Ottokar, solo unas líneas en relación a tu pregunta sobre si es malo desear el
episcopado.
Veamos, malo en sí mismo no es, no tiene porque serlo.
La bondad o la malicia del deseo está ligada a la razón por la cual
se desea: alguno podría desearlo para mejor servir a las almas; otros
porque proporciona prestigio y/o autoridad; otros para acallar
maledicencias, porque recibir el episcopado - que se recibe directamente del
Romano Pontífice - supone un espaldarazo de confianza; otros podrían desearlo
para desligarse de la obediencia a sus superiores, que de todo hay.
En cualquier caso es "sentencia común" que no debe desearse,
porque en ese deseo pueden mezclarse muchas cosas, algunas no muy santas.
Puedo decirte con conocimiento de causa, que en el interrogatorio que se
plantea a los testigos, en el llamado "proceso de vita et moribus"
que la Santa Sede en nombre del Papa, manda instruir, respecto a los candidatos
al episcopado, una de las primeras preguntas es precisamente, si el
testigo conoce y le consta si el candidato a manifestado de algún modo el deseo
de alcanzar el episcopado o de alguna forma se lo ha procurado. No creo que esa
pregunta tenga por objeto hacer obispos a los que se presentan como
"voluntarios".
A la vista de los documentos publicados, podrás formarte un juicio
respecto a este caso concreto.
No he visto en ninguno de ellos que nadie diga que al
"candidato" había que hacerlo obispo para mejor servir a las almas,
ni que estuviera transido de amor de Dios y por eso deseara o procurara ser
obispo, para apacentar las ovejas de su iglesia particular, ser padre y hermano
de sus sacerdotes, etc. Etc.: lo deseaban y se lo procuraban porque convenía a
sus intereses y a los de su “obra”, convenía para evitar ataques, convenía para
prestigiarlo: desde luego que quienes escribieron los documentos, o
quienes aconsejaron hacer gestiones - todo un Cardenal entre ellos - pudieron
haber simplificado el asunto o haber entendido mal..... eso ya no lo sé.
De ellos no se desprende que Escrivá personalmente “haya deseado” el
episcopado ni que se lo haya “procurado” por algún medio: se lo procuraron
otros, y se lo procuraron en función y para provecho de su propia persona y de
la institución, no de la Iglesia santa.
Consta en cambio que sus ad
lateres dicen que dijo, cuando se enteró de las gestiones, que de ningún
modo aceptaría ser obispo y todo lo demás que dicen que dijo. Eso lo han dicho “a aguas pasadas” y solo se
sabe por lo que otros dicen que dijo.
Sin embargo, cualquiera que haya estado o esté en el Opus Dei, sabe
perfectamente que es imposible que del Portillo o el mismo Echavarría y más aun
el entonces consiliario de España, hayan hecho gestión alguna y menos de
semejante trascendencia, sin conocimiento de Escrivá y sin su consentimiento.
No sería nada raro, que la razón por la que no lo hicieron obispo, sea
precisamente porque consta que deseó el episcopado y se lo procuró, o se lo
dieron procurando de distintos modos y a través de variadas instancias. Eso habrá que comprobarlo
Haenobarbo