Sigo con gran expectativa todas vuestras aportaciones. Espero y deseo que la Iglesia también las siga y con ellas, no tarde demasiado en desenmascarar la gran mentira del Opus Dei.

Pero mi escrito de hoy no va por estos derroteros. Conrad en su artículo “Yo también  quise ser como Pilar Urbano, pero ahora prefiero ser… Conrad” escribió unas palabras que me impactaron: “no quiero ni imaginar la agonía que hubiera sido mi permanencia en el Opus Dei”.

Ciertamente mi escrito va dirigido a interpelar a todos los que me leen, sea por obligación, sea por curiosidad, y están todavía dentro. Por ello os dirijo una serie de cuestiones para meditar i/o reflexionar interiormente...

1.- ¿Os es fácil la vida diaria en el Opus Dei?
2.-¿ Os tenéis que repetir muchas veces “soy libre”, “soy libre”, “soy libre”, ya que en realidad no os sentís libres?
3.- ¿Podéis pensar, vestir, ir, leer, en el día a día, lo que os dé la gana?
4.- ¿Podéis comer aquel croissant tan apetitoso sin dar cuenta de ello?
5.- ¿Podéis tomar una cerveza, tranquilamente, en la terraza de un bar, con un grupo de amigos y una animada y variada conversación, sin tener que dar cuenta de ello?
6.- ¿Qué pasaba por vuestras cabezas cuando os fuisteis de vuestras casas al centro de estudios? ¿Y cuándo os mandaban cortar con vuestras familias?
7.- ¿Qué hacíais o pensabais los largos domingos en el centro de estudios durante aquellos dos años?
8.- ¿Qué sentíais cuándo por la noche oíais llorar alguno de los compañeros de habitación en aquella “academia-cuartel militar?
9.- ¿Cómo vivisteis los veranos en vuestros destierros terrenales sin visitar apenas a vuestras familias?
10.- Durante el C.E., ¿nunca añorasteis el abrazo de vuestros padres? ¿No echasteis en falta sus sabios consejos? ¿Su cariño incondicional? ¿Cómo digeristeis este cambio de vuestras vidas hacia las antípodas de lo que había sido?
11.- Pasan los años y con “obediencia ciega” ya que el que obedece nunca se equivoca, andas dando tumbos ahora acá, ahora allá. ¿Puedes decir un NO, en tu supuesta libertad? ¿Un “no me da la gana” tal como decías a tus padres con total espontaneidad?
12.- ¿Puedes ser espontáneo en tu vida diaria? ¿Puedes decir: estoy cansado, voy a echar una siestecita? ¿Puedes opinar si te gusta o no un cierto trabajo interno? ¿Cuántas veces te has preguntado: para qué he estudiado una carrera? ¿Te sientes libre cuando te dicen: círculo, ahora haz la lista de San José, ahora trata a fulano…?
13.- ¿Te sientes cómo los pájaros, teniendo que obedecer órdenes, sin poder esperar nunca un porque?
14.- ¿Tienes algún momento del día, o en el silencio de la tarde o de la noche en el que puedas respirar a fondo y pensar por ti mismo, libremente, y sin que esto implique tener que dar una explicación a determinada persona al día siguiente?
15.- ¿Tienes contacto asiduo con tus padres y el resto de tu familia o, por imperativo legal, si es que están todavía en vida esperas a verlos en el día de su muerte? ¿Participas de los eventos familiares? ¿Las Navidades, aniversarios, onomásticas y otras fechas significativas para tu única familia?
16.- En vacaciones, si no vives en la misma ciudad que tu familia, ¿Vas a tu casa para poder disfrutar y expandirte con toda espontaneidad con los tuyos?
17.- Puedes llamar por teléfono a tu familia cuando te viene en gana?
18.- ¿Has pensado alguna vez que quizá los tuyos estén sufriendo mucho tu ausencia?
19.- ¿Has pensado en cómo podría ser tu vida fuera del Opus Dei?
20.- ¿Tomas pastillas? ¿Qué tipo de pastillas? ¿Para qué? ¿Quién te las “recetó”? Si el que te las recetó era un médico, ¿ese médico es de la obra? ¿ese médico es especialista en la presunta enfermedad que pretende tratar?

Seguiré interpelándote en otro escrito, pero quiero acabar con unas preguntas que quizá te parezcan intrascendentes:

-¿Te ríes espontáneamente cuando te da la gana? ¿Debes seguir algún protocolo para las risas: por ejemplo, siempre reírte ante las visitas pero estar serio con tus compañeros/as de centro?
-¿De esa manera, tal cómo vives, pretendes seguir queriendo a Dios de aquella forma tan tuya y tan sana y desinhibida?
-¿Haces todas las cosas del día porqué así “toca” hacerlas, porqué siempre se han hecho así, porqué hay que hacerlas así ya que el director lo dice, o bien las haces porque te da la gana hacerlas?

Fuera, las cosas no son fáciles, pero dentro escuecen hasta horadarte.

Nos volveremos a encontrar.
Os quiere

Perladeladriatico

PD: ¿supongo que habéis pasado la Pascua de Resurrección con vuestras familias?