Una cosa que siempre me resultó medio curiosa cuando estaba en la cosa, era el tema del escapulario del carmen, del cual el santo fundador era tan devoto. Nunca tuve mucha cultura escapularística, pero buscando en Wikipedia, encontré esto:

Un escapulario es una pieza de tela parte del hábito de algunas congregaciones religiosas católicas, masculinas y femeninas (carmelitas, trinitarios, mercedarios, dominicos, etc). (...) Es parte del traje de faena usado por los monjes benedictinos entre otros y es símbolo del yugo de Cristo

En algunos casos, el uso del escapulario se acompaña de promesas como la protección de la condena eterna o algunas otras bendiciones. Esas promesas se dan en un cuadro de revelaciones personales a miembros de la orden a partir de visiones. El catolicismo como enseñanza oficial deja la libertad a las personas de compartir o no los mensajes de aquellas visiones. Podría ser que algunos interpreten aquellas promesas en sentido del uso de los escapularios como talismanes, lo que no corresponde a la enseñanza oficial.

Lo curioso es que siendo el fundador tan paranoico con que “no somos religiosos”, y con el desprecio que mostraba por todas las “cosas de fraile”,  le hiciera usar a sus hijos algo que en definitiva es un hábito de monjes. Tampoco me parece muy de “piedad recia”, el creer que por usar una medallita o un pedazo de tela, Dios nos vaya a llevar al cielo el primer sábado después de morirnos.

En fin, una pequeña contradicción más en  la larga lista de incongruencias de la obra de Dios...

atomito