Al hilo de algunas dudas sobre la laicidad de los miembros del opus que expresa Dudas en su escrito del 13/6/14, pienso que sostener que los miembros del opus son laicos es una falacia, que se ve especialmente reflejada en el tipo de vida que llevan los numerarios y numerarias. Cada vez resulta mas patente que sus vidas se asemejan mucho a las de una rara especie de monjes y monjas disfrazados de laicos (con mi respeto a los verdaderos religiosos). Los verdaderos laicos no necesitamos estar todos los días diciendo que lo somos. Lo somos y basta. En el opus tienen que estar esforzándose constantemente en explicar que son laicos porque cualquiera que vea la vida que llevan, ve que no lo son (dime de lo que presumes y te diré de lo que careces).

Hay muchos aspectos de la praxis del opus que demuestran esta tesis. Un claro ejemplo de ello lo constituye la prohibicion que tienen para asistir a espectaculos publicos. La gente normal, laica, acude a actos y espectáculos publicos con total normalidad. Si, por ejemplo, vamos a un concierto, Dios quiere que disfrutemos de ese arte musical que es un buen trabajo del compositor y de los interpretes y, por tanto, algo agradable a Dios. No hay pues razón alguna para prohibir a la gente normal el ir a conciertos. Lo que ocurre es que el opus está inspirado por gente rara que se entretienen en prohibir cosas estupendas. Lo mismo es aplicable al cine, a espectáculos deportivos, a actos culturales, a festejos populares, a celebraciones familiares, etc. Es algo de suyo bueno y natural asistir a todos esos eventos. No hay nada de malo en ello. Lo verdaderamente malo son las mentes retorcidas y retrogradas que lo prohíben con cara agria, con razonamientos que parecen mas adecuados para religiosos apartados del mundo. Asi, asfixian la espontánea alegría y el gozo de las personas que se vive en esos eventos, compartido con Dios y con los demás. A cualquier mente normal le resulta chocante que el opus prohíba todas estas cosas ordinarias a sus miembros. Es algo impropio de gente corriente y mas bien propio de aguafiestas. Es comprensible que transmitan muy mal rollo, como dice la gente joven, y que provoquen reacciones de perplejidad. Yo creo que el opus prohíbe estas sencillas cosas porque tiene una enorme inseguridad en su propia ascética, que esta basada en el miedo, en el peligro, en la prevencion y en lo negativo, descuidando la sencillez y la alegria de vivir que da el Evangelio y que siempre es comunicativa. También trasluce una profunda desconfianza en la buena voluntad de sus miembros a los que considera algo así como menores espirituales. Propone en este campo una actitud triste, timorata, incapaz de disfrutar y de pasar, compartiendolos con los demás y con Dios, buenos momentos en la vida.

Queridos numerarios y numerarias: No vivan con cara agria. Vayan con sus amigos al cine a ver buenas películas. Rianse. Vayan a conciertos a escuchar buena musica. Diviertanse. Dios no es un aguafiestas. Vayan al teatro. Relajense. Vayan a ver partidos de fútbol o de tenis o del deporte que les guste. Vayan a desfiles de moda. Vayan a las celebraciones de sus familiares y amigos. Sonrían y disfruten, que no es pecado. No miren con mirada torva estas magnificas realidades sociales. Todo eso es estar en medio del mundo. La vida tiene muchos aspectos bellos y divertidos en presencia de Dios. Descúbranlos. Nadie debe prohibirles hacer cosas normales. Así se acercaran a la mentalidad laical que tanto proclaman vds. mismos.

Orange.