Excelente testimonio el de Descriteriada sobre los informes de conciencia. Y concuerdo con ella, como coincidirán la mayoría, en que el Opus Dei no cambiará jamás a menos que desde afuera le caiga una intervención contundente.

No quiero dejar de destacar el tremendo testimonio de Maltasolo. Más allá de cuán patológico era ese director, lo que está claro es que si hubiera habido real separación entre la dirección espiritual y el gobierno, las cosas no hubieran sido tan traumáticas como luego sucedieron. Pero si no hay separación entre des (dirección espiritual) y gobierno es porque Escrivá no quería que ello sucediera: lo patológico y lo perverso del Opus Dei tiene sus raíces en Escrivá y sus problemas afectivos más profundos. Quiso resolver esos problemas creando el Opus Dei y así le salió: un monstruo.

Respecto a la no respuesta recibida de las altas esferas, pues yo he tenido la misma experiencia varias veces. La experiencia es que no contestan cuando: uno dice un insulto, por ejemplo, o uno está hablando de algo muy grave. Si uno le manda saludos al Papa, recibe contestación muy amablemente. O también si uno se dirige a quien no tiene la responsabilidad sobre dicho asunto: contesta sin problemas.

Lo que se me ocurre pensar es que lo grave lo analizan seriamente. O bien para dejarlo en un cajón y que nunca más aparezca (como al parecer hacían los amigos de Maciel en el dicasterio de los religiosos), o bien porque tomarán cartas en el asunto con suma prudencia y a su debido momento, y por lo tanto, no quieren dar información sobre el asunto. Desde ya, ambas situaciones son desconcertantes para quienes formamos parte del pueblo llano.

Ya me gustaría que al menos contestaran un amable acuse de recibo (en algunos casos sí los he recibido, en otros nada de nada). En una instancia civil, si uno plantea un hecho grave, se pone en funcionamiento todo un mecanismo judicial que es en gran parte público y conocido por los abogados. En el fuero eclesiástico, la cosa suele ser todo “un misterio”. Para quien ha estado en el Opus Dei, todo lo que tenga que ver con secretos y silencios suena a siniestro. Por eso encontrar que en la Santa Sede reaccionan en muchos casos de la misma forma, pues no causa una buena sensación, recuerda lo siniestro del Opus Dei, aunque las razones sean totalmente diferentes en cada caso, y sumamente nobles en el caso de la Santa Sede.

Será la tradición multisecular o lo que sea que fuere. Desde el llano no parece el mejor modo de abordar las cosas de cara al público. Es como si el pueblo llano no importara nada de nada. Como si uno fuera un siervo del siglo XI dirigiéndose al rey: un ser insignificante.

Saludos,
E.B.E.