Bienvenido a Opuslibros
Inicio - Buscar - Envíos - Temas - Enlaces - Tu cuenta - Libros silenciados - Documentos Internos

     Opuslibros
¡Gracias a Dios, nos fuimos
Ir a la web 'clásica'

· FAQ
· Quienes somos
· La trampa de la vocación
· Contacta con nosotros si...
· Si quieres ayudar económicamente...
· Política de cookies

     Ayuda a Opuslibros

Si quieres colaborar económicamente para el mantenimiento de Opuslibros, puedes hacerlo

desde aquí


     Cookies
Utilizamos cookies propias y de terceros para obtener datos estadísticos de la navegación de nuestros usuarios y mejorar nuestros servicios. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información aquí

     Principal
· Home
· Archivo por fecha
· Buscar
· Enlaces Web
· Envíos (para publicar)
· Login/Logout
· Ver por Temas

     Login
Nickname

Password

Registrate aquí. De forma anónima puedes leerlo todo. Para enviar escritos o correos para publicar, debes registrarte con un apodo, con tus iniciales o con tu nombre.

     Webs amigas

Opus-Info

NOPUS DEI (USA)

ODAN (USA)

Blog de Ana Azanza

Blog de Maripaz

OpusLibre-Français

OpusFrei-Deutsch


 Tus escritos: El OD tiene archivados los pecados mortales de sus miembros.- Claire Fischer

070. Costumbres y Praxis
claire fischer :

El Opus Dei tiene archivados los pecados mortales de sus miembros
Claire Fischer, 9 de noviembre de 2011

 

 

A raíz del escrito de Opusleaks, quiero extraer un correo pasado del 2006 escrito por Terpsícore a raíz de otro informe secreto, al que adjunto al final la respuesta documental que pide Terpsícore. No añado ningún comentario porque, honestamente, no se me ocurre nada que añadir.

 

Querid@s Orejas:

 

Leo en el anexo 2 del informe secreto sobre un numerario, publicado la semana pasada, el siguiente párrafo estremecedor (el subrayado es mío):

 

"Ref xxx 465/05,

Anejo 2

 

1. Se ha dejado llevar por algunos caprichos en los últimos meses –en dos ocasiones ha ido a dar un paseo a la playa en vez de ir al club, y en otra ha ido al cine, también en horario del club–. Como consecuencia de estos descuidos ha tenido dificultades (cfr B 10, III, 28); esporádicamente ha tenido alguna otra dificultad. Después de estos episodios ha acudido con prontitud a la dirección espiritual."

A lo largo de todo el informe, el redactor describe sin rodeos diversas faltas y defectos de ese numerario de manera inteligible para cualquiera. Incluso en el mismo párrafo habla de dos ocasiones paseando por la playa y una vez al cine...



Pero el meollo del párrafo viene al final donde nos encontramos con lo siguiente:

 

- Como consecuencia de haber ido de paseo a la playa y al cine, ha tenido "dificultades" (????)

 

- Esas "dificultades", por su naturaleza, parece que no se pueden describir, así como así, por escrito. No sabemos, por tanto, a qué se refiere el redactor del informe.

 

- Pero para que les quede claro a los directores del Opus Dei que lean internamente el texto, se les remite al B10, III, 28, donde cualquier lector interno puede corroborar sin lugar a dudas de qué "dificultades" se trata

 

- Añade que ha habido esporádicamente algunas "dificultades" adicionales, a las que también denomina "episodios". Da la impresión de que, en la información que remite a los directores centrales, el redactor deja clarísimo que no estamos hablando de "una dificultad" aislada y anecdótica. Puntualiza que hubo más de una. Al mismo tiempo, recalca también que los episodios han sido "esporádicos", es decir, no aislados pero tampoco excesivamente numerosos. Se concluye que toda esta información y detalle es de mucha importancia para los directores centrales.

 

- Seguimos, pues, en el misterio de qué son esos "episodios". Sin embargo, el redactor nos aclara (como algo de importancia) que el numerario ha acudido al sacerdote. Hay que aclarar aquí que "acudir a la dirección espiritual" significa, en la jerga del Opus Dei, "acudir al sacerdote", y se distingue habitualmente de la expresión ir a la "charla fraterna", que significa la confidencia con el director laico.

 

- Por último, se nos remarca con claridad, como una pieza de información importante, que el numerario, tras esos "episodios", ha acudido al sacerdote "con prontitud".

 

Esto, amigos, es terrible.

 

No queda claro ni oscuro si nuestro numerario ha ido al sacerdote a simplemente comentar los episodios y dificultades o también ha ido a confesarse. Dada la naturaleza de los episodios, nos surge la duda de la necesidad de acudir con prontitud al sacerdote ¿no podría nuestro numerario haber ido a la charla sencillamente a comentarlos, sin necesariamente ir con prontitud?.

 

Pero todavía más espantoso: ¿qué son esos "episodios" innombrables, que requieren la llamada a un documento secreto (el B10) para que no queden explícitamente por escrito?

 

Espero que alguien de los de "dentro" que escriben en Opuslibros nos manden pronto el texto del B10, III, 28, y respiremos todos aliviados cuando leamos que el director de turno, al escribir el informe secreto, se estaba refiriendo a una falta contra la pobreza y la sobriedad, es decir, que el numerario en cuestión se tomó tres helados de chocolate al salir del cine.

 

Espero sinceramente que la charla 28 del apartado III del B10 hable sólo de eso, es decir, de la sobriedad con los helados en las tardes calurosas de verano, o de los peligros de jugar con máquinas tragaperras, o a la conveniencia de tomar el autobús en vez de un taxi.

 

Espero de verdad que hable de eso y no de otra cosa. Pues si, por el contrario, esos episodios describen y delatan un tema distinto (y me temo que es un tema patológicamente obsesivo dentro del Opus Dei), de un asunto o acto que por su naturaleza SOLO Y UNICAMENTE EL INTERESADO puede conocer (fuero interno) y que los directores conocen EXCLUSIVAMENTE a través de la dirección espiritual del numerario y de su sinceridad, entonces nos encontraríamos ante una falta gravísima según el código de derecho canónico y hasta del mismísimo catecismo de la obra, por no mencionar una falta gravísima según las leyes civiles.

 

De verdad: desearía equivocarme esta vez y si alguien me lo rebate me quedaré muy feliz. Me quedaré feliz al saber de que en los archivos secretos del Opus Dei no se guardan informes de l@s numerari@s (y exnumerari@s) en que se recogen con detalle supuestos pecados mortales (digo supuestos pues de la conciencia nadie puede juzgar, ni los del Opus ni nadie) en materias del fuero interno, sólo conocidas a través de la confidencia y la dirección espiritual.

 

¿Alguien nos manda, por favor, el apartado III del B10, y así mis especulaciones quedan desmentidas?

Gracias. Terpsícore.

 

Respuesta a Terpsícore: extracto del apartado III del plan de Formación:

 

APARTADO III Charla nº 28

Castidad

 

1. "Glorificad, pues, a Dios y llevadle en vuestro cuerpo" (1 Cor 6,20). "La pureza es gloria del cuerpo humano ante Dios. Es la gloria de Dios en el cuerpo humano" (Juan Pablo II Discurso, 18-111-1981). "El sexo no es una realidad vergonzosa, sino una dádiva divina que se ordena limpiamente a la vida, al amor, a la fecundidad" (Es Cristo que pasa, n. 24). "Respetad el sexo, que es un don de Dios, y sabed que sólo se puede emplear dentro del matrimonio cristiano, y con el fin de procrear" (De nuestro Padre).

2. El cuerpo humano también está llamado a participar de la bienaventuranza del Cielo donde será revestido de inmensa gloria. Para eso es preciso santificarlo ya aquí en la tierra; espiritualizarlo de algún modo, sometiéndolo al imperio de la razón iluminada por la fe. Así también el cuerpo interviene eficazmente en la santificación del alma: "Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios" (Mt 5,8). Por eso hemos de guardar el corazón con siete cerrojos, llenarlo de Amor, con mayúscula, para que ningún afecto se desordene.

3. La santa pureza es, pues, como nos ha enseñado nuestro Padre, una afirmación gozosa. "Vivamos delicadamente la castidad -cada uno en su estado: solteros, casados, viudos, sacerdotes-, que hace a los hombres recios y señores de sí mismos, les da optimismo, alegría y fortaleza; les acerca a Jesucristo, Nuestro Señor, y a nuestra Madre Santa María; y es condición indispensable para nuestro servicio a la Iglesia y a las almas" (De nuestro Padre). "Sin la santa pureza no se puede perseverar en el apostolado" (Camino, n. 129).

4. La castidad no es la principal virtud ni la primera preocupación de una persona normalmente constituida; pero es el "clima" necesario -conditio sine qua non- del crecimiento en el amor a Dios y de la vibración apostólica. De otra parte, no deben asombrar nunca las tentaciones de la sensualidad. "Siendo muy niños delante de Dios, no podemos estar infantilizados. A la Obra se viene con la edad conveniente para saber que tenemos los pies de barro, para saber que somos de carne y hueso. Sería ridículo darse cuenta en plena madurez de la vida: como una criatura de meses, que descubre asombrada sus propias manos y sus pies" (De nuestro Padre).

5. Como consecuencia del pecado original, el cuerpo de muerte no cesa de clamar "por sus fueros perdidos" (cfr. Camino, n. 707), y es preciso tenerlo a raya mediante la mortificación y la templanza: "Los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y concupiscencias" (Gal 5,24), “a fin de que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal" (2 Cor 4,11). No se puede ir por ahí "con los sentidos despiertos y el alma dormida". "¡Cuántas experiencias a lo David" (Camino, n. 183). Los medios son bien conocidos: la oración y los sacramentos; no dialogar con la tentación, guardar los sentidos y, siempre, huir de las ocasiones de peligro.

Procuremos no olvidar que tenemos los pies de barro (cfr. Dan 2,31-33)- Nunca podemos dar por definitivamente conquistada la castidad y descuidar las oportunas normas de prudencia. Lo que mancha a un chiquillo, mancha también a un viejo (De nuestro Padre). No podemos dejarnos engañar por la ola de erotismo que trata de convertir al hombre y a la mujer en bestias. "Acostumbrarse” y considerar "normal" lo que es consecuencia del olvido de Dios y del embrutecimiento de la persona, significaría una grave corrupción de la sensibilidad, el embotamiento de la mente, la muerte de la vida de la gracia, la ruina espiritual.

"El pudor y la modestia son hermanos pequeños de la pureza" (Camino, n. 128). El pudor no es algo pasado de moda. Para “superar” la necesidad del pudor sería necesario dejar de ser hombres o mujeres, para ser ángeles o simples animales. Los ángeles no tienen necesidad del pudor porque no tienen cuerpo; los animales tampoco, porque no tienen alma espiritual. Nosotros tenemos alma espiritual, y cuerpo, con pasiones que -como consecuencia del pecado original- no requieren estímulos extraordinarios para exacerbarse. El pudor y la modestia deben impregnar nuestra conversación y la forma de comportarnos.

De impureza, nec nominetur in vobis, sicut decet sanctos (Eph 5,3); "-Mira que es materia más pegajosa que la pez" (Camino, n. 131).

9- "Ahora hay gente un poco desvergonzada: con ocasión del deporte, de esto y de lo otro, fácilmente se falta a la modestia. Yo querría que vosotros no fuerais ñoños, pero que seáis siempre cristianos. Y por tanto, amigos de la custodia de vuestro cuerpo, que es el santuario del alma en la tierra. Que penséis que en vosotros está viviendo Nuestro Señor" (De nuestro Padre).

"La santa pureza la da Dios cuando se pide con humildad" (Camino, n. 118). Con humildad y perseverancia, la oración no puede fallar. Si la castidad falla, habrá que examinar cómo anda la soberbia, el egoísmo. Y procurar una sinceridad más honda, más plena, con nosotros mismos y en la charla fraterna: "lo que no podemos es hacer cosas malas y decir que son santas" (De nuestro Padre). Hablar antes.

Hay que limpiar las alas, si están manchadas -hablando, obteniendo el perdón de Dios en la confesión, haciendo penitencia- pero nunca cortarlas.

12. El gran recurso, la gran fortaleza está en la Eucaristía y en la filial devoción a la Santísima Virgen: ¡Bendita sea tu pureza...!

13. "Vuestro voluntario celibato recoge, en estos años -de hedonismo, de búsqueda egoísta del placer, una vibrante y constructiva protesta: la gozosa afirmación de que en Dios se encuentra el bien más sublime, y de que, a fin de cuentas, sólo una cosa es necesaria (cfr. Le 10,42): estar muy cerca de Jesucristo, al alcance de su mirada, de su palabra y de su Corazón" (Del Padre).

14. Criterios específicos sobre la castidad en el noviazgo (para Supernumerarios).

"Los que tenéis novia, como imagino que vais con una rectitud de intención muy grande, procurad portaros con mucho respeto con la que pensáis que va a ser la madre de vuestros hijos, después, que el noviazgo no sea muy largo; y que no os avergoncéis de hablar de la novia con vuestra mamá; si os avergonzáis, malo" (De nuestro Padre). "El noviazgo debe ser una ocasión de ahondar en el afecto y en el conocimiento mutuo. Y, como toda escuela de amor, ha de estar inspirado no por el afán de posesión, sino por espíritu de entrega, de comprensión, de respeto, de delicadeza" (Conversaciones, n. 105).

El amor no lo justifica todo; el amor humano no es fin último ni bien supremo. Por encima del amor humano está el amor de Dios. Fuera del legítimo matrimonio, es pecado mortal la búsqueda directa del placer sexual o la realización -total o parcial- de acciones que están destinadas por su naturaleza, independientemente de la intención del hombre, a la transmisión de la vida. Y esto, aunque -por las razones que sean- se sepa que no llegará la concepción, y aunque la intención no sea ofender a Dios, sino manifestar el cariño.

No se puede hacer lo que, en el fondo de la conciencia, tenga un timbre de lujuria, de bajeza, de egoísmo o de clandestinidad.

Nunca deben suscitar directamente ninguna de las manifestaciones corporales que son propias de la intimidad conyugal.

A la hora de la responsabilidad moral, no puede prescindirse de lo que pase en la conciencia del otro, porque los novios son dos. Una intención afectuosa, si es imprudente, puede ser la causa de un pecado.

Siempre debe quedar tal limpieza, que no se enfríe la vida de piedad, ni parezca haberse levantado un muro entre el alma y Dios.

Cuando hay un fondo de rectitud y de buena voluntad, muchas victorias y muchas derrotas espirituales dependen de que se hayan sabido evitar o no unas pocas ocasiones de peligro.

Invocar a la Madre del Amor Hermoso; y contar con la ayuda inestimable del Ángel Custodio.

15. Criterios sobre la castidad en el matrimonio.

Para quien vive en el estado matrimonial, "el amor y los deberes conyugales son parte de la vocación divina" (De nuestro Padre). Pero fuera del ámbito del propio y legítimo matrimonio, la obligación de guardar la continencia -de cuerpo y de espíritu- es tan total y excluyente como para una persona soltera.

Dentro del estado matrimonial, vivir la pureza lleva consigo -entre otras cosas- que el amor conyugal esté abierto generosamente a la transmisión de la vida, sin poner obstáculos a esa confianza del Señor que ha querido contar con la cooperación de los hombres para aumentar el número de sus hijos sobre la tierra (cfr. Conversaciones, n. 93-95). Sólo por causas graves o serias puede ser lícito evitar un nuevo hijo por medio de la continencia periódica. Si parece que se dan esas circunstancias, una elemental medida de prudencia será pedir consejo en la dirección espiritual, aunque la decisión pertenece sólo a los cónyuges.

¿Cómo crecer en generosidad y fortaleza para tener muchos hijos, cuando se cuenta con pocos medios económicos? A esta pregunta de una madre brasileña de cinco hijos, respondía nuestro Padrea "Crece en amor de Dios y en amor a tu marido, y no te faltará espíritu de sacrificio, ni salud, ni alegría. Crece en vida interior, reza, ten presencia de Dios, pequeñas mortificaciones, jaculatorias, que son como el latir de corazón... Y si tienes esa vida interior, recibirás con alegría todos los hijos que vengan".

Cada hijo es una bendición de Dios (lo dice el Espíritu Santo en la Sagrada Escritura), y "trae un pan debajo del brazo".




Publicado el Wednesday, 09 November 2011



 
     Enlaces Relacionados
· Más Acerca de 070. Costumbres y Praxis


Noticia más leída sobre 070. Costumbres y Praxis:
Catecismo del Opus Dei.- Agustina L. de los Mozos


     Opciones

 Versión imprimible  Versión imprimible

 Respuestas y referencias a este artículo






Web site powered by PHP-Nuke

All logos and trademarks in this site are property of their respective owner. The comments are property of their posters, all the rest by me

Web site engine code is Copyright © 2003 by PHP-Nuke. All Rights Reserved. PHP-Nuke is Free Software released under the GNU/GPL license.
Página Generada en: 0.117 Segundos