En sus catequesis por el mundo, Escrivá enseñaba que había que “soltar el sapo”, es decir abrir el corazón en la confesión y contar las cosas que nos avergüenzan. Ahora nos venimos a enterar, gracias a las investigaciones de Marcus Tank, que el santo no se aplicaba esta sabia enseñanza a sí mismo, sino que mantuvo sus sapos bien escondidos y dejó todo arreglado para que no salieran a luz. Ninguna de las decenas de biografías del santo mencionan estos interesantes datos que Marcus encontró. Nunca en los 10 años que estuve en el Opus, y en los que me leí todo lo que encontré acerca de la vida del fundador ví nada acerca de sus fallidas tratativas para que lo nombraran obispo.

Para cualquier devoto del santo del trabajo ordinario las siguientes revelaciones tienen que ser una verdadera patada en el estómago...

2. El santo sacerdote se metía en política. Una cosa que siempre se dejó claro en el Opus, es que los sacerdotes no se deben meter nunca en política y cuando aparece algún caso de sacerdotes que se candidatean para algún cargo político la gente del Opus se rasga las vestiduras. Pues resulta que el santo fundador dio un maravilloso ejemplo: manifestó y dejó por escrito que era “simpatizante” del régimen de Franco y que  tenía "completa adhesión al régimen". Y no vale el argumento de que era la única manera en la época para llegar a obispo, o que era algo normal. Porque en el mismo documento en el que consta de su simpatía por el régimen aparecen los datos de otro sacerdote que también es recomendado para el obispado (Esteban Diez), pero que es “indiferente” al régimen.

3. El santo mentía. En infinidad de tertulias y escritos del fundador, éste repetía que él no hizo nada, que era solo un instrumento inepto en las manos de Dios, que todo era obra de Dios, que Dios escribía con la pata de la mesa, etc. Pues resulta que en el curriculum que manda para que lo nombren obispo, pone cosas como

“El Dr. Escrivá es ejemplo de sacerdotes, elegido por Dios para santificación de muchas almas, humilde, prudente, abnegado, sumamente obediente a su Prelado, de preclara inteligencia, de firmísima formación doctrinal y espiritual, de celo ardentísimo, apóstol de la juventud cristiana estudiosa, no pretendiendo otra cosa sino formar para utilidad de la Patria y servicio y defensa de la Iglesia”

Algún ingenuo podrá pensar que esto no lo escribió Escrivá. Pero conociendo cómo el santo controlaba todos los hilos de su organización, está claro que cada detalle del curriculum enviado a la santa sede fue sometido al escrutinio y aprobación de Escrivá. De modo que ahora vemos lo que realmente Escrivá pensaba de sí mismo, todo lo que nos decía sobre la pata de la mesa y demás era falsa humildad.

4. La verdadera razón de hacer apostolado con los poderosos, es obtener favores. Escrivá insistió por derecha y por izquierda que al Opus le interesaban todas las almas, pero que por razones de táctica y estrategia, en cada región siempre se empezaba con la gente culta y pudiente, porque así se podía llegar más rápido a más gente. Pues resulta que el verdadero motivo de contar en sus filas con las clases altas, era estar cerca del poder y así obtener favores y beneficios.

5. Los biógrafos de Escrivá ocultaron lo que no convenía. Yo leí al menos 3 biografías de Escrivá mientras estuve en el Opus. La primera se llamaba “Apuntes de la vida de J.E de B.” y no pretendía ser la biografía definitiva y completa. Pero la segunda que leí, de Andrés Vazquez de Prada, era de lo más pretenciosa, escrita con un estilo grandilocuente y rimbombante y pretendía ser LA Biografía. En sus cientos de páginas jamás encontré la más mínima crítica a nada que el santo haya hecho o dicho. En su momento, ingenuamente pensé que era porque Escrivá era tan santo, que no había nada malo para decir de él. Pues con esto que salta ahora, y que es incontestable porque está totalmente documentado, queda claro que el santo tenía un lado oscuro, pero que el Opus se encargó de taparlo sistemáticamente. Los datos que aporta Marcus Tank quizás no estén al alcance de cualquiera, pero tampoco es que estaban guardados celosamente en un bunker antiatómico de la CIA en la Casa Blanca. Vázquez de Prada, Salvador Bernal y demás hagiógrafos del Opus, seguro que hubieran tenido acceso. Si nunca contaron nada, es porque “no convenía”. Y la pregunta que uno se hace es: cuántas cosas más que “no convienen” habrá?

Maciel y Escrivá: del Cielo al Infierno

Hace unos años se destaparon unos escándalos del Padre Maciel (fundador de la Legión de Cristo) que acabaron con su fama de santidad y el prestigio de su organización. Creo que estas cosas que saltan ahora de Escrivá no son menos escandalosas. Lo que ocurre es que los temas sexuales son siempre más morbosos, despiertan más curiosidad y reacciones más fuertes en la gente. Dudo que haya ninguna repercusión a estas revelación de Marcus Tank, sobre todo porque a Escrivá ya lo canonizaron, de modo que a la iglesia le conviene tanto como al Opus no hacer olas y tratar de que estas revelaciones pasen sin mayor consecuencia. Pero para cualquier miembro de a pie que se haya creído el verso que el Opus vende, estos datos tienen que ser una verdadera patada al estómago.

Es común en este mundo y todos lo hemos hecho o intentado alguna vez, de conseguir algún puesto o algún beneficio en un organismo público a través del contacto de un amigo con poder o influencia. Capaz que Escrivá sólo quería dar ejemplo de santa pillería y de santidad en la vida ordinaria del cristiano corrupto. Es una lástima que nunca nos hubieran contado estas edificantes anécdotas que pueden servirnos como ejemplo de cómo se debe conducir un cristiano en medio del mundo.

atomito