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 Correos: El séptimo de caballería.- zartan

125. Iglesia y Opus Dei
zartan :

Hace unos días me llegó un mail de un -para mi desconocido- (j34morales@...-, se ve que de alguna manera se ha hecho con mi dirección de correo y que se trata de uno de esos personajes del ciberespacio que se dedican a dar doctrina con o sin permiso del receptor.

El caso es que -entre otras cosas- venía un link a la carta de septiembre de D. Javier hablando sobre el año de la fe y me dije a mí mismo: “oye, mimismo, en el fondo ya te has leído la carta de tu obispo y estás intentando ver como vivir esta solicitud del Papa por vivir mejor tu fe ¿qué daño puede hacerte leer esta carta también?” [A este punto, una vez dicha la terrible barrabasada que uno había hecho, era cuando se decía algo así como “peto venia et penitentia”]

Empecé la lectura -y es de verdad- sin animadversión, buscando algo que me ayudase y pensando que ya estaba vacunado, pero casi desde el inicio me empezó la urticaria al mezclarse lo que leía, con los recuerdos y con lo visto y vivido.

Hay un par de citas que me han hecho pegar un salto a los años sesenta, os las copio a continuación...

“No os he ocultado tampoco mi dolor ante la conducta de los que no han vivido el Concilio como un acto solemne de la vida de la Iglesia y una manifestación del obrar sobrenatural del Espíritu Santo, sino como una oportunidad de afirmación personal, para dar rienda suelta a las propias opiniones o, peor aún, para hacer daño a la Iglesia. “

“Hijos míos, en medio de la calle, en medio del mundo hemos de estar siempre, tratando de crear a nuestro alrededor un remanso de aguas limpias, para que vengan otros peces, y entre todos vayamos ampliando el remanso, purificando el río, devolviendo su calidad a las aguas del mar.”
(cfr. http://multimedia.opusdei.org/pdf/es/carta29sep12.pdf)

Estaba claro que nosotros eramos los que teníamos que purificar las aguas, éramos claramente los que -una vez pasada la algarabía- tendríamos la tarea de volver a rescatar lo bueno del Concilio, lo bueno de la tradición, la fe de siempre. Eramos los buenos de la película y -pronto, en cuanto cambiásemos de Papa y saliese la “intención especial”- volveríamos al galope, con todos los estandartes desplegados y tocando tan fuerte las trompetas que todos los sioux volverían al redil de un taponazo.

Lógicamente con una gran dosis de humildad colectiva, eramos superiores, absolutamente superiores pero, a la vez,... infinitamente humildes.

La formación que se recibía dentro era mucho más sana, más completa y más profunda que la que se recibía en otras partes. Sin querer queriendo se creaba un sentido de superioridad en el numerata de a pie. Es posible que en algunos sitios en lugar de teología se estudiase una mezcla de psico-sociología sentimentaloide incluso hoy día (ya tan lejano al Vaticano II) he tenido algunas experiencias de este tipo donde una reunión de trabajo, supuestamente pastoral, casi se reduce a leer y meditar unos pensamientos de Tagore con un fondo de guitarra remedando el concierto de Aranjuez. Es posible que en muchos sitios se intentara una aproximación a la Teología de la Liberación porque era lo “modelno” y sin un análisis crítico a la praxis marxista. Pero... no todo el monte es orégano, ni entonces eramos los únicos ni hoy son los exclusivos.

¿Que pasó con ese ideal mesiánico? En mi opinión ha quedado la cáscara (semos los güenos de la pelicula), han quedado las formas pero despegadas de la realidad. Siguen hablando de servir a la Iglesia y lo recuerda D.Javier citando la carta del 24.10.65 “Sabéis también mi deseo de ser y de que seáis fieles a las decisiones de la Jerarquía de la Iglesia hasta en los menores detalles” pero, al menos en algunas cosas, del dicho al hecho hay un buen trecho: la costumbre, la praxis, ha tomado la preponderancia.

En el fondo hay muchos puntos en los que es lícito dudar que realmente se esté escuchando lo que la Iglesia quiere. Bastaría preguntar si han escuchado hablar de los informes de conciencia escritos y transmitidos sin conocimiento de los interesados, sobre la separación real entre gobierno y dirección espiritual, sobre la obligación de cumplir con las leyes civiles en cada país,...

Pero ¿existe la “sordera neurosensorial selectiva institucional”? Porque si existe, es la que tienen y con tan alta selectividad que les permite escuchar muy bien... solo lo que les interesa.

Dice D.Javier en su carta (el subrayado es mio): “Hemos de movilizar a muchas personas [...] instándoles a que sientan la urgencia de hacer algo. Sobran los lamentos estériles, y mucho más cualquier actitud de indiferencia, de conformarse con no causar personalmente el mal”. Estoy de acuerdo con él, hay que hacer y hacer-hacer pero empezando por uno mismo. Me gustaría que D.Javier, no se lamentase más y -de verdad- hiciese algo en forma personal o a través de los colaboradores orgánicos.

Hace poco he conocido a un viejito, el pobre anda a mal traer con un cáncer y, sobre todo, con los años que son muchos. Es posible que D.Javier diga que por filantropía (visto que los ex no somos capaces de caridad) he intentado visitarlo, llamarle por teléfono y ver como le puedo ayudar. Hace unos días le pregunté por una foto que tiene donde se le ve junto a D.Fidel Castro (si, el cubano) y me comentó que fue en ocasión de una reunión de Fidel con rectores de universidades y -en concreto- cuando él era rector de una universidad jesuitica. ¡¡Oh cielos!! ¡¡Los de siempre!! y además, si andaba con Fidel, seguro que era de los amigos de Leonardo Boff y de Camilo Torres Restrepo (seguro que nadie se acuerda de él). El caso es que tiempo después dejó de ser rector, dejó la Compañía y también el ministerio.

Que no se preocupe D.Javier, que el viejito anda bien confesado, casado por la Iglesia y felizmente católico, apostólico y romano.

El caso es que le pregunté si necesitaba algo desde el punto de vista médico y, con toda naturalidad, me lo agradeció y me dijo que no necesitaba nada ya que el reverendo Padre XXX le ayudaba en lo que necesitaba. Cuando dejó la Compañía, los de siempre, le ayudaron a encontrar trabajo en otra ciudad, le colaboraron económicamente y hasta hoy día le siguen ayudando espiritual y materialmente. Vamos idéntico a lo que se hizo con Antonio Petit ¿verdad? Visto que con Antonio ya no hay nada que hacer, si alguien lo necesita le puedo dar más de un nombre de curas ex-numerarios a los que no le vendría mal una ayudita.

Pero yo lo único que quería contar es mi impresión de que siguen con su mirada mesiánica, siguen sobre el pedestal, no se pueden ensuciar los pies en el mismo barro en el que sobrevivimos los comunes mortales a pesar de lo que el mismo D.Javier dice “Salta a mi memoria lo que tan claramente expuso don Álvaro: «Como es preciso barrer primero la propia casa (...), cada uno debe examinar cómo se preocupa de este cometido eminentemente cristiano» “.

Estoy totalmente de acuerdo con lo que dice en la carta y sobre todo con eso de “Convenzámonos del papel fundamental de meditar y de invitar a los demás a meditar esta verdad esencial: «¡Dios nos ama!: el Omnipotente, el Todopoderoso, el que ha hecho cielos y tierra»

Zartan 




Publicado el Monday, 12 November 2012



 
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