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 Tus escritos: Todos los miembros se convierten en espías.- Jaraysedal

140. Sobre esta web
Jaraysedal :

Anonymous,

No tengo ningún interés en proteger a la Prelatura, sino a lo sumo a opuslibros de eventuales denuncias en su contra que pudieran suscitarse. No me corresponde a mí verificar la autenticidad de esos informes de conciencia (ni podría hacerlo pues no tengo acceso a los mismos), sino a los autores de los mismos o a los encargados de los archivos donde se conserven, sea cual sea su formato. Lo que no dudo, conociendo la Obra como numerario sólo durante tres años y hace de esto cuarenta (y perdón por si mi memoria no es cierta), es de la veracidad de la información proporcionada por opuslibros de que en la Obra se hacían o hacen estos informes escritos sobre sus miembros y se trasiega con ellos, aunque personalmente no recuerdo haber tenido ninguno a mi alcance. Por ello doy por cierto que existen cuando advierto que pueden contener datos referidos a una persona física identificada o identificable. Y no lo dudo porque todo - desde el mismo inicio del proceso de captación de un nuevo miembro, el planteamiento de la crisis de la vocación, la superación de los diversos pasos del itinerario formal del ingresado (admisión, oblación, fidelidad), las relaciones entre los miembros, la reacción de la Obra a su proceso de salida (motu proprio o inducida) - es fruto de una decisión colectiva tomada a determinada nivel jerárquico, a la que el directamente afectado es completamente ajeno.

Cualquier decisión que se toma en la Obra es consecuencia de un modus operandi muy particular en el que se trata la información personal de sus miembros - obtenida bien de los propios iguales o de los superiores en la charla fraterna o incluso, por alguna experiencia dudo, sobre ciertos elementos en el sacramento de la confesión o sus preliminares - entre varios la fidelidad de cualquier miembro de la Obra ante una confidencia de otro es ante sus superiores no ante quien le revela el secreto). De esa información verbal con la que trajinan unos y otros, muchas veces simple cotilleo, se debe pasar sin ninguna dificultad y por pura necesidad material a la información escrita a instancias superiores. Y nada es ajeno a esa información, concierna o no a la vida espiritual. Es una organización en la que por una especie de enajenación colectiva todos sus miembros se acaban convirtiendo en espías y delatores de la vida de sus compañeros, hasta lo más nimio (patética “corrección fraterna” las más de las veces ).

Lo que me parece terrorífico de estos “informes de conciencia” publicados, amén de la propia denominación, no es la muy frecuente banalidad de sus contenidos atemperados por un lenguaje pretendidamente aséptico, diría que leguleyo, que remite necesariamente a un patrón o modelo de redacción predeterminado, sino su propia existencia ¿quién tiene tanta soberbia o ceguera por muy imbuido del espíritu de la Obra que esté u ostente autoridad dentro de la misma para atreverse a juzgar así a sus hermanos, a juzgar su conciencia?. Y en contra de todos los preceptos evangélicos. La mera existencia de estos informes es un verdadero escándalo, que debería remover, esta vez sí, la conciencia de la Iglesia.

¿Y cuántos de estos informes minuciosa y sistemáticamente elaborados pueden haber servido, aun involuntariamente, para dar rienda suelta a inquinas o diferencias personales? ¿Cuántos miembros pueden haberse visto preteridos, marginados, menospreciados, haber sufrido en definitiva, por el juicio deforme de sus hermanos sin oportunidad siquiera de defenderse? ¿Inspira el Espíritu Santo la redacción de estos informes? Me temo que por mucha voluntad que le pongan, no está detrás.

Como ves no trato de proteger a la Prelatura (ya tiene abogados de sobra para ello).

Jaraysedal




Publicado el Friday, 18 November 2011



 
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