libro, que me parecen de especial interés respecto a unos argumentos frecuentes en nuestras discusiones y reflexiones, es decir:

-          Cómo fue, y sigue siendo posible, que la gente de dentro –y nosotros mismos en nuestra época dentro–, tarden mucho y tengan tanta dificultad en detectar las contradicciones del sistema Opus Dei (lo que permite que haya mucha gente en buena fe en una organización negativa, como muchos de nosotros, creo, tenemos experiencia),

-          El bajo impacto que nuestras denuncias parecen provocar dentro de la iglesia catolica en su papel de “certificadora” de la legitimidad del Opus Dei, 

-          El “mito” y la “realidad” de la vivencia de la libertad personal dentro del Opus Dei,

-          El asombro por el hecho de que, a pesar de la puntualidad y la coincidencia de nuestros testimonios trasversales por épocas y latitudes, sea tan difícil provocar una reacción fuerte en la opinión pública y en la iglesia contra la praxi del Opus Dei y contra la imagen que la institución da de sí misma...



Os voy a traducir estas 7 páginas, eliminando sólo unos pocos párrafos que se escapan del tema que nos interesa. En algunos puntos directamente significativos para nuestros intereses voy a poner entre parentesis las referencias a EEUU y a los temas relativos al atentado a las Torres Gemelas, y a poner, en negrita y cursiva, las referencias que permiten adaptar ese texto a nuestros temas. También voy a subrayar con el texto en negrita las frases que me parecen más interesantes con referencia e nuestras experiencias, y si me parece que es el caso, a poner mis comentarios, en cursiva.

El libro es: Roberto Quaglia, Il mito dell’11 settembre e l’opzione dottor Stranamore, Ed. PonSinMor. Conseguí permiso del Autor para publicar la traducción de esas páginas. Si alguien entiende italiano y le interesa el tema del libro, puede comprarlo en esa página:

http://www.mito11settembre.it/

o en inglés en esa otra:

http://www.september11myth.com/

Perdón si en algún momento voy a machacar un poco el españolo, y... ¡buena lectura!

“Sesgo de confirmación”

Es suficiente que Vd. se ponga a gritar en la cara a todos la verdad. Nadie se lo cree y ¡todo el mundo lo toma por loco!

Luigi Pirandello

El individuo se encuentra discapacitado frente a una conspiración tan monstruosa que él no puede creerselo.

J. Edgar Hoover (fondatore e capo dell’FBI a lo largo de medio siglo)

Si tienes que decir una mentira, que sea gorda.

Refrán popular

El aspecto realmente notable de todo el asunto es que, aunque todos los datos sean de público dominio en Internet, que aparezcan en todo el mundo libros sobre el asunto, no pasa nada. ¿Qué quiero decir con no pasa nada? (...) pues que no se trata de un sólo hombre que lo ha entendido todo, sino una metacomunidad en Internet, dentro de la que la informaciòn da vueltas, se afina y adquiere un dibujo cada vez más definido y coherente, se pone por escrito y se comparte. Y todo eso, antes que desencadenar una revolución global contra los conspiradores, no provoca reacción de ningun género, por parte de nadie. Los buenos ciudadanos del imperio americano continúan pastando de las pantallas televisivas sus racciones cotidianas de pseudo-informaciones periodísticas, los millones de vagabundos de Internet nunca pasan por las páginas donde pueden encontrar una visión algo menos naȉf del mundo en el que viven y si por si acaso las encuentran, no le hacen caso, mientras que la diabolica intelligence que lo ha planificado todo –gente notoriamente despiadada- no le importa en absoluto esa circulación de tremendos secretos, no intenta cerrar los servidores que en Internet acogen esos datos (bueno, alguno efectivamente sí que tuvo algún problemilla...), no intenta matar o en cualquier forma disuadir quien difunde esas informaciones peligrosas... eso sí que parece cienciaficción. Pero quizá... quizá... a lo mejor alguna explicación existe también para eso.

Como afirma también Gore Vidal en su ensayo que ya se citó, una mentira cuanto más gorda es, más fácilmente va a ser creída... si la opción de no creérsela es suficientemente dolorosa. En eso no hay nada mágico. Nuestra psique está estructurada de forma que se cree lo que a ella le conviene creerse. Las verdades dolorosas están normalmente negadas por la mente. Con referencia a lo de aceptar una verdad demasiado dolorosa, no es infrecuente que una mente prefiera hasta refugiarse en la locura –así es como llamamos la negación de la realidad a pesar de las evidencias.

El pueblo americano ha sido hondamente traumatizado por los acontecimientos del 11 de septiembre 2001. La mera hipótesis de aceptar la idea de que, en la organización de un hecho tan atroz, pueda haber tenido un papel el mismo Presidente de los Estado Unidos de America, junto a los más encumbrados funcionarios de las agencias responsables de la seguridad del país, es algo impensablemente doloroso por el americano medio”.

Nota: Aquí me permito comentar para subrayar que esta situación anímica de incredulidad, de no poder ni imaginar, menos aún aceptar la posibilidad de que personas “de confianza” –l@s director@s, el prelado, el fundador, las autoridades de la iglesia...- (y “de confianza” para personas como eramos nosotr@s, educados a “pensar bien” de la autoridad y de todo lo que tenía el carisma de ortodoxía catolica) es lo que en muchos casos ha frenado el proceso de toma de conciencia de la realidad en la que vivíamos.

“Estas cosas, quien lleva el montaje, lo sabe perfectamente. No importa cuanta verdad circule por ahí. Hasta que esa verdad no salga en la televisión dentro de un telediario prestigioso, la mayoría de los americanos no va a tomarla en consideración. Es como si el verdulero de la esquina os dijera que vuestra madre conjura para mataros y quisiera daros las pruebas de ello: ni le escucháis porque se trata del verdulero, pero sobre todo porque la posibilidad de que tenga razón sería demasiado dolorosa para vosotros. Si en cambio lo dijeran en el telediario...

Es consabido que muchos padres de asesinos no creen en la culpabilidad de sus hijos ni frente a una evidencia palpable. La mente humana rehúsa hipótesis de realidad que conllevan un dolor axcesivo.

Esto vale no sólo para todos los americanos, sino para todos nosotros. Que nos guste o no, la forma en la que está estructurada nuestra mente es la que es. Nuestra mente está dispuesta a cualquier cosa con tal de protegerse de interpretaciones de la realidad que no está preparada para enfrentar, resguardándose de toda lógica que venga a destruir una visión familiar y tranquilizante de las cosas. La mente humana llega sistematicamente a las conclusiones a las que le es conveniente llegar.

En la jerga psicológica eso se llama sesgo de confirmación (confirmation bias, www.skepdic.com/confirmbias.html) y es un fenómeno intelectualmente molesto al que, como ya dije, todos nosotros estamos sujetos por naturaleza.

Con el término sesgo se indica un error de pensamiento perjudicial. El sesgo de confirmación es un error que nuestra mente hace cada vez que nos llegan datos que confirman, o en cambio no confirman, nuestras creencias. En el primer caso las informaciones se dejan entrar y se guardan, en el otro caso, como se dice, entran por una oreja y salen por la otra.

Nuestra mente asume unos datos que recibe de forma selectiva, fijándose y sobrevalorando las informaciones que confirman nuestras creencias, y en cambio ignorando e infravalorando las informaciones que la contradicen. Todos estamos sometidos a ese fenómeno, pero algunos (más bien muchos) de nosotros lo estamos en mayor medida que otros, y pueden llegar, de forma ocasional o sistemática, a negar hasta la evidencia.

Por esta razón, a los conspiradores del 11 de septiembre les preocupa muy poco la posibilidad de que llegue a salir la (presunta) verdad. La mayoría de la población mundial tiene en la cabeza una historia muy precisa, compartida por todos, y esa es la pelicula America Under Attack. La mayoría de las personas nunca va a abandonar eso que al final es una cómoda certeza, a no ser que no le llegue el input de alguien al que le reconozca una autoridad a la que no puede resistir (la Televisión, un Padre, un Alguien-al-que-le-tiene-confianza)”.

Nota: En nuestro caso, hay que decir que dificilmente lo que el Autor describe, sucede en el proceso de alejamiento crítico respecto al Opus Dei, pues nos vacunaron con la idea de que, por tratarse de una realidad sobrenatural, esas autoridades como la opinión pública, una figura respetable externa al Opus Dei, alguien de confianza que no pertenezca a la organización o quien quiera, “no pueden entender nuestro espiritu” y por lo tanto no llegan, o llegan muy dificilmente, a adquirir el nivel de confianza necesario para poner en tela de juicio lo que dice de sí misma la institución.

“Si pasara eso, habría otro tipo de sesgo cognitivo, aún más fascinante: el hindsight bias, es decir el error de juicio retrospectivo. El hindsight bias es la tendencia de las personas a creer, erróneamente, que hubieran sido capaces de ver la verdad, una vez que esa verdad ya es conocida (...).

El hindsight bias modifica nuestros recuerdos para adaptarlos a las contingencias cognitivas del presente. Es un fenomeno corriente que, a dosis pequeñas, pasa todos los días, en cambio puede observarse a grandes dosis en la politíca cada vez que una opinión (o una ideología) cambia por otra: todos (o casi) los que creían en esa opinión (o en esa ideología), mágicamente no sólo cambian su opinion (o ideología), sino también el recuerdo que ellos tienen de lo que en opinaban en el pasado.

>>Continuará>>




Publicado el Friday, 09 September 2011



 
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