josef knecht :
Me ha conmovido la última nota de
Nicanor
(16.05.2014). También a mí me llega de vez en cuando la triste noticia de que
algún miembro del Opus se ha quitado la vida. No es frecuente este penoso
desenlace, pero pasa en el Opus. Más de una vez he manifestado en este foro la
conveniencia de que algún psicólogo lleve a cabo el
estudio del “psicograma” de numerario/a de la Obra de Escrivá; los
casos de suicidio, aun siendo excepcionales, deberían incluirse en ese trabajo
de investigación.
Pero lo que me más me apena es la
indiferencia o inmovilismo con que los directores del Opus parece que
reaccionan ante esos suicidios. Da la impresión de que los directores no sólo los
ocultan a la opinión pública bajo el razonable pretexto de respetar la
privacidad de las personas, incluida la de los difuntos, sino también de que se
sienten indiferentes ante ese tipo de muerte de algunos miembros, hasta el
punto de que no impulsan reformas dentro de la institución con el fin de lograr
que sea más humana y cristiana. A pesar de los suicidios, todo sigue igual en
la vida interna del Opus, como si nada anómalo se cometiera dentro de ella,
como si quitarse excepcionalmente la vida respondiera a una inevitable “ley de
vida” (más bien habría que hablar de una “ley de muerte”), causada por los defectos
y pecados personales, herencia de Adán, y no por los errores de la institución,
ya que esta es sólo santa e inmaculada, santidad heredada de los méritos de su
fundador.
Josef Knecht
Publicado el Monday, 19 May 2014
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