Varios artículos recientes (todos muy buenos), han comentado sobre la mentira en el Opus Dei. Esto me ha animado a enviar esta pequeña colaboración que tenía pendiente (un caso más).

- “Tu vida va a ser exactamente la misma que tendrías si no fueras del Opus Dei, con la única diferencia de que vas a estar buscando la santidad.”

Fue el argumento final que utilizo para convencerme de hacer la carta al Padre solicitando la admisión al Opus Dei después de haber estado insiste e insiste e insiste en que me iba a arrepentir si no lo hacia esa fecha (era fiesta A). Posteriormente, era el mismo director que me decía que no cuando le consultaba comprar ropa, llevar el auto al servicio de mantenimiento (para él esto era falta de pobreza o pérdida de tiempo o apegamiento al auto o no sé qué imaginaba) también el mismo que me desanimó cuando le comenté mi interés de realizar estudios de posgrado en el extranjero (la mayoría de los compañeros de generación lo hicieron) y que me dijo que para realizar un curso anual incompleto y poder cumplir con obligaciones profesionales necesitaba dispensa del Padre o que quizá la podría conseguir con el Licenciado Pacheco (al que yo ni conocía en ese momento y sobre el que recientemente comentó mi paisano Al Chile).

Ahora es Sacerdote y con un cargo en una delegación. Solo espero que ya como Sacerdote le dé más importancia a la veracidad, porque está claro que lo que le importaba era mi pitaje a como diera lugar, aunque fuera a base de engaños ("tengo clarísimo que tienes vocación de numerario", me decía). Por qué uno no se va en ese momento? Hace falta haber estado allí para contestar esta pregunta, los que han sido numerarios lo saben.

Saludos a todos.

Pareto