Dionisio :
Querido eatm:
En primer lugar
espero que eatm se la abreviatura de eat meat, eat mushrooms, eat macaroni o
algo así. ¿No? Hay que tener mucho cuidado con lo que se come.
Podríamos
discutir bastante sobre eso de que “el mensaje es fantástico” porque caben
muchas interpretaciones, pero no es ese el objetivo de mi mensaje.
Quiero decir que
comparto plenamente tu actitud. Has asumido tu responsabilidad sobre tu propia
vida. La felicidad no depende de agentes exteriores que no puedes controlar. La
felicidad es cosa tuya y nadie te la puede dar si tú no eres capaz de
generarla. Yo mismo trato de manejarme con los mismos principios. No es
sencillo, pero es factible y vale la pena intentarlo. Desde luego si espero que
alguien me saque las castañas del fuego lo tengo crudo.
Me gustaría que
me dijeras cómo haces para que la organización en la que sobrevives te permita
ser tú mismo y estar a gusto contigo mismo. Lo veo complicado. Uno puede
sobrevivir a entornos francamente complejos, mucho más complejos que el tuyo,
tal como lo cuenta Viktor Frankl sobre la supervivencia en un campo de
concentración nazi. Lo que no recuerdo que Frankl propusiera es el campo de
concentración como un lugar apropiado para ser tú mismo y estar a gusto contigo
mismo. Bueno, en cierta forma, en una forma muy básica e interior es posible,
pero es un tema muy complejo. Siguiendo con la historia de los campos de
concentración, se sabe que si en medio de una marcha un compañero caía exhausto
detenerse a ayudarle podía costarte la vida. Y no lo hacían. Ni siquiera las
personas que se sentían a gusto consigo mismas. ¿Cómo podía hacer uno para ver
caer a un camarada y ni siquiera volver la vista atrás cuando escuchabas el
disparo que lo remataba y seguir cómodo consigo mismo?
Veamos, no estoy
buscando pelea. Ya sé que no estás en un campo de concentración nazi. Pero
también sé que ahí se hacen cosas que no me dejaban sentir bien conmigo mismo y
terminé por irme. Mi pregunta no es retórica ni provocadora, es amigable. ¿Cómo
lo haces?
Luego terminas
diciendo “El Opus Dei soy yo. Si yo cambio, la institución lo hará, y si yo no
lo hago, nada cambiará.” Respeto tu postura, pero disiento. La primera frase es
propia de la propaganda y adoctrinamiento que nos metieron a todos. Yo mismo la
repetí cientos de veces. Pero es mentira. Yo jamás hubiera hecho o permitido
las cosas que pasaban delante de mis narices con total impunidad. De hecho creo
que comprobar que el Opus Dei no soy yo es el primer paso hacia la salida. La
segunda frase es un buen deseo (wishful thinking) completamente ajeno a la
evidencia empírica, a la información disponible y a la razón.
Recibe un cordial
saludo.
Dionisio, el
Areopagita.
Publicado el Monday, 11 November 2013
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