¡Qué gusto para el cuerpo! ¡Qué alegría para el espíritu! ¡Qué satisfacción para el intelecto! me aporta la vigorosa reacción de tantos y tantos “ex-opus” -¿algún “in-opus” también?- al ataque inmisericorde, altanero diría yo, de la muy ilustre numeraria del Opus, amén de prestigiosa escritora y periodista, Doña Pilar Urbano Casaña, que en plan “vine, vidi, vici” ha levantado el hacha de guerra, arrasando –o, mejor dicho, intentando arrasar- a Marcus Tank...

Claro está, que el demoledor cuádruple obús de “David Marcus” -demostrando las frustradas, por más que muy reiteradas, aspiraciones “episcopalísticas” de Sanjosemaría- ha impactado de lleno en la línea de flotación del “Goliat Opus”, poniendo al descubierto la doblez del Santo Marqués y dejando por los suelos la credibilidad de D. Álvaro y demás adláteres.

Cuando acabé de leer la cuarta “campanada” de Tank (eso de las “campanadas” nos suena bastante ¿No?) empecé a formularme algunas preguntas:

- ¿Cómo le habrá sentado al actual prelado del Opus y a su corte celestial la publicación de los papeles de la Fundación Francisco Franco y del Ministerio Español de Asuntos Exteriores?

- ¿Cómo es posible -se dirán- que nuestros rigurosos y hagiográficos biógrafos oficiales del Santo hayan silenciado y dejado escapar, sin hacerla desaparecer, una información tan sensible?

- En cualquier caso, ¿Cómo hemos sido nosotros mismos tan torpes e incapaces de anticiparnos a ese tal Marcus en la localización y destrucción de esos testimonios tan… tan… inconvenientes, que emborronan la edulcorada imagen del Santo que habíamos diseñado tan meticulosamente?

La cumplida respuesta por boca de ganso y la inmediata reacción de la cúpula del Opus a todas y cada una de esas preguntas me la da puntalmente, -¡qué feliz coincidencia!- el artículo que sponte sua nos ha servido en bandeja la numeraria Pilar.

Además, la carta que, usted doña Pilar escribió al director de El Mundo, con motivo de las críticas “injustas” que ha recibido su último libro “La Gran Desmemoria” en la que llega a proponer como remedio de ellas "la desclasificación de los documentos oficiales, cantera legítima para quienes queremos historiar nuestro pasado reciente, sin hermetismos ni opacidades" [...] afirmando un poco más adelante que "no hay ningún personaje, ni rey, ni caudillo, ni papa, que no pueda ser sujeto historiable", me sugiere nuevas  preguntas, que paso a detallarle:

.        - ¿Quedaría fuera de lugar en su exquisito, puntilloso y legítimo sentido de la investigación histórica que yo me permitiera ampliar su afirmación anterior un poquito nada más, dándole este final “...ni rey, ni caudillo, ni papa, ni siquiera un santo, tan grande como Sanjosemaría, que no pueda ser sujeto historiable?

- ¿Por qué –a tenor de esa afirmación suya, tan categórica- no pide usted al Opus que desclasifique los documentos referidos a Sanjosemaría, sin oponer tanta opacidad y barreras a quienes quieren historiar, con la misma crítica y legítima intención que usted estudiaría los documentos del 23-F, la vida del Escrivá?

- ¿Por qué usted sí tuvo fácil acceso a esos documentos que aporta mientras Marcus ha tenido que buscarse otras fuentes donde buenamente ha podido?

- ¿O quiere decirme, a lo mejor, que a Marcus le habrían dado tantas facilidades en Vila Tevere, si las hubiera solicitado –según dice Gervasio, con gran acierto- como las que le han dado a Pilar Urbano, numeraria del Opus?

Y nada más, Dª Pilar. Ya le han contestado con mucha más profundidad y extensión que yo, y con más acierto y educación que la que usted muestra en su escrito, bastantes de los que frecuentan esta página web a la que trata despectivamente de blog grupal, con el mismo menosprecio que aplica el Opus a los que tienen la osadía de empañar “con un trampantojo” su prestigio indiscutible y sobrenatural.

A todos los que han defendido a “un tal” Marcus Tank -como usted le llama ninguneándolo “caritativamente”, al más puro estilo opusino, desde la altura de su particular olimpo- a todos sin excepción, repito, agradezco su cerrada y fraternal defensa a “David” Marcus Tank que un día tuvo la osadía de enfrentar al poderoso “Goliat” Opus.

Paz en libertad para todos.

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