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 Tus escritos: Los afectos quedan estancados, paralizados, en el momento de pitar.- Janabenito

040. Después de marcharse
janabenito :

 Querida “Preocupada

Veo que ya has tenido bastantes respuestas a tu preocupación, por si te sirve te aporto mi grano de arena.

“Algo” común tenemos al salir, tal vez en un porcentaje bastante alto, pero no creo que sea cuestión de hombres o mujeres, tal vez nosotras por ser casi todas “gallinas cluecas”, que tanto desagradaba al fundador pero que va unido a nuestro instinto maternal, cosa que desde luego él no tenía ni idea de qué se trataba, superamos antes ese “algo” con el que salimos que los hombres, pero no creo que en ellos sea un común denominador. 

Pienso que la gravedad del tema consiste, ya lo he dicho en otras ocasiones, en no permitirles experimentar y vivir el ciclo vital de la adolescencia y todas sus características como ellos hacen, y lo hacen porque de lo contrario no tendrían vocaciones de numerarios/as...



A esa edad hay muchas cosas que ordenar dentro de uno mismo, mezclando las aspiraciones más profundas del espíritu con los impulsos del cuerpo. Y en medio de esa amalgama de sentimientos, algunos de ellos opuestos entre sí, va cristalizando el estilo emocional del día a día, se irá consolidando un modo propio de abordar los problemas afectivos, una manera de Interpretarlos el adolescente que tendrá su sello personal y que, con el tiempo, constituirá una parte muy importante de su carácter.

Lo digo así porque considero equivocados los enfoques de la educación afectiva que se centran demasiado en la sexualidad, como si fuera la cuestión clave, (para ellos: la ausencia de sexualidad). El factor más eficaz para educar es cómo es el educador; el segundo lo que hace; el tercero lo que dice, siendo la vida familiar la primera escuela de aprendizaje emocional.

Imagina el caos para el adolescente. De repente se suspenden todos sus procesos evolutivos, con respecto a la afectividad, a la sociabilidad, a la desvinculación con la familia que, dándose en todos, es un proceso. En el caso de los numerarios y numerarias, al menos en mis tiempos y por lo que veo sigue siendo, no es un proceso, es una ruptura total incoherente, imprudente y antinatural.

Pues a mi entender, nuestros afectos quedan estancados, paralizados en el momento de pitar y así permanecen durante nuestra estancia en el opus dei. Siempre con miedo a querer, siempre el temor a las amistades particulares, el cuidado de la vista; en definitiva hacernos fríos, insensibles, solitarios.

El adolescente, precisa que le reconozcan, que se les manifieste afecto, que ya en esta etapa tienden a buscarlo fuera de casa, y es lo que “ellos” aprovechan, manipulan sus sentimientos, Estos sentimientos, además de proporcionarle seguridad personal y confianza en sí mismo, desencadenan en él una serie de asociaciones cada vez más placenteras y reconfortantes, lo que motiva que el adolescente se encuentre cada vez más a gusto entre esas personas (manipuladoras) y lo manifieste en sus actitudes y comportamiento, “hogares luminosos y alegres”, “caridad sin límites”, mentiras.

Pero esta situación afectiva lleva al adolescente a la búsqueda del sentido social, al encuentro con los demás y a una especie de sensación de que necesita completarse. Es en ese momento cuando se da la tendencia a los primeros flirteos y aquí termina la bonita historia del adolescente en el opus, porque el chico -más agresivo e impulsivo visceralmente- siente la necesidad de ternura, amparo y cariño.

La chica a su vez, siente la necesidad de alguien que la estimule, la comprenda y le dé fuerza y apoyo. Es el momento de la apertura al mundo afectivo y del descubrimiento del otro y de sí mismo, época de romances y amores efímeros, que acaban tan pronto como empiezan -porque han empezado únicamente como un mecanismo de fuga y evasión-. En ese momento el adolescente necesita, más que nunca, ser ayudado, tener unos padres a la altura de su misión educadora, profesores que comprendan esta compleja problemática de la adolescencia, y se encuentran en una situación exclusiva de reprimir sus impulsos, afectos, tendencias, en un mundo donde todo es pecado y donde “el hermano con cara de corrección fraterna o el director con cara de huevo” están todo el tiempo anulando aquellas potencialidades que Dios le regaló.

Con mucha dificultad consiguen en la pubertad desarrollarse plenamente las dos componentes de una vida sexual normal, la genital y la sentimental. En la chica la componente sentimental va por delante de la genital y en el chico, por el contrario, en la primera fase de la pubertad, es lo sexual lo que se impone a lo sentimental. Sólo en la fase final de la pubertad y de la adolescencia, al conseguir la maduración completa y entrar en la vida adulta, se alcanza el equilibrio en el desarrollo de estas dos componentes, pero evidentemente el opus las anula, tanto para ellos como para ellas.

¿Por qué te suelto este rollo? Porque me gustaría que comprendieras el largo proceso en el que nos sumieron: es en este momento donde nos castran como hombres y mujeres normales, o normalizados, es en este momento donde comenzamos a alejarnos de la realidad y crear un mundo ficticio, paralelo a la sociedad, nada más lejos de aquello que nos prometieron, “cristianos corrientes en medio del mundo”. Es el momento donde los hombres y mujeres del opus dei dejamos de ser hombres y mujeres.

La primera fase de la adolescencia, caracterizada por una profunda y recíproca atracción, se presenta como la etapa del desarrollo humano en que el aspecto biopsicológico del crecimiento psicosexual se manifiesta por medio de simpatías, afectos, caricias, abrazos, admiración, respeto, orgullo, sumisión, dedicación, lealtad, amistad, agresividad, deseo de protección, poder o dominio, todo esto desaparece, no hay individualidad somos clones de un falso espíritu.

Luego como alguien decía, viene la experiencia de cada uno que es como las cabezas, todas diferentes, la crisis y la calle.

Entonces queremos, necesitamos vivir y en muchas ocasiones nos volvemos a equivocar porque no estamos en condiciones de ponernos ante el mundo y luchar, nos parece, sobre todo a los que no hemos tenido trabajos externos, que lo prioritario es trabajar, como sea, donde sea ya que necesitamos mantenernos, lo siguiente para ser “normales” es formar una familia, a veces se toman decisiones precipitadas, sobre todo porque en principio no estamos en condiciones de dar, y porque el matrimonio o la pareja o lo que en este campo uno decida, no es la solución a nuestra situación, no de inmediato. Antes tenemos que retomar a nuestro propio ser en el punto donde lo dejamos y reconstruir antes de construir nada nuevo.

Una vez hemos reconstruido, es de gran importancia la persona que tenemos al lado, tú, con tu comprensión. Es cierto la mayoría de las veces cuando salimos no sabemos querer, pero si has encontrado a una persona y esa persona te quiere, entre los dos se pueden hacer grandes cosas, no sin grandes sacrificios y sí, a veces desempeñamos en el hogar el trabajo de las numerarias auxiliares, pero ¿no lo fue tu madre y tu abuela y ni se lo plantearon? ¿Por qué te lo planteas tú?

Y ya te digo, no creo que en esto seamos distintos hombres y mujeres, tampoco creo que existan demasiados ex numerarios “desastres”, lo habrían sido igual de ser cartujos o padres jóvenes. No se te olvide que en aquellos momentos sí había selección, nos elegían entre los mejores, entre los más inteligentes. Todos sabemos volver a empezar máxime si tienen a su lado una persona que les quiere como parece ser tu caso.

Esta es mi experiencia, un poco larga y desordenada: el “implicado” a veces no es consciente y hay que ayudarlo no mucho más que cualquier pareja que se quiere. Es como una persona que ha tenido largo tiempo un miembro inutilizado por una escayola, ese miembro no puede funcionar solo por el hecho de quitarle la escayola, necesita su rehabilitación y su tiempo. La mejor ayuda no es buscar defectos, es potenciar lo bueno que seguramente fue lo que a ti te llevó al matrimonio. ¡Animo pues! Y olvídate de que fue numerario, ahora es hombre, marido y padre… Espérate a que sea abuelo, mi marido al menos es cuando ha aprendido.

Un abrazo

Julia




Publicado el Wednesday, 09 January 2013



 
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