andromeda :
Resulta
bastante sorprendente que una orden religiosa tenga entre sus patronos al
fundador del opus dei. Puede comprobarse en el
siguiente enlace en la sección “patronos y protectores”. Además de que
la orden me resulta un tanto “curiosa” en sí misma, demuestra el alto grado de desconocimiento
de la fobia que en el opus dei se le tiene a todo lo que huela a religioso. Al
menos, así me lo parece a mí, aunque, a estas alturas, no me extrañaría nada
que detrás estuviera el mismísimo opus dei patrocinándose o que estén
enormemente orgullosos de este hecho.
En mi época
renegaban y consideraban como “apestado” a todo lo que les relacionara con
órdenes religiosas. Cuando estábamos “en familia”, sin nadie que no perteneciera al opus nos
mofábamos de las monjas en más de una ocasión si venía al caso por cualquier
comentario. Recuerdo que una vez nos contó, bastante enfadada, una directora como, en
plena calle, una chica joven la paró para preguntarle si era postulanta.
Aquello fue para ella el peor insulto que nadie le había dirigido nunca. Hasta les parecía
poco laico escuchar Radio María y, curiosamente, no son pocas las veces en las
que ellos mismos participan en los programas de esta cadena. También oí a
alguna directora comentarle a la administración del centro que no pusieran para
decorar los pasillos del centro ciertos tipos de plantas como los potos porque
eran propios de conventos de monjas.
Por otro lado, EBE
habla de deshumanización en el opus dei. Así es EBE, no te equivocas en tu
afirmación. El no tener derecho a nada allí dentro da lugar a muchos abusos por
parte de la institución.
Fui testigo del
caso de una persona que murió sola porque todas estaban en misa y habiendo
avisado previamente la difunta de que se encontraba mal. Pero… ya sabes… ”las
normas son lo primero”. También fui testigo de esa deshumanización al ver a una numeraria llorando
en la cama y rabiando de dolor por un cólico y allí, en aquel cuarto, solo
estuve yo a pesar de que di aviso de lo que pasaba. No apareció nadie y mi
“espíritu crítico” saltaba por los aires pensando: ”serán animales…no tienen
corazón”.
Personalmente
asocio esta “institución” a un animal: el camaleón. Es sabido por
todos, que este animal tiene la capacidad de cambiar de color según las
circunstancias y además mueve cada ojo de forma independiente.
En el opus dei,
a muchos de los que publicamos escritos, nos llaman resentidos, locos,
paranoicos… Desde mi punto de vista, había una forma de salir de dudas: bastaba con que
el opus dei no
hubiera demandado a Agustina para hacer retirar los documentos secretos del
opus dei, publicados en Opuslibros, que rigen la vida de sus miembros.
Al demandar, nos dieron la razón. El que una “institución”
perteneciente a la Iglesia católica demande para conseguir retirar la
publicación de unos documentos cuyo contenido lleva “a la santidad” a unos
cuantos iluminados no es sino evidencia de que esos documentos corroboran todos
los abusos que comete el opus dei y que aquí contamos. Los paranoicos
son los señores del opus dei que viven en Roma ¿por qué ese empeño en retirar criterios
y praxis que son “camino de santidad” después de llevaban 10 años publicadas?
Tanto testimonio, sin duda, les hizo y les hace daño.
Señal cierta
del miedo que le tienen a la verdad.
Esos documentos
nos pertenecen a todos, pues desvelan la perversidad de la gran mentira
disfrazada de Dios. Quizás nunca más podamos leerlos en esta web y comprobar que la mentira
está institucionalizada y oculta hasta para los propios miembros, pero yo me
conformo con que una sola persona, mañana, pasado o dentro de tres años lea mi
testimonio y le ayude a abrir los ojos sobre el opus dei. Quizás alguien,
algún día, decida en el Vaticano tocar el espinoso tema opus dei y se sirva de
los miles y miles de experiencias aquí narradas. Quizás habremos evitado ya, que muchos entren o habremos conseguido que
otros se llenen de valor y salgan, y eso es lo que hace grande a esta web y a
las personas que, en ella, cuentan sus experiencias.
Si no veo antes
de morir que el Vaticano pone orden en esta mal llamada obra de Dios, al menos
podré morir con la conciencia tranquila de haber contado lo que padecí.
A veces el bien
no triunfa sobre el mal, a veces no hay justicia, pero la verdad de los que
estuvimos dentro siempre será una amenaza para las mentiras del opus dei y esa
verdad, es la que podemos seguir construyendo entre todos nosotros. Me importa que
se sepa la verdad porque es la verdad que padecí y como tal, me pertenece. Si
la verdad no perdura, si dejo que el opus dei asesine la verdad de lo que
experimenté allí dentro y no lucho por impedirlo, entonces, no estoy
construyendo el mundo en el que quiero vivir y morir.
Andrómeda
Publicado el Friday, 22 November 2013
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