Hace mucho que no escribo pero leo las aportaciones a la web todas las semanas. Hay muchos temas rondando en estos días así que querría aportar mi grano de arena a algunos de ellos. Varias personas ya han comentado la Exhortación Apostólica del papa Francisco “Evangelii Gaudium”, pero ahora que he tenido tiempo de leerla querría detenerme especialmente en los puntos 93 al 101. Tal vez es mi interpretación personal, pero muchas de las cosas que hemos estado compartiendo en esta web y que hemos estamos diciendo que la Obra debe cambiar están enumeradas por el mismo Papa. Algunos de esos puntos dicen:

Punto 94: “…quienes en el fondo sólo confían en sus propias fuerzas y se sienten superiores a otros por cumplir determinadas normas o por ser inquebrantablemente fieles a cierto estilo católico propio del pasado. Es una supuesta seguridad doctrinal o disciplinaria que da lugar a un elitismo narcisista y autoritario, donde en lugar de evangelizar lo que se hace es analizar y clasificar a los demás, y en lugar de facilitar el acceso a la gracia se gastan las energías en controlar”. No hemos hecho referencia a esto muchas veces en esta página? El santo marqués prometió el cielo a quiénes cumpliesen las normas, las cuales se han convertido en un fin, y no en un medio para acercarse a Dios. Lo único importante es cumplir las normas y los directores se convierten en vigilantes, controlando que todos se mantengan dentro del “espíritu fundacional”.

Punto 95: “Esta oscura mundanidad se manifiesta en muchas actitudes aparentemente opuestas pero con la misma pretensión de « dominar el espacio de la Iglesia ». En algunos hay un cuidado ostentoso de la liturgia, de la doctrina y del prestigio de la Iglesia, pero sin preocuparles que el Evangelio tenga una real inserción en el Pueblo fiel de Dios y en las necesidades concretas de la historia. Así, la vida de la Iglesia se convierte en una pieza de museo o en una posesión de pocos.” Suena conocido esto?

Punto 97: “Quien ha caído en esta mundanidad mira de arriba y de lejos, rechaza la profecía de los hermanos, descalifica a quien lo cuestione, destaca constantemente los errores ajenos y se obsesiona por la apariencia. Ha replegado la referencia del corazón al horizonte cerrado de su inmanencia y sus intereses y, como consecuencia de esto, no aprende de sus pecados ni está auténticamente abierto al perdón. Es una tremenda corrupción con apariencia de bien.” Ya sabemos que dentro de la Obra no hay espacio para el cuestionamiento. “Se obedece o se marcha”, ese es el lema. Se acuerdan del famoso documento interno de Abril del 2012 donde se nos descalifica a todos los que participamos de esta web?

Punto 98: “Además, algunos dejan de vivir una pertenencia cordial a la Iglesia por alimentar un espíritu de « internas ». Más que pertenecer a la Iglesia toda, con su rica diversidad, pertenecen a tal o cual grupo que se siente diferente o especial.”  Nunca pensé que en menos de un año de pontificado el Papa iba a hablar de este tema tan claramente.

Con respecto al projecto Saxum en Israel me parece una tomadura de pelo. En el 2002 después de la famosa canonización lanzaron el gran projecto Harambee 2002 a donde se iban a promover projectos de ayuda social en Africa. Fue todo un autobombo para hacer creer a todos los que estaban siguiendo la canonización que al Opus Dei realmente le interesaba hacer trabajos desinteresados de ayuda social. Más de 10 años más tarde Harambee ha aportado cerca de US$1,500,000 en esos projectos, que para las cifras que manejan ellos es un monto irrisorio. Ahora de golpe tienen US$30,000,000 para construir una casa de retiros en Jerusalén. Se ve claramente a dónde están las prioridades.

Otro tema que no entiendo es por qué se ponen tan contentos con la beatificación de don Alvaro. Supuestamente el Opus Dei es primodialmente laical, pero parece que para los únicos que ponen tiempo y dinero en las causas son para los sacerdotes. Isidoro y Montse serían santos hace rato si hubiesen puesto los mismos recursos en sus causas.

Mariano Curat