No salgo de mi asombro al leer la sentencia. Condenan a Kaiser a dos meses de prisión. Sabía que eran una mafia pero no podía imaginar que llegaran a tanto. Condenar a una persona a prisión… Eso son palabras mayores. Condenar a la cárcel a una persona que lo único que ha buscado es la justicia, que lo único que ha intentado es sacar a la luz las prácticas ilegales de esta secta para no pagar impuestos. Presumen de ser el administrador astuto, pero son los hijos de las tinieblas porque no se puede servir a dos amos.

La cabra tira al monte y ya se ve que a la obra de Escrivá lo que le gusta es la privación de libertad. Lo que les pone es privar de libertad al prójimo. Si no privan de libertad a los de dentro, privan de libertad a los de fuera. Carceleros del infierno.

Y es que aquí es donde reside la clave del éxito del opus dei: su falta de compasión, su capacidad para atacar despiadadamente a todos aquellos que osen cuestionarles. En eso y en nuestra cobardía, en el miedo de la sociedad.

Kaiser, en estos momentos de tribulación espero que te den esperanza las palabras de San Pablo en Tesalonicenses 1, 6-7:

“Porque es justo para con Dios pagar con tribulación a los que os atribulan, y a vosotros, que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando sea revelado del cielo el Señor Jesús con sus ángeles poderosos”.

Paso a hacer una transferencia a Opuslibros para solidarizarme, en la medida de mis modestas posibilidades, con la página web, con Agustina y con el propio Kaiser que espero que algún día haga públicas todas las coacciones que ha recibido de esta panda de mafiosos.

Un fuerte abrazo a todos,

Simple-mente