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 Tus escritos: Lo que diste y lo que te devolvieron.- Maripaz

077. Numerarias auxiliares
Maripaz48 :

Querida Leonisa:

 

he sido numeraria auxiliar como tu durante muchos años. El otro día intenté leer tu historia pero no domino el italiano y no pude hacerlo. Por algunas de las palabras que logré entender, pude darme cuenta que tu relato era tremendo, cruel… Pero hoy cuando por fin y gracias a Haenobarbo, que ha tenido la delicadeza de traducirlo, he podido leerlo despacio, el corazón se me ha encogido de dolor reviviendo una vez más mi propia historia y haciéndome cargo de la tuya.

 

Quizá nos llegamos a conocer en algun Univ. Recuerdo a las italianas con esos nombres tan bonitos, Loredana, Silvana... tan alegres, tan guapas, tan divertidas. Me gustaba juntarme con ellas cuando iba a Roma, porque eran vitales, me hacian sentirme viva.

 

Sí, quizá tu fuiste una de ellas y te utilizaron entonces, sin pensar que un dia tu alegria natural, se convertiria en una tremenda amargura que te cambiaria la vida para siempre.

 

Cuando yo escribí aqui mi historia, recuerdo a alguien que comentó que era fiel reflejo de lo que yo di y de lo que me devolvieron. No habia mejor denuncia para saber el mundo rastrero y cruel que se esconde detrás de una institución que pregona la caridad a bombo y platillo, pero que la desconoce totalmente a la hora de vivirla en concreto.

 

Ese grito tuyo: ¡Jesus mio, yo no puedo más! se me ha clavado en el alma, pensando en ti y en tantas otras auxiliares y personas que todavia están dentro, que tratarán de ahogar su propio grito de auxilio en algun rincón del mundo, en cualquier centro, en cualquier ciudad. Hasta que no puedan mas como tu y como yo.

 

De sobra sé el trabajo tan descomunal que has tenido que realizar a lo largo de estos años. Sin descanso, sin dias libres, hasta el agotamiento, hasta la extenuación, por eso has acabado así, rota, destrozada física y psicologicamente.

 

Todavia me emociono cuando por fin pude salir de aquel tremendo lugar y volví de nuevo a casa de mis padres. Ellos sí que me querian de verdad, sí que me abrazaron de nuevo con las misma ternura de siempre. Gracias a ellos he rehecho mi vida, soy una mujer nueva, porque siempre fueron mi verdadera familia y me dieron amor del bueno, sin adulterar. Deseo que tú tambien tengas el apoyo de los tuyos tan necesario para empezar de nuevo una vida.

 

Llega un momento como el que a ti te ocurrió, que el cuerpo y el alma se rebelan. Se manifiesta en ese síndrome lleno de manifestaciones de enfermedades que afloran una detrás de otra. Deseo con todo mi corazón que te encuentres mejor, que poco a poco vayas saliendo adelante. También yo me vi así, tomando miles de pastillas y como en una nube, ahora no tomo ninguna.

 

Me gustaria poder comunicarme contigo, si es preciso aprenderé italiano. Son muchas las auxiliares que estan fuera que han venido a mi casa, las he podido abrazar para calmar su dolor y ayudarles a emprender una nueva vida.

 

Por último, denunciar una vez más, esos silencios cómplices de los directores y del mismo prelado, intentando acallar con el bulo de la locura a los que tuvimos la valentia de irnos, y que se contradicen al leer una vez más testimonios como el tuyo, donde se ve con facilidad que la cordura forma parte de tu personalidad.

 

Un abrazo y todo mi cariño.

 

Maripaz




Publicado el Friday, 30 September 2011



 
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