Leyendo a Unalibre, nick maravilloso, me hizo acordar de mi mejor amigo de juventud, esas escasas dos o tres amistades, que le regala a uno la Vida y que es uno de los mejores tesoros que uno puede disfrutar durante este corto camino en la tierra.

Al principio me dijeron que lo llevara por el Centro, pero cuando empezaron a conocer un poco de su familia y finalmente cuando conté en la charla fraterna que había tenido relaciones sexuales con una chica, ya me lo dijeron clara y tajantemente que no lo podría seguir tratando y que era un peligro para mí vocación.

Te cuento que fue muy duro dejarlo pero como estaba bajo la amenaza sicológica de perder la vocación, que solo los que hemos estado adentro sabemos el tremendo lastre que significa, no tuve más opción que no volver a hablar con él.

Durante estos treinta años, no he dejado de sentir ese cariño inmenso que tuve por él, pero como yo fuí el que lo excluí me da hasta verguenza contactarlo de nuevo. Por esto, cuando leo tu escrito, lo que te puedo decir desde mi experiencia personal, es que a ella lo más probable es que le hayan prohibido el trato contigo y que bajo el yugo mental en que está no debes esperar nada. Busca nuevas amigas, que es la única forma de que encuentres una hermana del alma.

Un abrazo grande,

Sebas