UNA NUEVA ETAPA

Lucas, 3 de febrero de 2012

En estos últimos años opuslibros ha cumplido la tarea de mostrar el funcionamiento fraudulento del opus dei en aspectos de su praxis que contradicen gravemente las normas eclesiales. Se ha realizado un discernimiento canónico-teológico de sus procedimientos, sacándolos de la clandestinidad a la luz mediante la publicación y crítica de sus reglamentos secretos. Y también se han puesto estos hechos en conocimiento de la Santa Sede. Como consecuencia, la prelatura ha sido requerida para que rectifique esos procedimientos tan poco eclesiales. Fruto de ello ha resultado la Carta Apostólica del Prelado de 2 de octubre de 2011, que denota una reacción obligada pero insuficiente por parte de la prelatura, pues no admite las malas praxis anteriores ni explica por qué esas praxis están desviadas.  

A pesar de las dificultades que el opus dei ha puesto a esta web mediante demandas en los tribunales y en la Agencia de Protección de Datos, la realidad es que la verdad de esas graves desviaciones de los procedimientos internos respecto de la norma eclesial, especialmente en materias relativas a la libertad de las conciencias, a la dirección espiritual y al tema económico, ha ido calando en los miembros más atentos del opus dei. Aunque todavía no se hayan corregido esas desviaciones, al menos las van conociendo los de dentro de la institución. Pero sigue siendo muy poco legal que no se facilite a los miembros el Derecho Particular otorgado por la Santa Sede a la prelatura, y que se funcione internamente según unos reglamentos secretos y contrarios a las leyes de la Iglesia.

A partir de ahora, con la publicación del Reglamento de 1941, la primera norma jurídica del opus dei, pienso que entramos en una nueva etapa. Una vez discernida la mala praxis, ahora toca conocer con pruebas documentales la verdadera historia del fundador y de su institución. Esto es, los referidos Reglamentos de 1941 nos introducen en esta nueva etapa de discernimiento histórico, que es la base para entender qué es el opus dei y por qué ha sido y sigue siendo una máquina de destruir personas.

Ahora le toca de lleno el turno al fundador y a su pretendido espíritu inspirado por Dios. Los Reglamentos de 1941 son muy importantes en ese sentido. Conviene conocerlos a fondo aunque su lectura resulte árida o se considere que están destinados a un público especializado. En ellos se encuentran verdaderas perlas que dan la clave para entender el tenor de la inspiración divina del fundador, lo que él tenía en su cabeza en esos primeros momentos, y cómo después ha ido cambiando el espíritu conforme a él le convenía. Es decir, cómo lo que a lo largo del tiempo permanece no es un espíritu, lo que sería de esperar tratándose de una inspiración divina, sino una organización y una estrategia por él elaboradas, hecha de apariencias y secreteos tan poco compatibles con las cosas de Dios.

El fraude histórico se ha levantado a base de ocultar hechos importantes y de narrar una historia fundamentada en interpretaciones sesgadas. Con documentos como el publicado por Guillaume, es posible demostrar esa dolosa manipulación de la verdad y también comenzar a admitir una legítima sospecha acerca de la mitificada figura del fundador.   

Esperemos que en adelante se pueda escribir una verdadera biografía del fundador del opus dei, que no deja de ser un extraño fenómeno digno de estudio.   

Lucas