Acabo de leer consternado la carta de Víctor. Los que me han leído alguna vez aquí saben que he escrito en numerosas ocasiones poniendo de relieve el especial calvario que atraviesa la gente que, a la desagradable experiencia de su paso por el Opus Dei, debe sumar las secuelas físicas y psíquicas.

En mi caso, la semana que viene se cumplen 7 años de mi salida del Opus Dei, precedida de cinco años de enfermedad y de pedir insistentemente a Dios, cada noche, que no amaneciera vivo, para así haber logrado llegar a la meta de morir en casa.

Desde mi salida he mejorado notablemente en muchos aspectos, pero el daño psicológico es irreversible. Hace un año inicié mi último intento de retirada de la medicación, que culminó el pasado mes de enero. Tras unas semanas en las que mi salud fue deteriorándose progresivamente, finalmente en marzo fui presa de una cadena de episodios que se encuentran entre los peores que recuerdo. Necesité tres meses para volver a trabajar y a día de hoy no se puede decir que esté estabilizado. Todo es demasiado reciente como para entrar ahora en más detalles. En todo caso, los médicos son tajantes: tengo un daño cerebral permamente, crónico. He de mentalizarme de que mi enfermedad es algo que irá conmigo hasta mi muerte pero que, gracias al avance de la ciencia, existen tratamientos que mitigan los síntomas y pueden ayudarme a llevar una vida "normal". No obstante, el daño está ahí y sin medicación soy hombre muerto (y, después de la carta de Víctor, seguro que entendéis que no uso esa expresión en sentido figurado).

Cualquier persona que esté pasando por una situación similar a la de Víctor, le ruego que pida ayuda para seguir luchando. Yo (y como yo muchos de los que escribimos aquí) me pongo a disposición de quien me pueda necesitar.

Por mi parte, voy a seguir luchando, por mí y por dar un motivo de esperanza a todos los que puedan estar en una situación similar.

Víctor, mientras pueda seguiré luchando por los dos. Tú mereces ahora descansar, te lo has ganado. Gracias por todos estos años en los que lo has intentado. Tu lucha me ha sostenido.

Spiderman