Puedo firmar casi todo lo que dice Desconcertado en su escrito del pasado 16 de julio. Me ayuda en mi rúbrica el difunto Carlos Llano que poco después de asistir al congreso donde eligieron al actual prelado, comentaba a un grupo de directores de delegaciones que tomábamos café con él durante el receso, en las actividades de una convivencia, que el opus dei es la institución de la Iglesia Católica en el mundo que más abandonos tiene de sus miembros, o sea, el opus no sigue la tendencia de todas las Instituciones de la Iglesia sino que en cuanto a los abandonos les gana a todas. En 1992 la delegación México tuvo más salidas de fieles miembros que entradas (pitajes). Carlos comentaba todo lo anterior con un dejo de orgullo; al doctor le gustaba que el opus fuera la primera en todo: entradas, abandonos, enfermos, locos, personas sin oficio ni beneficio pero eso sí con estudios civiles y religiosos; obtener dinero, guardarlo, tirarlo y un gran etcétera en todos los temas. Si eso no es crisis de vocación que alguien me explique qué es...

Las palabras del Doctor Llano son un argumento contundente, seguro entre los temas tocados en el congreso electivo apareció el de las abundantes salidas que no se aguantó de dejar contar a los asistentes más jóvenes. Lo que no sabíamos, ni él, es que en esos años y hasta el año pasado el opus en México ha tenido miles de abandonos de sus fieles antes miembros , algunos con más de 42 años viviendo como numerarios en la cosa.

Sobre las muertes, pues más cierto que lo que afirma Desconcertado no puede estar sucediendo. México vuelve a ser un ejemplo: la semana pasada murió de cáncer una numeraria auxiliar de unos 50 años. El mes pasado dos mayores que superaban los ochenta: la numeraria Maribi Tabernero (española) y el agregado regiomontano Rogelio Carlos Aguilera Peña que en nuestra última conversación, poco antes de su muerte, me comentó que lo peor que le puede pasar a alguien es ser agregado y llegar a viejo, o sea después de una vida en el opus lo que queda es esperar lo peor.

El año pasado alrededor del mes de septiembre murieron el Padre Santiago Ibáñez Mariel a los 47 años y la estoica Leonor Valdez, alrededor de 65. Además de otras dos auxiliares, también de cáncer. Hubo más muertes pero ahora no recuerdo con precisión.

Lo que no puedo firmar de lo dicho por Desconcertado en el citado escrito es que el opus no sabe cómo afrontar la profunda crisis de vocaciones y las salidas de sus miembros. Estoy completamente seguro que esos temas les tienen sin cuidado, el dinero que siguen recibiendo en abundancia los tiene profundamente cegados, no pueden ver más allá de su riqueza y están corriendo a miembros por el mínimo pretexto. Por poner un ejemplo, hace poco me contaba un ex supernumerario de esos encajados que renovó el 19 de marzo, cumple normas, entrega dinero, hijos en colegios opus, etc., pero a los quince días de su renovación le indicaron que estaba fuera de la cosa porque los gustos políticos de este joven de extrema derecha ponía nervioso al opus. El muchacho repeló pero finalmente mejor se fue de la cosa. La obra desperdicia a montones personas y dinero pero el dinero sigue llegando y las vocaciones no. Si algo distingue al opus es el desperdicio de su recurso humano.

Quién afirme lo contrario a lo escrito por Desconcertado espero tenga fuentes de información muy, pero muy firmes pues hasta su muerte no había mayor autoridad en el opus mundial que Llano que acudía a Roma mensualmente para dar “consejos” al consejo general del opus, incluido su prelado, al que le recomendaba qué zapatos comprar como contaba en una tertulia con supernumerarios antiguos.

Lo digo al chile

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