agustina :
Publicado en El
País, 13/04/1992
Agustina L. de los Mozos
El ex
secretario general del Opus Dei acusa de "insidias" a la jerarquía
Del
Portillo libró de culpas a Escrivá y atacó a Pérez-Tenessa
JOAQUÍN
PRIETO/ 13 de abril de 1992
Antonio
Pérez-Tenessa, ex secretario general del Opus Dei, ha acusado de insidias"
al actual prelado de la Obra, Álvaro del Portillo, y al vicario general, Javier
Echevarría, al conocer que, a sus espaldas, éstos le han hecho responsable de
un intento de separar a la organización española de la Obra del fundador de la
misma. Pérez-Tenessa quedó indefenso ante la Santa Sede porque los tribunales
eclesiásticos le excluyeron del proceso donde se recogieron las acusaciones
contra él. La crisis en la cúpula de la Obra ha quedado al descubierto al
conocerse ayer, a través de este periódico, documentos secretos de la causa de
beatificación de Escrivá.
Sin
conocimiento suyo, y sin que los tribunales eclesiásticos o la Congregación
para las Causas de los Santos le llamaran para aclarar los hechos, Antonio
Pérez-Tenessa se ha encontrado con que las máximas jerarquías de la Obra le han
hecho responsable exclusivo, ante la Santa Sede, del supuesto
"desorden" que "la Región de España" sufría bajo su mando. Álvaro
del Portillo afirmó que Pérez-Tenessa "había perdido completamente el
espíritu sobrenatural" y el número dos, Javier Echevarría, añadió
que su cerrazón sólo se explicaba "por un gran pecado de soberbia".
Ambos prestaron esos testimonios al amparo del secreto pontificio que rodea las
causas de canonización. Las actas revelan que el tribunal consideró la
posibilidad de llamar a Pérez-Tenessa como testigo "de oficio" -él no
había pedido declarar-, pero los jueces, que dependían del arzobispo Ángel
Suquía, le excluyeron finalmente.
Antonio
Pérez-Tenessa se incorporó a la Obra al término de la guerra civil, como
numerario laico. Era letrado del Consejo de Estado y Escrivá le designó para
que se ordenara sacerdote. En 1950 le nombró secretario general del Opus Dei, y
en 1956 le dejó como Consiliario (máximo responsable) en España. Pese a la alta
posición alcanzada, Pérez-Tenessa tuvo que dimitir, atrapado en la
contradicción de una Obra cuyo fundador pretendía desvincular su imagen de las
operaciones políticas y económicas emprendidas por "sus hijos".
En aquel
tiempo, de predominio falangista, la jerarquía de la Obra mantenía contactos
con el régimen de Franco, a través del almirante Carrero Blanco, y fueron
nombrados ministros algunos opusdeístas destacados, como Alberto Ullastres y
Mariano Navarro Rubio. Nombramientos de los que Escrivá se enteraba "por
la prensa", según aseveran varios testigos presentados por la Obra.
El acta
enviada por el tribunal de Madrid al Vaticano no sólo eludió los problemas de
fondo, sino que justificó la exclusión de Antonio Pérez por dos únicos motivos:
que se había casado por lo civil y que había cambiado su segundo apellido. Esta
segunda razón es un escándalo tan pequeño como injusto. En la causa de
beatificación se explica -lo hace el tantas veces citado Javier Echevarría- que
Escrivá unió en una sola palabra los dos nombres propios con los que fue bautizado
-José y María- en uno solo, Josemaría, para mostrar su devoción a San José y a
la Virgen. Y sin embargo, el hecho de que Pérez-Tenessa cambiara su segundo
apellido ha sido considerado como motivo de exclusión de un proceso canónico.
Antonio
Pérez juró mantener silencio sobre lo que había conocido en razón de sus
cargos, y lo ha cumplido en los 27 años transcurridos desde que abandonó la
Obra. Al margen de algunos comentarios en el libro Historia oral del Opus Dei, de Alberto Moncada, el artículo que publica hoy [No
hablaré mal de la Obra] es su primera declaración. Ahora preside
una sección del Consejo de Estado.
Publicado el Monday, 20 May 2013
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